Calma y cordura
Esta frase es famosa en nuestro país por ser la que pronunció el general Eleazar López Contreras a la muerte del dictador Juan Vicente Gómez en 1936.
¿Quién era Lopez Contreras?, venía de ser el Ministro de la Defensa del llamado “Benemérito”. uno de los más feroces dictadores que, hasta esa fecha. había conocido nuestro país. Pero sobre todo. es recordado como el fundador de las Fuerzas Armadas modernas de Venezuela.
Este hombre austero llevó adelante un proceso de transición que iba encaminado al restablecimiento de la democracia en el país. En esa época, como es lógico, había mucho odio acumulado por los crímenes y vejaciones de toda índole cometidos por una tiranía qué subyugó a la nación por un lapso de 27 años, y la sed de venganza unida al deseo de acelerar las reformas que permitieran elecciones universales y secretas en el menor tiempo posible.
Con su lema calma y cordura López Contreras pretendía hacerle entender a los actores políticos que pasar de una dictadura a una democracia no podía hacerse a la carrera y que se requería mucha sensatez, pero sobre todo paciencia, para que los cambios se produjesen sin derramamiento de sangre.
Hoy estamos en una situación parecida, nos encontramos en una dictadura que se niega a rendirse y una democracia incipiente que trata, por todos los medios a su alcance, de lograr el fin menos cruento del régimen e iniciar el proceso de reconstrucción de las instituciones, la reconciliación nacional y la recuperación del bienestar necesario para poder vivir en paz y bajo el manto protector del estado de derecho.
Hoy, los venezolanos debemos, más que nunca, hacer nuestras esas palabras que nos invitan a actuar de manera reflexiv,a y entender que la prisa en la toma de decisiones no es garantía de un cambio sostenible y perdurable. Por ello, para lograr lo que tanto anhelamos es indispensable tener calma, pero sobre todo cordura.
Vamos bien y si seguimos, paso a paso, la ruta que nos señala nuestro presidente interino, Juan Guaidó, más temprano que tarde saldremos de esta pesadilla y podremos ver la luz de un país que amanecerá pletórico de esperanzas.