Venezuela busca en economías emergentes reducir el daño de las sanciones
El Gobierno de Venezuela ha comenzado a buscar fórmulas para superar los daños han causado las sanciones de la Casa Blanca contra el sistema financiero venezolano, apuntando a los BRICS, la mayor de las economías emergentes, aunque no están hoy en su mejor momento.
Venezuela experimenta una de las peores crisis económicas de su historia, con niveles de inflación estimados de tres dígitos de los que la nación no tiene precedentes, y las sanciones impuestas por el Gobierno de Donald Trump limitan las posibilidades de que la Administración de Nicolás Maduro pueda superar los escollos.
Esta semana, la presidenta de la Asamblea Constituyente -el suprapoder en Venezuela-, Delcy Rodríguez, apuntó a los BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica-, varios de ellos aliados del Gobierno de Maduro, como la tabla de salvación para el nuevo escenario.
Consultado por Efe, el economista Pedro Sánchez opinó que los BRICS «no están pasando por su mejor momento», y cita el caso de Brasil, que «ha tenido que enfrentar una severa contracción económica de la que recién muestra signos de recuperación; añadida a una crisis política que todavía sigue generando incertidumbre para la inversión extranjera y doméstica».
Asimismo, Rusia, que está superando un periodo de contracción económica, por lo que aún «presenta altos niveles de riesgo en varios sectores de su economía», mientras que China «ha visto mermado su ritmo de crecimiento económico» que podría dejar de ver las tasas de crecimiento sobre el 9% a alrededor de 6% anual.
Sin embargo, Sánchez señala que en los esfuerzos de los países latinoamericanos para ampliar sus mercados internacionales «deben sin duda considerarlos por su interesante potencial en el mediano y largo plazo».
A su juicio, la prohibición a entidades financieras de Estados Unidos sobre los instrumentos de deuda emitidos por Venezuela «reduce significativamente» los mecanismos de financiación.
«Esto en un contexto de excesivo déficit fiscal complica aún más la situación económica de Venezuela, afectada ya por una severa contracción económica e hiperinflación», añadió.
La orden ejecutiva de la Administración estadounidense prohíbe específicamente las «negociaciones en deuda nueva y capital emitidas por el Gobierno de Venezuela y su compañía petrolera estatal», así como las «negociaciones con ciertos bonos existentes del sector público venezolano, y pagos de dividendos al Gobierno de Venezuela«.
Recientemente, la jefa de la Constituyente venezolana ha reconocido que Venezuela no tiene cómo pagar alimentos y medicamentos que se encuentran en embarcaciones en las costas, tras el decreto que firmó el viernes Trump.
Venezuela no había experimentado antes una crisis económica como la que vive actualmente, con el deterioro del sistema de salud, de distribución de los productos más básicos para al alimentación y las medicinas, y el agravamiento de los problemas de inseguridad, que mantienen también a la nación caribeña al tope de los indicadores negativos de la región.