El Editorial
Abstención y profecía autocumplida
El 28 de julio la ciudadanía venezolana tendrá una oportunidad única de influir en su propio destino. Aunque los estudios de opinión pública reflejan un gran interés de participación en los comicios, esa intención puede ser afectada por la percepción de quienes piensan que “de nada servirá votar”, porque “los resultados ya están cantados”.
Esa narrativa pudiera ser una profecía autocumplida, porque evidentemente, sin participación multitudinaria posiblemente los resultados sí estén cantados. Hay que votar y vigilar el voto, es un derecho ciudadano y la real garantía de que el deseo mayoritario de los ciudadanos se concrete.