El tema Petro
No es si va a ganar en la primera vuelta, lo que es harto probable. Es si la dirigencia política, empresarial y social de Colombia va a permitir, que siendo minoría, gane la segunda vuelta.
¿Por qué decimos eso? porque en la primera vuelta hay un auténtico carnaval de candidatos y si no se ponen de acuerdo desde ya en apoyar al que tiene mayor opción para vencer cómodamente en la segunda vuelta, ni por despertar mayor interés en ese 75 % que no quiere hoy votar por Petro, corren el riesgo de que les ocurra lo que sucedió en Perú, que fue más el rechazo que generaba Keiko, que el miedo a lo desconocido.
En Venezuela sabemos algo de eso, Chavez no hubiera ganado en la primera elección si se hubiese enfrentado a un candidato unitario. Pero tal vez los políticos no se imaginaron lo que significaba premiar a un teniente coronel golpista. Duro hemos pagado ese error.
En Colombia saben que Petro fue guerrillero, que tejió lazos muy estrechos con Chávez y Maduro -aunque hoy lo reniegue- y que no fue muy buen alcalde de Bogotá, lo que hace presumir que no será mejor como presidente.
Pero si los colombianos no entienden la lección venezolana, peruana y, en cierta medida, la chilena y no se ponen de acuerdo a tiempo, entonces pagarán las consecuencias de regalarle el triunfo a un populista más.