El grano argentino
Mientras ucranianos, rusos, turcos y alrededores, discuten entre misiles y riesgos nucleares el destino de esa parte del mundo y van dejando salir a poquitos los cargamentos de trigo ucraniano para que millones de africanos no se hundan en el hambre, miles de toneladas de trigo argentino esperan pacientemente a ver qué va a pasar con su país. A los argentinos no les importa tanto el lejano problema del Mar Negro como la corrupción denunciada en exposición de horas tras una investigación de años por fiscales argentinos por la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y lo que parece ser una extraordinario entramado de complicidades para estafar a ese país.
En el sur de América, a diferencia de la Venezuela revolucionaria, son muchos los jueces y fiscales que mantienen, por encima de todo, su autonomía de acción e investigación, y la población de ese país conoce y tiene acceso a la información sobre todos los detalles, no como aquí.
Un ejemplo que deberíamos seguir en Venezuela donde la corrupción es un mal enquistado que, como el cáncer, es grave y hace metástasis.
Todavía no hay que cantar victoria, el caso de la cristina debe llagar a lo mejor al Tribunal Supremo de Justicia de Argentina y ese alto tribunal puede absolver a esa señora. Estos políticos son muy vivos y nada de extraño hay que alli se encuentren conformando este tribunal los grandes amigotes peronistas de la señora.