El régimen no logrará quebrar una oposición unida y decidida
El régimen ha fallado en sus intentos de dividir a la oposición, la cual, tras el exitoso resultado obtenido en octubre, se muestra cada vez más sólida en su propósito de enfrentar a Maduro en las elecciones presidenciales de 2024. Esta unidad se sustenta en la base del pueblo venezolano, que ya no teme a las amenazas vacías y no les cree ni el credo. Por ello, las convocatorias forzosas que hacen para mostrar un apoyo perdido no se reflejan en imágenes como lo hizo la oposición en octubre, sino en palabras con las que pretenden engañar al pueblo con un respaldo inexistente. Es por eso que le temen tanto a las elecciones del año que viene, porque están conscientes de que no las ganarán.
Sin embargo, no debemos caer en un triunfalismo estéril, ya que aún queda mucho por hacer y, sobre todo, por negociar. Si los principales exponentes del régimen no obtienen garantías personales que los protejan de consecuencias perjudiciales, no tendrán ningún incentivo diferente al de pelear hasta la muerte. Todas las transiciones de dictaduras a democracias han sido negociadas y se les ha aplicado el dicho muy venezolano: ‘A enemigo que huye, puente de plata’.
La venganza y el odio solo prolongan la agonía y, a la larga, no rinden beneficios para nadie