El nihilismo del régimen
El nihilismo fue originariamente concebido como la doctrina que rechazaba todos los principios religiosos y morales, con base en la creencia que la vida no tenía sentido.
Nosotros vamos a referirnos a lo que se denomina nihilismo negativo, que es el que practican los principales dirigentes de lo que se llama el chavismo-madurista, que consiste en la negación de todos los valores éticos y morales de la sociedad y que conllevan un alto grado de negligencia y de destruccion
Ayn Rand, la famosa escritora ruso americana autora de El Manantial, muy crítica del nihilismo, decía que esta corriente es una abdicación de la razón y de la búsqueda de la felicidad, y el comportamiento reciente de Maduro pareciera darle la razón. Llamó a un cese del fuego, sin que en realidad entendamos qué quiso decir con eso, y al dirigirse a Guaidó como jefe de la oposición al mismo tiempo emitió conceptos degradantes sobre el aspecto físico de ese dirigente nacional.
Lo cierto es que los principales voceros del régimen se caracterizan por un lenguaje procaz, una carencia de empatía y una tendencia incorregible a la falta de transparencia en la información que transmiten.
El asunto es cómo se puede lograr que los nihilistas entren en razón si su esencia es precisamente la de ser irracionales.
Quizás el error más grave es no percatarse que, ni los unos ni los otros son capaces de rectificar como corresponde en un momento de nuestra historia local y nuestra inserción en lo global, precisamente, en un momento en que el mundo tal como lo conocimos se nos desbarata entre las manos como la varita mágica que nos es, la nada y todo nos resulta ni coherente ni con sentido. Sería el tipo ideal del NIHILISMO NEUTRO, donde todo lo que ocurre no es ni positivo ni negativo, Todo se reduce a situaciones de hecho, sin mayor trascendencia y ninguna gran importancia, pues que sean los gobernantes insulsos o groseros y los opositores feos y deformes, ni le pone ni le quita nada a nadie. Lo demás es puro COVID 19 que, por obra y gracia de las circunstancias nos puso a todos ante la realidad de nuestras salvajadas que, no son tales sino meros actos de depredación naturales desprovistos ya del maquillaje de una falsa civilidad y moralidad, más falsos que una moneda de madera. No preocuparse entonces que, llegado el momento, las piezas rodarán y como caigan , se nos dirá por qué camino rodará el juego.LA DESTRUCCIÓN DEL HOY SERÁ EL EDIFICIO DE MAÑANA.