¿Cómo hacer para que entiendan?
Mientras la mayoría de los países redobla esfuerzos para inmunizar a su población contra la Covid-19, Venezuela continúa en el foso con un plan de vacunación desorganizado y caótico, donde lo único que resalta es la improvisación.
Cientos de venezolanos se ubican en infinitas colas cada día en un desesperado intento por vacunarse, algunos por primera vez, y otros, en una inútil búsqueda de la segunda dosis de la Sputnik V.
Algunos corren con suerte y luego de largas horas parados bajo el inclemente sol -o la lluvia- son vacunados. Otros son regresados diciéndoles que vuelvan en un mes para ver si ya la segunda dosis llegó.
Y ahora este desgobierno pretende utilizar a los más desvalidos como conejillos de indias con la aspirante a vacuna, la cubana Abdala. Y, mucho peor, manifiestan abiertamente su intención de colocársela a los niños, usando como excusa el inicio del año escolar en octubre.
Reiteramos la necesidad de un programa de vacunación confiable, coherente, organizado, masivo, con datos creíbles, transparentes y auditables, no este desbarajuste confuso, que obliga a la gente a aglomerarse con el riesgo de contagio que eso supone.