La vigencia de Eduardo

Cuando nos referimos a vigencia estamos hablando de leyes, ordenanzas o costumbres que esten en vigor, lo que a su vez significa fuerza física, energía de caracter, potencia de espíritu, imaginación, obligación, eficacia.

He dado estas definiciones a manera de introducción para explicar el titulo de Èste artículo, el cual se refiere a un hombre que en los ultimos nueve años, en vez de seguir avanzando en la vida por la inercia de un momento estelar, puso de manifiesto con toda claridad su visión de futuro e hizo de una aparente derrota una sólida base para seguir adelante con la fe puesta en un horizonte definido, constituido por un país digno y lleno de progreso donde sus habitantes, nuestros queridos compatriotas venezolanos, vean la posibilidad de su bienestar y la esperanza de un destino mejor.

Eduardo Fernández ha sido un hombre que a su gran contenido moral e intelectual ha sabido darle consistencia en su evolución hacia la madurez y formación como estadista con proposiciones e ideas que hoy constituyen parte significativa en el camino de transformación que obligatoriamente tiene que vivir el país en su proceso histórico, polÍtico, económico y social.

Fue el abanderado de la descentralización y elección de gobernadores y alcaldes, lo cual ha dado un gran impulso a las diferentes regiones, marcando la diferencia con la ab?lica vida que muchos estados y ciudades mantenían. Fue uno de los grandes impulsores de la apertura petrolera, que en definitiva nos ha hecho sentir la importancia que tenemos como país petrolero, y ser· el factor definitivo para el gran desarrollo económico. Luchó por el cambio de patrón en la asignación de las prestaciones sociales para los trabajadores, lo que significar· un cambio favorable en este sector tan importante de la colectividad nacional, los cuales agradecidos, son los m·s definidos en aupar su candidatura presidencial. Ha sido gran impulsor de la privatización de las empresas del estado, que por muchos años han constituido desaguadero de los recursos que se le han asignado. Desafortunadamente en esta ·rea no ha visto cristalizar sus esfuerzos, por la mala conducción del proceso, lo que ha sucedido igualmente con la reforma judicial, por la que tanto ha luchado como hombre de leyes y profesor universitario, con el firme criterio de que un país sin una verdadera seguridad jurÍdica, ser· visto con recelo por aquellos que aspiran hacer sus inversiones.

Entendió que las grandes ideas, si no se les encausan para convertirlas en proyectos tangibles, se quedan en su esencia inicial de simples ideas, como lo expresa el decir popular, de que «la intención sin acción es para ilusión», lo que lo lleva a crear la Fundación Pensamiento y Acción, escenario de discusión de los principales problemas del país, donde han intervenido gran número de hombres y mujeres, nacionales y extranjeros, que constituyen lo mas representativo de la capacidad intelectual y del conocimiento, presentando soluciones aplicables a los problemas tratados. Ha insistido permanentemente en su gran sueño, constituido por una profunda reforma educativa que va desde los primeros momentos de la vida del ser humano hasta los m·s altos niveles de su formación, pasando por la educación para el trabajo y la incorporación de los m·s de dos millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan. Conoce el país en profundidad, pueblo por pueblo, aldea por aldea, y lo que es m·s importante, a su gente. En cada rincón del país tiene un amigo, que para Èl es tan importante como su amigo capitalino. Como dirigente mundial de la Democracia Cristiana ha estrechado relaciones con los dirigentes m·s importantes de las AmÈricas, Europa, Asia, Africa.

Mantiene por las Fuerzas Armadas Nacionales un gran afecto y respecto, y es orgulloso de haber prestado el servicio militar obligatorio, cuando en 1956 se firmó un convenio entre el Ministerio de la Defensa y algunos colegios privados para impartirle instrucción militar. Cree en una institución militar bien entrenada equipada y dotada, donde sus miembros sientan el orgullo de pertenecer a ella, con una visión clara para adaptarse a la nueva misiones que imponen los tiempos.

Su formación, capacitación y actuación, más su relación con la vida activa del país lo hacen capaz de formar un equipo coherente, disciplinado y con definido criterio para llevar adelante las tareas de gobierno y lograr lo que es la meta fundamental de todo gobernante: el bienestar y crecimiento de los gobernados.

Quienes por profesión, conocimientos y deseos analizamos constantemente lo referente a Seguridad y Defensa Nacionales, hemos concluido, no como tesis oficial de ninguna institución, sino como raciocinio y análisis de la situación, que el próximo presidente de la república debe llenar, entre otros, los siguientes requisitos. Debe ser un profundo conocedor de la realidad venezolana e indiosincrasia de su gente. Conocer y mantener relaciones con los principales dirigentes mundiales, para darle al país el sitial que le corresponde. Tener amplios conocimientos de economía y en especial el significado que tiene el petróleo, no solo como generador de recursos, sino también que impulse el desarrollo en toda su amplitud. Tener una gran autoridad, que vaya más allá de la emanada del cargo, a fin de ganarse la admiración, respeto y debida obediencia de las Fuerzas Armadas y los organismos de seguridad del Estado para seguir librando esa lucha que se aprecia duradera y con grandes sacrificios a todo lo largo de nuestras fronteras.

Estas lineas llevan el aprecio, admiración y reconocimiento a un valioso venezolano de nuestra generación.