Vender la crisis económica en el vecindario como una oportunidad de inversión

Los cuatro países que encabezan la clasificación de mercados de exportaciones no petroleras de Venezuela son Suiza, Estados Unidos, China y, por la región, Colombia, según datos de la Asociación Venezolana de Exportadores (AVEX).

El presidente de la Junta directiva de la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana (Cevecol), Gonzalo Capriles, reitera que es Colombia, por diversos factores históricos, el socio necesario para Venezuela. La evidencia de esa necesidad la constituye el hecho de que en momentos coyunturales, en lo político pero sobre todo en lo económico, Venezuela ha tenido que acudir al país vecino para suplir fallas de abastecimiento y comercio.

«Colombia es el socio necesario para Venezuela, como lo ha demostrado el hecho de que hemos tenido que acudir a ese país para poder abastecer el mercado venezolano. Ese país ha estado dispuesta a hacer lo necesario, con su capacidad, para suplir el mercado venezolano. Es la nación que siempre vamos a tener al lado. Es el país desde el que es más fácil importar y hacia donde es más fácil exportar, por la frontera terrestre que compartimos, la cual facilita el tráfico comercial. Colombia siempre ha sido un socio importante de Venezuela y hoy es aún más importante».

En medio de la crítica situación económica de Venezuela, apunta Capriles, han proliferado una cantidad importante de inversiones en Colombia por parte de venezolanos, pero también ha ocurrido lo propio en Venezuela.

«Hay un elemento importante al que hay que hacerle seguimiento y es el fenómeno de los venezolanos en Colombia. Durante mucho tiempo acá crecimos con una importante población de colombianos, algunos llegaron por el conflicto armado y otros en la búsqueda de mejores condiciones. Ahora el flujo migratorio se ha invertido, hay muchos venezolanos yéndose a Colombia y es un tema que debe ser de reflexión para las autoridades venezolanas y colombianas, porque son miles de venezolanos migrantes, cuyo bienestar debería ser promovido por el gobierno venezolano».

Las condiciones de la economía nacional generan la ambivalencia de constituir complicaciones, pero al mismo tiempo oportunidades.

“Dadas las particularidades de la economía venezolana y por el diferencial cambiario, si yo invierto una cantidad pequeña de dólares que me representan mucho en bolívares y espero a que se solucione la crisis política, pude ser una oportunidad atractiva para un inversionista, porque una vez solucionado el problema político, el país despegará. Habrá que vender un poco la crisis como una oportunidad de inversión”, explica Capriles.

Intercambio comercial

Según cifras de Cavecol, el comercio entre Venezuela y Colombia en el período enero-agosto de este año acumuló 633 millones de dólares. Cavecol basa sus reportes en lo publicado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística Colombiano (DANE). El último reporte del intercambio entre ambas naciones precisa un promedio mensual de 79 millones de dólares hasta agosto de este año.

«El primer semestre del 2015 Colombia era el tercer mercado para las exportaciones no petroleras. En 2016 surgió un nuevo protagonista en el comercio internacional de Venezuela y es Suiza por las exportaciones de oro que ha hecho el Banco Central de Venezuela (BCV) a ese país», precisa Capriles.

Sin embargo, Colombia se mantiene en el cuarto lugar con un monto acumulado en el primer semestre de 2016 de 102 millones 317 mil dólares.

A pesar de esta situación, según explica Capriles, Venezuela puede y debe hacer mucho más por incrementar y potenciar, no solo las exportaciones, sino las relaciones económicas y de intercambio comercial, de inversión, con Colombia.

«Lo  que muestra eso es que es un mercado con el que tenemos fuertes vínculos y que puede ser el primer mercado al que los exportadores venezolanos tengan acceso, porque lo conocen, porque han estado vinculados a él y porque es el primer mercado al que los productos venezolanos deberían acceder. Es, en definitiva, un mercado al que hay que proteger», señala Capriles.

CAN y Mercosur

Cevcol agrupa a 135 empresas que forman parte del conglomerado empresarial venezolano colombiano. Capriles precisa que las relaciones comerciales entre ambas naciones están reguladas por el Acuerdo de Alcance Parcial de Naturaleza Comercial Nº 28, una regulación que requiere modificaciones y mejoras tras un periodo de años en el que las relaciones comerciales entre Venezuela y Colombia pasaron de mantener acuerdos avanzados, para funcionar ahora con los mecanismos más básicos, como una consecuencia de las divergencias políticas, diplomáticas y de intereses de ambos países.

