Un suspiro para el Comercio multilateral.
Pareciera que los principales actores en la Organización del Comercio (Estados Unidos, la U.E, Brasil , China y la India) estarían dispuestos a hacer un intento por salvar las negociaciones que se iniciaron en Doha en el año 2002. Pascal Lamy, Secretario General de la OMC, prestigioso negociador y experto en comercio coincide que la opción de consenso está abierta siempre y cuando se logre centrar la negociación multilateral en la agricultura y se modifiquen las intransigentes posiciones en el tema agrícola.
El impase tiene como responsables la testarudez de los países desarrollados, especialmente los Estados Unidos y Europa. Superar los obstáculos de este proceso negociador podría significar una inyección de tres mil millones dolores a la economía mundial y una oportunidad para que muchos países en desarrollo puedan tener acceso a los mercados más importantes del mundo.
Por su parte la Unión Europea considera que uno de los prerrequisitos para avanzar en las negociaciones es que los Estados Unidos reduzcan aun más sus fuertes subsidios agrícolas. Estados Unidos pareciera estar atado a las elecciones del próximo Noviembre. A mediados del próximo año(2007) pierde Bush la autorización para negociar a través de la “via rápida”. Será difícil que en el tiempo restante se logre algún acuerdo en esta materia.
Mientras que esta es la realidad en la que se suscribe una mayor apertura en el comercio mundial, los miembros de la organización multilateral se concentran en mantenerse atentos a la agenda formal que genera la propia administración de los acuerdos que se firmaron en Marrakech y que es la base de la normativa mundial en esta materia. Los distintos comités y los consejos sectoriales que forman parte de la estructura organizativa se reúnen periódicamente y la revisión de las políticas comerciales por parte de los miembros siguen su curso.
La semana próxima se realizara en Brasil una reunión de los ministros de Comercio del Grupo de los 20, compuesto por los principales países del mundo en desarrollo y quienes se han logrado convertir en un fuerte brazo negociador frente a los desarrollados. Este grupo de países con ideas afines (like-minded) ha asumido una postura en defensa de los mayores intereses comerciales del mundo en desarrollo tanto en lo que se refiere a la negociación agrícola como de bienes industriales. Para superar la crisis y fortalecer le sistema multilateral se requiere que los países desarrollados flexibilicen su posición negociadora y le den un espacio apropiado a las demandas de la mayoría de la membresía. Desde una perspectiva negociadora es importante que un grupo de esa naturaleza, como lo es el G-20 , mantenga la unidad y logre conciliar sus intereses comerciales con los intereses del resto del mundo en desarrollo. La sola presencia de actores como la India, Brasil y China como parte del grupo los hace determinantes en el propio proceso de negociación global.
Mucha firmeza y experticia son herramientas necesarias para lograr las justas aspiraciones de la mayor parte de las economías en desarrollo. Sin duda pierden al tener menor acceso de sus productos a los mercados del mundo en desarrollo, pero también es cierto que los países desarrollados pierden por el estancamiento de la economía mundial y por la ausencia de vastos sectores de la población del planeta excluida del acceso a bienes materiales que solo se alcanzan en la medida que sus economías crezcan y la capacidad de consumo de estos países aumente.