Desaforo del Foro
En un país que cada día tiene menos ingresos para atender a sus ciudadanos, que el régimen derroche 200 millones de dólares para tratar de revivir una antigualla ideológica como el Foro de Sao Paulo, creado por Fidel Castro para rodearse de la protección de quienes en su momento eran poderosos seguidores del castrismo, el sindicalista Lula Da Silva y el militar Hugo Chávez, es un desafuero, una necedad.
No cuestionamos ideologías, pero llenar una Caracas abandonada con 800 delegados que vienen a repetir lo que han repetido montones de veces, lo malos que son los estadounidenses y lo buenos que son los castristas, es un verdadero crimen –o como dijo en una oportunidad Talleyrand, “es peor que un delito, es una estupidez”- cuando los venezolanos a los cuales se pretende convencer se están muriendo de hambre, de enfermedades sin medicinas y de la desilusión que los ha llevado a convertirse en el mayor éxodo de la historia de América.
También es botar la plata si lo que se busca es propaganda internacional, con los países en estos momentos ocupados en analizar el Informe Bachelet y las informaciones de embajadas y organizaciones internacionales, todos descarada y duramente críticos de la Venezuela que llena su viejo hotel y alrededores con estos costosos e inútiles invitados.
Nada ganamos hospedando vendedores de sueños y realizadores de pesadillas mientras nuestros niños mueren en los hospitales públicos y los estómagos protestan de hambre.