Venezuela: la deuda externa y la vocación de pago suicida
Más allá de si Venezuela debería refinanciar su deuda externa o si debería optar por una reestructuración, la República –en términos de lo que significan sus obligaciones internacionales- llegó a un punto de definiciones en el corto plazo.
El problema de Venezuela no es de deuda sino de política económica, de acuerdo con el consenso de dos especialistas: el economista y director de la firma Torino Capital, Francisco Rodríguez, y el economista peruano, director de la consultora GCG Advisors, José Gonzáles.
“Venezuela ha seguido pagando todas sus obligaciones en los últimos tres años mientras pensábamos que no iba a ser así. Desde la perspectiva internacional, en Estados Unidos –en Nueva York- nunca se ha cuestionado la voluntad de pago de la República venezolana y de Pdvsa, lo que uno de los fondos más importante de Estados Unidos llama una vocación suicida por seguir pagando las obligaciones externas”, explicó Gonzáles en un foro respecto a la perspectiva de la deuda venezolana organizado por la firma Rendivalores.
De acuerdo con Gonzáles, Venezuela debería estar en capacidad de poder refinanciar su deuda externa, sin embargo, no puede aspirar a esa opción porque no hay ente u organismo que pueda financiar a la nación, mientras el Ejecutivo continúe con la implementación de políticas económicas y publicas perjudiciales.
“No hay quien la refinancie en el marco de las políticas públicas que sigue aplicando el Estado, en virtud de una dependencia de los precios del petróleo que no bajan pero tampoco suben; y nadie pretender creer que los precios van a subir considerablemente en los próximos años, como consecuencia de una oferta de producción extraordinaria. Venezuela no tiene muchas opciones si de petróleo hablamos y las obligaciones continúan, los endeudamientos persisitirán”.
Lo político y lo económico, según Gonzales, se funden en la actualidad y desembocan en una válvula de escape de alto riesgo, algo que el país ha podido ver en las últimas semanas. “El clima que Venezuela está viviendo es producto de una economía mal manejada”.
El deber ser
El director de Torino Capital, Francisco Rodríguez, señaló que en condiciones normales las deudas no se pagan, sino que se refinancian, sin embargo, “un país que no tiene acceso a los mercados financieros está obligado a pagar”, refirió.
“Este año Venezuela está pagando en su servicio de deuda unos 13 mil millones de dólares, dependiendo de qué deudas pones en esa cuenta; ese es un número que puede subir y llegar hasta 17 mil millones de dólares. Si te restringes a bonos de la deuda pública, está entre 9 mil y 10 mil millones de dólares. Independientemente, es una carga significativa para un país que tiene exportaciones de entre 28 mil y 32 mil millones de dólares”, argumentó Rodríguez.
Venezuela ha tenido no solo un pesado mes de abril en lo político, también en lo financiero. El pasado miércoles 12 de abril, la estatal de hidrocarburos Pdvsa anunció el pago de 2.557 millones de dólares, correspondiente a la amortización de capitales de sus bonos.
“El problema de Pdvsa es el marco de políticas económicas, podemos ir a un default desordenado en el que Pdvsa no va a poder seguir exportando”, señaló Rodríguez.
De acuerdo con Gonzáles, la estructura de Pdvsa en cuanto a su financiamiento es cada vez más peligrosa. “Son absolutamente caras y eso es parte del deterioro que estamos viendo”.
Perspectivas
Según Rodríguez, el mercado ha cometido un error en lo que se refiere a la evaluación de pago del Gobierno de Venezuela, de su capacidad y de su voluntad.
“Este Gobierno ha tenido amplias posibilidades de hacer default selectivo, sin embargo, ha seguido pagando constantemente”.
Tanto Gonzáles como Rodríguez coincidieron en que el Gobierno se ha decantado por el cumplimiento de sus obligaciones externas, sin embargo, recomendaron a los inversionistas una disminución de la exposición de deuda venezolana, mantener los bonos con menores rendimiento, para que en un caso hipotético de impago o default, las pérdidas no sean tan cuantiosas.
Un incremento de precios petroleros evidentemente le daría un respiro a Pdvsa y al país, pero no alcanzará para aliviar las delicadas finanzas de la empresa.
Gonzáles y Rodríguez no coincidieron en cuanto a la necesidad de Venezuela de refinanciar su deuda externa o de una reestructuración. Gonzáles consideró la reestructuración como una opción mucho más racional, sin descartar en ningún momento acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI). Por su parte, Rodríguez no consideró necesaria una medida como esa.
“Con las políticas adecuadas los ingresos en Venezuela podrían ser de al menos 40 mil millones de dólares, que generarían 250 mil millones de dólares de PIB”, aseguró Rodríguez.
De acuerdo con los analistas, es mucho más fácil una reestructuración de la deuda de la República que la de Pdvsa.
“Si el petróleo sigue cayendo el problema de flujo de caja va a tener que ser resuelto. Yo recomendaría hacer una reestructuración de la deuda, como lo hizo Uruguay, como lo hizo Ucrania. Ahora, eso implica una serie de medidas que permitan que esa deuda reestructurada pueda ser pagada, pero ese momento no ha llegado todavía”, argumentó Gonzáles.
Según ambos especialistas, la disyuntiva existente entre recortar importaciones y el pago de la deuda se mantendrá, si el Ejecutivo no ejecuta el ajuste necesario en la política económica del país.
“Las importaciones se han contraído 85%, la escasez es de casi 60%, una inflación de tres dígitos y la contracción continúa por cuarto año. Venezuela puede seguir pagando sus obligaciones externas pero a un costo muy alto, precisamente porque no puede refinanciar. Al final los costos de pagar esa deuda lo pagan los ciudadanos”, concluyó Gonzáles.
Rodríguez reiteró que el problema principal de Venezuela es que se le cerraron los accesos a los mercados internacionales, porque las políticas macroeconómicas son muy malas, “entonces tienes que recortar importaciones para poder pagar la deuda”.
De acuerdo con el economista venezolano, los tres tipos de cambios en el país hacen que la economía sea disfuncional.
“En Venezuela no hay un sistema de precios que permita asignar recursos y eso destruyó todos los incentivos para producir. Las políticas económicas son un problema, definitivamente”.
