El fútbol, ¿solo un negocio?
El fútbol apasiona a la gente en todos los países del mundo. Es el deporte universal, en el que hay tantos países afiliados a la FIFA, como miembros de las Naciones Unidas.
A través del fútbol -y sobre todo cuando hay competencias que enfrentan países- renace, por un instante, el orgullo nacional, y el enfrentamiento en el campo deportivo es un sustituto de lo que fueron las guerras entre naciones.
Pero también, y detrás de la afición, están los intereses crematísticos del país anfitrión. Como en el caso de esta edición de la Copa América, en el que un jugador, Arturo Vidal, principal estrella equipo de Chile, tiene un accidente con su Ferrari en estado de ebriedad, su acompañante sufre fractura en un brazo, es detenido pero liberado prestamente y no es sancionado ni por las autoridades chilenas, ni mucho menos por el entrenador del equipo, ni por la FIFA , porque lo importante es mantener las mejores opciones para que el equipo anfitrión siga avanzando y el público siga abarrotando los espacios haciendo que el negocio prospere.