Educación: Motor indispensable del progreso
Ninguna nación moderna puede prosperar sin una educación de calidad. La educación es fundamental para el desarrollo económico, social y cultural de cualquier país. Una población educada no solo tiene mayores oportunidades de acceder a buenos empleos, sino que también posee la capacidad de innovar, lo cual es esencial para impulsar el crecimiento económico y mejorar las condiciones de vida.
Además, la educación fortalece los valores culturales y fomenta un sentido de identidad nacional robusto.
Es por eso que los regímenes totalitarios contemporáneos no muestran interés en elevar el nivel educativo de sus ciudadanos. Temen que una población bien instruida se convierta en una sociedad que exija cada vez más, hasta considerar inaceptables las imposiciones que limitan la libertad individual y obstaculizan la superación personal.