Ventas de pan casero aumentan en Anzoátegui por déficit de materia prima en panaderías
La necesidad de contar con una fuente de ingresos relativamente fija, así como contar con un sustento económico para poder adquirir alimentos, ha hecho que un número considerable de habitantes de la zona norte del estado Anzoátegui se las ingenie para hacer pan casero que posteriormente venden.
En varias zonas de la parte norte del estado oriental es posible observar diversos puntos de venta de pan casero en aceras, calles y frente a las viviendas de los habitantes que se han dedicado a la producción de pan. Las presentaciones varían: venden canillas o pan pequeño (popular o francés).
Juan Antonio Rondón, quien vende canillas en el centro de Puerto La Cruz, en el municipio Juan Antonio Sotillo, señaló que por la circunstancia de no tener un empleo estable se dedica a vender pan en la calle, pues aprovecha que su esposa sabe hacerlo. Como el pan no se consigue con facilidad en las panaderías de la localidad, argumentó Rondón, es una oportunidad ideal.
“La gente me compra los panes sin mirar atrás. Mi señora hace trueques, tanto para conseguir la harina de trigo como la mantequilla. Además, está pendiente de dónde puedan vender los ingredientes. Estos ya forma parte de nuestro sustento diario”, explicó Rondón.
Carmen Pérez, quien también vende pan, pero en su caso pan dulce, así como las populares donas, afirmó que tiene que hacerlo por necesidad, sin embargo, considera que a su edad, 60 años, ya no está para esas labores.
“Esto lo aprendí desde mi infancia y la terrible situación por la que estamos pasando me ha obligado a trabajar de nuevo”, aseguró Pérez.
En el casco metropolitano
Tanto en la ciudad de Barcelona, capital del estado Anzoátegui, así como en Guanta y Lechería, que conforman el eje metropolitano de dicha entidad, es posible observar diversos puntos de venta de pan casero en las calles, con diversos precios y presentaciones, pero con algo en común: sin control sanitario.
En el casco metropolitano muchas panaderías trabajan a media máquina por la carencia de materia prima para la producción de todos los tipos de panes y dulces.
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