Termozulia II, entre efemérides y promesas
Es digno de celebrar que el viernes 24 de octubre se inauguró la primera unidad de Termozulia II. Entre efemérides, por cumplirse 220 años del nacimiento de Rafael Urdaneta y 120 de la inauguración de la primera empresa de servicio eléctrico en Venezuela, se está dando inicio a la operación de la mejor central térmica que se está construyendo en el país. Termozulia II tiene la escala y la ubicación adecuadas para brindar un importante aporte a nuestro deteriorado servicio eléctrico. Faltan dos unidades más para que el proyecto culmine y alcance los 450MW, hecho que se promete para fines de 2009, pero los 150 MW que aporta esta primera unidad serán sin duda útiles al sistema.
Hace 120 años fue Jaime Carrillo, un comerciante valenciano radicado en Maracaibo, quien tuvo la notable idea de instalar una empresa de servicio eléctrico en la ciudad. En sus viajes de negocios conoció al mismo Edison y fue a él a quien le compró los equipos. Hizo un contrato con la Gobernación Regional, para proveer iluminación al centro de la ciudad, en el que se comprometía a inaugurar el servicio el día del centenario del prócer Urdaneta. Los equipos llegaron tan retrasados que tuvo que trabajar día y noche los 8 días anteriores, pero cumplió. El evento significó el inicio de la prestación del servicio eléctrico en Venezuela.
Mucha agua ha corrido bajo los puentes desde entonces, pero esta unidad inaugurada en el onomástico, a pesar de ser 500 veces más grande que aquella central de Carrillo, significa un paso más modesto que aquel para nuestro servicio. En efecto, el déficit acumulado hoy es superior a los 2.000 MW, por lo que debemos iniciar, a la brevedad posible, 6 proyectos como Termozulia II. Esto no le resta méritos a la inauguración, pero sirve para colocar el evento en perspectiva.
Otra cosa que debe celebrarse es la demostración de capacidad que nos da la empresa Enelven. Los profesionales marabinos ofrecen una nueva evidencia de que pueden formar equipos con la capacidad que se requiere para levantar un proyecto dentro del programa y las especificaciones. No se puede superar la crisis actual sin apelar a las instituciones, a los que saben. En ese sentido Enelven representa un activo esperanzador para nuestro servicio eléctrico. Ojalá que se aproveche.
Para valorar la capacidad de Enelven basta cotejar su desempeño con lo que está ocurriendo con Josefa Camejo, en Paraguaná. En la cadena del 4 de septiembre, en respuesta al apagón del 1º de ese mes, se nos prometió inaugurar la primera unidad de dicha central el 27 se septiembre. La promesa se hizo cuando faltaban apenas 23 días. Sin embargo, ya ha pasado un mes de la fecha anunciada y aun no se ha cumplido. Por añadidura, ni siquiera se nos ha anunciado una nueva fecha para la inauguración de la central. Si el incumplimiento de promesas se considerara un delito culposo de negligencia, deberíamos tener muchos presos entre las autoridades del sector y del país, en vez de penalizar a los ingenieros de Edelca que ponen su mejor esfuerzo para mantener en pie un sistema eléctrico que opera violando las especificaciones.
Es mejor quedarse con los buenos augurios que nos ofrece Termozulia II y esperar que sirva para abrir los ojos de nuestras autoridades sobre las tareas que se deben emprender. A ver si algún jefe revolucionario del sector saca valor y se anima a convencer a nuestro Paladín de que hay que olvidarse de la generación distribuida, recomendada por el otro Prócer de la Cuba rural, aquella que se quedó estancada hace 50 años, y logran dedicarse a emprender proyectos de tecnología y escala adecuada, como el recién inaugurado.