La mirada de Venezuela hacia Mercosur y su salida de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) en 2011 generaron una dinámica distinta con un impacto en lo económico.

«En gran medida han confluido dos cosas. Venezuela se volcó al Mercosur y descuidó otros intentos de integración económica; descuidó mercados e inversiones para dedicarse al Mercosur y eso afectó las relaciones con Colombia. Cuando Chávez decidió que Venezuela saliera de la CAN por un altercado con Colombia, que había firmado un tratado de libre comercio con EE.UU.,  Chávez dijo que Venezuela seguiría otro esquema y el tiempo le daría la razón. Bueno, el tiempo le dio la razón a Colombia porque allá hay trabajo y aquí no; en Colombia  hay comida y aquí no. Lo segundo fueron los altibajos en las relaciones políticas entre Venezuela y Colombia».

Venezuela y Colombia congelaron sus relaciones diplomáticas en tres momentos, entre 2005 y 2008, lo que produjo un impacto sustancial en todo lo que se refiere a las relaciones comerciales y económicas.

«El Acuerdo Comercial Nº 28 nos parece insuficiente porque eso nació en el momento en que Venezuela salió de la CAN y quedamos por un tiempo sin tener acuerdo de comercio con Colombia y hubo la aplicación de normas transitorias de la CAN. Luego se llegó entre los dos gobiernos a este acuerdo de integración, que es el más simple. Pasamos de tener un mecanismo avanzado, como el de la CAN, a tener uno como el Acuerdo Nº 28, que es un acuerdo de preferencia e integración muy básico, que además está diseñado en función de Colombia, no de Venezuela; es decir, empresas públicas venezolanas compran productos colombianos, pero no hay una contrapartida de empresas públicas colombianas para que compren productos venezolanos. Eso fue pensado en el entorno de que el Estado debe hacer todas las operaciones y eso hay revisarlo. La integración con Colombia debe tener una base mucho más firme».

Perspectivas

El vocero de Cavecol no descarta el optimismo y añade que es necesario un acuerdo para evitar la doble tributación por operaciones comerciales; reitera la pertinencia de las recomendaciones de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal) a las delegaciones de Venezuela y Colombia para cambiar la realidad fronteriza de ambas naciones.

“Venezuela tiene un acuerdo para evitar la doble tributación, por ejemplo, con EE.UU. y resulta que con el vecino no lo tenemos”.

Venezuela era el segundo socio comercial de Colombia después de Estados Unidos hasta 2006.

“Lo que trajo consigo el cierre de la frontera, entre otras cosas, fue que afectó el comercio porque era mucho más caro importar o exportar hacia o desde Colombia que desde otros países. Colombia perdía la ventaja competitiva frente a otros países y eso alteró costos y perjudicó seriamente al comercio”.

Entre las recomendaciones de la Cepal para transformar la dinámica fronteriza entre Venezuela y  Colombia, cuya afectación por el cierre fue evidente para el intercambio comercial, destacan seis puntos: disminuir el comercio informal y la restauración del formal; reducir el diferencial cambiario; reforzar la coordinación y la información entre los bancos centrales y las casas de cambio; fijar la reapertura definitiva de la frontera; elaborar planes de seguridad más amplio y reactivar las actividades comerciales desde los dos lados de la frontera.

“El mercado colombiano es sano, muy competido, pero sano. Las inversiones venezolanas en Colombia tienen que competir y ajustarse a las condiciones de ese mercado, pero tienen una situación jurídica y un marco de protecciones que funcionan mucho mejor que el de Venezuela. El riesgo del inversionista venezolano al hacer una inversión en Colombia es mucho menor, lo que no quiere decir que no haya inversiones colombianas en Venezuela o que no sea atractivo para un inversionista colombiano”.

Actualmente Cavecol no cuenta con cifras puntuales de inversiones colombianas en Venezuela, sin embargo, Capriles destaca que un plan que fomente el mayor intercambio comercial y promueva la inversión del país neogranadino en suelo venezolano no puede eludir los mecanismos que eleven la productividad en el país, por lo que son conscientes de lo que plantean organismos, gremios y sectores industriales, empresariales y comerciales como Conindustria, Fedecámaras y Consecomercio.

“Sabemos que hay empresa venezolanas importantes que se han establecido en Colombia, así como hay una importante inversión colombiana en Venezuela; esas inversiones han sufrido los embates de la crisis económica que hay en el país”.