El primer semestre
Las estadísticas disponibles desnudan la enorme fragilidad de la economía venezolana. Tras un incipiente crecimiento en 2022 en los primeros seis meses de este año el Observatorio Venezolano de Finanzas reporta el retorno a la recesión con caídas consecutivas del PIB de 7,6% en el primer trimestre y 6,3% en el segundo trimestre. El Banco Central oculta las cifras del PIB desde 2018.
Al mismo tiempo en el primer semestre de este año la inflación acumuló un salto de 108%. Es decir, la economía entró en un ciclo de retroceso con elevada inflación, una mezcla letal para la creación de empleo de calidad, la capacidad de compra del salario y el bienestar de las familias.
Las esperanzas de que este ciclo se revierta en el segundo semestre se basan en que Pdvsa, tras la última purga de corruptos, mejorará su flujo de caja, en ingresos provenientes de las operaciones de Chevron y a que tras la caída del consumo las empresas se han visto obligadas a frenar el alza de los precios en dólares.
Un escenario precario, muy alejado del crecimiento sostenido a altas tasas que necesita Venezuela para salir de la crisis.