El concepto de la libertad
El concepto de libertad ha evolucionado profundamente a lo largo de la historia, adaptándose a diferentes contextos y filosofías, pero nunca ha desaparecido.
En la antigua Grecia, la libertad se definía como la ausencia de un amo, una idea que subrayaba la independencia frente a la dominación externa. Durante la Edad Media, el cristianismo y el estoicismo introdujeron la noción de libertad interior, una forma de autonomía espiritual y moral.
Es en la modernidad cuando la libertad se consolida como un derecho fundamental de la humanidad. Según el filósofo Isaiah Berlin, la libertad se manifiesta en dos formas: positiva y negativa. La libertad positiva es la capacidad del individuo para ser dueño de su propia voluntad y, por ende, de su destino. Por otro lado, la libertad negativa se refiere al espacio en el que una persona puede actuar sin interferencia de otros.
Hoy en día, este debate es crucial a nivel global, enfrentando una visión liberal, que defiende la autonomía individual, contra una perspectiva totalitaria, que busca controlar y limitar esa autonomía. Esta lucha es el eje central de la batalla por garantizar los derechos humanos en todo el mundo y, en particular, es lo que está en juego en nuestro país en este momento crucial.