El poder abusivo
El poder es un mecanismo de control y coordinación necesario en la consecución de los fines necesarios para mantener una determinada coherencia en cualquier sociedad, pero este debe ejercerse para conciliar los fines de los que detentan el poder con las aspiraciones de los sujetos que forman parte de la organización social.
Cuando se desvirtúan los fines del poder y se utilizan primordialmente para asegurar la permanencia de una clase política en el poder surgen las reacciones, por demás lógicas, de una sociedad que percibe que la nomenclatura no busca el bien común, sino su perdurabilidad en el tiempo.
El yugoeslavo Djillas lo describió hace muchos años cuando publicó su muy estudiado libro La nueva Clase, refiriéndose a las deformaciones de los partidos comunistas en el poder. En todos los países en los que se impuso el comunismo la llamada vanguardia revolucionaria, que aseguraría o promovería la llegada al estadio superior de la sociedad, se convirtió en un parásito que engordaba a la clase dirigente que tenía privilegios en sociedades empobrecidas por un mal uso del poder, que el pueblo común no soñaba en tener.
Basta ver de donde provinieron los nuevos ricos en Rusia, China y en tantos otros países que bajo la esperanza de crear una sociedad más justa e igualitaria sólo lograron llenar los bolsillos de los más connotados dirigentes de la revolución.
Lo mas paradójico resultó ser que una vez comprobado que el esquema original de la ideología propuesta para mantener el poder no funcionó, la gran mayoría de esos estados optó por reimponer un sistema capitalista, pero eso sí, controlado por la nomenclatura que, de una u otra manera, mantiene las riendas del poder.
En esa especie de ´´equilibrio anómico´´, el poder en las sociedades socialistas busca conciliar lo económico con lo político. Se apertura en lo económico dejando que el mercado apalanque el crecimiento pero se mantiene la estructura política como instrumento de dominación. Es como si a un perro bravo le pusieras una cadena mas larga pero manteniendolo siempre encadenado y nunca confiar tanto en él como para dejarlo libre. Ese es el comunismo en su versión ´´neo´´, siempre dispuesto a recortar la longitud de la cadena
(II) cuando las circunstancias lo ameritan. No obstante, ello conlleva una profunda contradicción, pues mantener un estado de equilibrio bajo tales circunstancias por tiempo indefinido es imposible – aunque en tiempo histórico – y llevándose varias generaciones -, siempre termina por llegar a un punto de inflexión hasta que se produce la quiebra del sistema y termina emergiendo una nueva forma de organización social. Y es que tampoco el otro sistema – el capitalista -, escapa a tal determinación, pues lo que no evoluciona se estanca y perece. Quizás, todo esto constituye parte del drama de las civilizaciones modernas como anuncio de los tiempos por venir y el haber entrado en una fase de cambios irreversibles muy difíciles de revertir pero difíciles de evitar.
En las sociedades neo – comunistas, como es el caso de China y Rusia, los vicios de las castas dominantes siempre han buscado la manera de conservar sus privilegios, así hallan tenido que adoptar fórmulas económicas propias del capitalismo extremo o salvaje, pero en estos tiempos de posmodernidades hasta ya se habla del pos-capitalismo, pues ambos sistemas están arropados por unas crisis que varían en forma e intensidad, pero crisis al fin y al cabo que los hacen mas similares que diferentes en cuanto a sus problemas fundamentales. El problema es como superar tales contradicciones.
En nuestro caso, ha sido una experiencia calamitosa pues involucionamos a una velocidad vertiginosa y perdimos nuestra ubicación en el tiempo y en el espacio. Pasamos de una sociedad con algunos visos de modernidad a una sociedad primitiva. Gobernados- en un intento de construcción del socialismo según el modelo cubano, cuando ya este va de salida ,- por una casta o logia que vive entre la mas abyecta riqueza y teniendo que buscar la manera de explicarle a las masas que eso es lo que corresponde a esta fase de construcción del socialismo (comunismo), y que estamos en pleno proceso revolucionario. Nadie por tonto que sea se cree ese cuento a estas alturas. Esa es su tragedia y su final.
¿ Qué hacer ?. Si hemos entendido el problema ni los comunistas tienen espacio en la Venezuela del mañana, ni nuestros mas importantes capitanes de la industria y el comercio pueden aspirar a capitalizar el grueso de la renta nacional. Y no digo ´´renta petrolera´´, porque para muchos años por venir, no pareciera que la bonanza regresará gracias al oro negro. Todos tenemos que apretarnos el cinturón y diversificar nuestra actividad productiva. Yo privilegiaría el sector agro-alimentario, producir alimentos en tal cantidad que se mitigue tanta hambre insatisfecha, luego vendría todo lo demás.Prepararnos – no para nosotros -, sino para las generaciones futuras y ello solo será posible con una educación de alta calidad que les permita ser honestos, eficientes y competitivos. Construir nuestro pequeño ´´Nuevo Orden´´ , una verdadera revolución capitalista donde cada uno de nosotros se le brinde ´´su oportunidad´´. No podemos ni debemos ser mezquinos con eso. Recordemos todos los días al levantarnos que la vieja Venezuela de ayer murió, la nueva, es la que desde ya hemos empezado a construir con el esfuerzo de millones de compatriotas honestos que están dispuestos a luchar por sus familias y su país.
PD:// El problema no es mi computadora. Es el Internet que está hecho una verdadera ´´porquería´´.