The Economist: “Déjelos comer chavismo”
El diploma entregado por la FAO al gobierno de Venezuela, por su “notable y excepcional” esfuerzo para contener el hambre, fue el tema de un trabajo de investigación publicado en la última edición de la revista The Economist.
Con el título de “Déjelos comer chavismo”, y con sumario que dice “La ONU honra Venezuela por contener el hambre –la cual actualmente se pone peor”, el medio entrevista a una venezolana de clase popular, a una nutricionista de la Fundación Bengoa, y cita tanto a lo que dijo el vicepresidente Jorge Arreaza al recibir el diploma, como a funcionarios no identificados de la FAO.
La venezolana entrevistada, cuyo nombre no fue revelado, sería miembro de un consejo comunal, señaló que: “Chávez decía que con la revolución todo se pondría mejor”, pero que no sabía porqué el sucesor de Chavéz (Nicolás Maduro) “no ha mantenido su promesa”.
Asimismo, se indicó que esta mujer vive en una finca ocupada por el gobierno y trabajaba preparando comidas para sus vecinos, pero que dejó de hacerlo porque “no podían pagar” lo que valía la comida.
“Los productos de primera necesidad que llegan a su comunidad vía la red de alimentos subsidiados, solo cubren 200 de las 1.000 familias que se suponen benefician”.
Consideró The Economist, que el reconocimiento de la ONU fue un alivio para el gobierno. “De acuerdo a la FAO (…) Venezuela es uno de los 72 países que alcanzaron La Meta del Millennium de la ONU”, pero advirtieron que “el premio, basado en data del 2012, viene en medio de creciente evidencia que la tendencia se ha revertido”.
Al citar las palabras de Arreaza al recibir el diploma, en cuanto “el 95% de los venezolanos comen tres comidas al día”, recordaron la encuesta realizada por tres universidades el año pasado, donde se conoció que “más del 11% dijeron que comen solamente dos o menos veces al día”.
Señaló The Economist, que la FAO alegó que “no vieron razones para dudar de las estadísticas que utilizaron”. Sin embargo, advirtieron que “muchas de las cifras necesarias para una evaluación total no han sido publicadas por años”.
“El Banco Central no ha publicado los índices inflacionarios mensuales o escases de alimentos en el 2015. En noviembre según cuentas oficiales, el salario mínimo solo comparaba el 76% de los alimentos requeridos por la familia promedio. Independientes sugieren que ahora se requieren tres salarios mínimos y medio. Cerca de 40% de los trabajadores obtienen el salario mínimo o menos”, agregaron.
The Economist también entrevistó a la nutricionista Marianella Herrera, de la Fundación Bengoa, quien calificó a data oficial de “parcial e inconsistente. Otros estudios muestran un incremento de la desnutrición”, dijo.
“Los niños aparecen en las emergencia de los hospitales con desnutrición severa, y algunos están muriendo por la falta de insumos básicos”, indicó.
Igualmente señalaron en el reportaje, que “las propias cifras del gobierno, que señalaron alcanzar al meta de la ONU por reducir la desnutrición en niños para el 2008, indican que en el 2013 Venezuela estaba cercana de cruzar la línea otra vez, en la dirección opuesta”.
Comparación de cifras
The Economist acompañó el reportaje con una tabla a dos columnas, con el título “Cifras de Fantasía”, donde compara las cifras oficiales con estimados de organizaciones independientes en cinco áreas específicas.
En lo relativo a la “pobreza extrema”, señalan que el gobierno reivindica que logró bajarla de 12,2% de hogares en el 2004, a 5,4% en el 2013. Ante los cual, los estimados independientes indicarían que para el 2014 es de 7,3%, y que no hubo una caída neta de pobres desde el 2000.
En cuanto a lo señalado por el vicepresidente Arreaza, de que el 95% de una población de 31 millones de habitantes comen tres veces al día, el estimado independiente señala que sólo el 88%.
La desnutrición, que para el gobierno cayó cuatro-quintos desde 1990, resultaría que el consumo de alimentos de primera necesidad ha caído entre el 2011 y el 2014.
El gobierno señala que 22 millones de personas obtienen alimentos subsidiados. Lo que es rebatido en los reportes independientes, que registran que sólo el 11,7% de los genuinamente pobres se benefician de esos subsidios.
Finalmente, el gobierno insiste que 4 millones de escolares se benefician de comidas gratuitas del programa PAE. Lo que es negado en los estimados independientes, que advierten que el PAE es deficiente en cantidad y calidad, y que a los proveedores a menudo no les pagan.