¿Y el Plan de Desarrollo?
No ha variado en Venezuela la poca responsabilidad que -en algunos ambientes- se tiene ante lo que se promete o se expresa con palabras. En este caso, nos referimos a la oferta que hizo el Presidente de que las Líneas generales del Plan de desarrollo económico y social de la nación 2001-2007 se convirtiesen en un documento más completo o en un Plan propiamente dicho. Como siempre sucede con este Presidente, tuvo la “inocente” propuesta de plantear que el 17 de diciembre, fecha del relanzamiento del MBR-200, pudiese ser una buena fecha tentativa para que el país recibiese tal Plan, después de un “intensa” discusión. Como se sabe, esa fecha se convirtió -vista en un perfil retrospectivo y dadas las evoluciones previas y posteriores al contundente paro cívico del 10 de diciembre de 2001-, en la perspectiva presidencial de los problemas trascendentales del país, en una especie de arroz con mango.
La necesidad de tener un Plan podría discutirse. Los neoliberales extremistas, dentro de sus propias simplicidades, no necesitan ningún Plan, pues su recetario es bastante conocido y escueto, en lo que representa su perspectiva de la liberalización del comercio y las finanzas en un sentido amplio. De los “revolucionarios” y académicos afectos al régimen, que pudieran tener que ver con algo como un Plan, podía haberse esperado que tuviesen alguna preocupación mayor a la manifestada en la construcción y presentación de las Líneas generales…, y que resumimos, en otra nota, como miseria de la planificación, dado el nivel y las particularidades de tales Líneas….
Dada la importancia de tal asunto y el hecho de que el Presidente de la República no ha ofrecido ni presentado en su diversos discursos desde el 17 de diciembre de 2001, algo que pudiese denominarse como Plan de desarrollo 2001-2007, así como el que tampoco hemos registrado, ni de parte de la Asamblea Nacional ni de funcionarios gubernamentales, planteamientos detallados o sistemáticos concernientes al mismo, puede uno partir de la apreciación de que tal Plan no existe. En cualquier caso y en beneficio de la amplitud, podemos enfocar tal situación, en términos de lo que se ofreció y lo que hemos señalado sobre la responsabilidad, a partir de cuatro perspectivas.
La primera, de que estemos equivocados y que tal Plan realmente exista, pero se mantenga en secreto sumarial, de Estado o no se le haya difundido. Ante esta situación, podríamos volvernos a preguntar sobre que valor tiene el consenso, la unión y hasta criterios altamente manoseados por este gobierno como es el de la democracia participativa.
La segunda perspectiva o respuesta, ante una pregunta como la del titulo de esta nota, podría ser que el Plan se está haciendo. Habría que preguntarse, entonces, cuanto se avanzó en los tres meses transcurridos desde que el Presidente hizo el ofrecimiento de que las Líneas Generales… se convertirían en un Plan y cual es la fecha que se le pone a las discusiones y a la entrega del mismo.
La tercera perspectiva, es la de que se confunda el Plan con los resultados de la Ley Habilitante. Esto es, se le diga al País, directa o indirectamente, que ahí están un conjunto de 49 leyes que abarcan distintas facetas de la economía y no hace falta un Plan ni con urgencia ni sin ella. Además de lo que esto implicaría en cuanto confusiones conceptuales, está claro que al País se le habría ofrecido algo que ahora se le cambia por otra cosa y se seguiría profundizando en las carencias de una estrategia de desarrollo -que el ejecutivo sigue confundiendo con lo que se le pueda ocurrir en un determinando momento-.
La cuarta perspectiva, es la especie de tremendura que podría resumirse en decir que, realmente, no se ofreció un Plan o de que se llegó a la conclusión de con las Líneas Generales… bastaba o que, simplemente, hubo un error en la transmisión o en la interpretación de la información. Varias experiencias tenidas en tres años de “gobierno revolucionario”, impiden apreciar que sea extraviada esta posibilidad. El presidente, por cierto, en uno de sus discursos, en forma curiosa -y quizás con astucia- dijo algo así como que ya se habían presentado unas Líneas Generales… que eran mas que eso. También, desde el estilo y las concepciones que se manejan el actual gobierno, podrán resaltar -como mecanismo de justificación- que ya se dio el paso de relanzar el Ministerio de Agricultura y Cría (ahora Ministerio de Agricultura y Tierras), que fue una de las “novedosas” ideas del presidente en su discurso del 28-9-01, al momento de presentar las Líneas…. En cualquier caso, ¿que papel cumple la Asamblea Nacional con su buena porción de “revolucionarios”?
Como los “revolucionarios” hoy día en el poder político en Venezuela dicen que trabajan mucho, no debería ser problema el que se haya atravesado el mes de diciembre. De cualquier manera, lo cierto es que, el tratamiento de la economía, sigue siendo una de las grandes deficiencias del gobierno iniciado en 1999 y el cual se aproxima a entrar en su cuarto año.