El foco y la bola
En el béisbol una de las recomendaciones continuas de los entrenadores es mantener la vista en la bola, algo que luce sencillo, pero no siempre lo es.
En un campo de béisbol coinciden fanáticos tratando de desconcentrar a los jugadores del equipo contrario y el adversario que intentará hacer lo necesario para marcar más carreras o hacer que el contrario marque el menor número. El pitcheo, por ejemplo, se basa en el arte de engañar al bateador: Lanzar un envío lento cuando se espera una recta rápida. Por eso siempre los coachs repiten: “No quites la vista a la pelota”.
Muchos eventos en el campo de béisbol pueden tener una moraleja aplicada a la estrategia política, al igual que el Arte de la Guerra (Sun Tzu). En este caso, no dejar de ver a la bola significaría no perder el foco de la acción, esto es, el objetivo de la misma.
La política también es un juego de engaños, una parte intentará generar el mayor número de fallas del adversario, por ello hay que recordar el axioma beisbolístico. El foco siempre es la bola, a pesar del ruido y las acciones que el adversario realice para lograr el fallo.