El Tratado con México y Canadá en la mira
Trump anunció en Detroit su intención de invocar las disposiciones de renegociación del T-MEC. Es importante señalar que este tratado no contempla una renegociación en sentido estricto, sino una revisión, y cuenta con una «cláusula de caducidad» que establece que, si alguna de las partes decide denunciarlo, deberán transcurrir 10 años para que esa acción sea efectiva.
El temor de México radica en cómo Trump podría interpretar el tratado. Si gana las elecciones en noviembre, podría obtener el apoyo suficiente en ambas cámaras del Congreso para llevar a cabo una modificación profunda del acuerdo.
Esta posible decisión no es solo responsabilidad de Trump; Kamala Harris también tiene un papel relevante en la estrategia, ya que busca limitar las reexportaciones chinas desde México hacia Estados Unidos y restringir las inversiones chinas en México que estén destinadas, en última instancia, al mercado norteamericano.
Como se puede observar, aunque la declaración provino de Trump, Kamala se encuentra en la misma sintonía.
Sin embargo, a pesar de estas motivaciones, es fundamental recordar un principio básico del derecho internacional: «Pacta sunt servanda». Esto significa que las obligaciones establecidas en los tratados internacionales no pueden ser modificadas a voluntad de una sola de las partes.
