El 12 de octubre y la herencia hispana
La narrativa gubernamental ubica la fecha del 12 de octubre de 1492 como un día catastrófico para los pueblos de América.
La llegada nada amigable de Cristóbal Colón abrió las puertas a la colonización del llamado nuevo mundo, que se hizo a sangre y fuego, exterminando a poblaciones completas de aborígenes. Pero el devenir histórico hizo que la presencia española en el territorio americano por más de 300 años permitiera una simbiosis de las cuales somos su producto.
España nos trajo instituciones estables, que luego fueron sustituidas por un nuevo andamiaje legal a raíz de la Independencia. Nos dio un idioma maravilloso, que ha servido para que personajes como Andrés Bello, Teresa de la Parra, Rómulo Gallegos, Arturo Uslar Pietri y Rafael Cadenas, maravillen al mundo.
La herencia hispana nos dejó una cultura extraordinaria, la guitarra española tomó forma de cuatro y se unió a la percusión africana para formar nuestra tradición musical. Las creencias católicas son el origen de cientos de tradiciones, como la Zaragoza larense que evoca a las madres que perdieron la razón por la matanza de sus hijos ordenada por Herodes, o nuestra navidad criolla, que se degusta con la mestiza hallaca.
El 12 de octubre es un día para recordar todo el proceso histórico que marca nuestro ADN como pueblo y si se quiere homenajear a nuestra raza aborigen, nada mejor que devolverles su hábitat, hoy contaminado y arrasado por la voracidad minera y proveerles de buena educación y atención social, como lo ordena la Constitución. El Estado tiene una deuda histórica con ellos, que ningún gobierno ha podido saldar.
