Economía

Tendencias del comercio entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe 1998- 2003 (1)

El comercio total de mercancías entre la Unión Europea (UE) y América Latina y el Caribe (ALC)(2) acusó un crecimiento sostenido durante los años noventa, aumentando un 80% entre 1991 (US$ 50,6 millardos) y 1998 ($ 91 millardos).(3) Sin embargo, las exportaciones latinoamericanas y caribeñas crecieron a una tasa de sólo 2,5% interanual y las importaciones provenientes de la UE se incrementaron en un 8,3% anual durante el decenio concluido en 2000, dando origen a un creciente déficit comercial que alcanzó su punto máximo en 1998 ($ 16,9 millardos).

El mayor crecimiento del comercio de ALC con el resto del mundo, el menor aumento relativo del comercio europeo a escala mundial y los problemas de acceso a mercados de las exportaciones latinoamericanas y caribeñas, también causaron una importante disminución en la participación europea en los intercambios comerciales totales de Norte, Centro y Suramérica. La UE, que en 1991 representaba el 19% del comercio total de ALC, pasó a significar sólo el 11,7% en 2000.(4)

Estas tendencias sólo pueden ser invertidas si ambas regiones, especialmente el MERCOSUR, aceleran y concluyen la negociación de los acuerdos de concertación política, asociación económica y libre comercio y cooperación (denominados también de IV Generación), y si ambas regiones cooperan más activamente en la generación de flujos de negocio y en la búsqueda de nuevos mercados.

TENDENCIAS GENERALES DEL COMERCIO UE – ALC, 1998-2003

El ímpetu registrado en los intercambios de bienes entre la UE y ALC hasta 1998, perdió dinamismo en el quinquenio que concluyó en 2003, a excepción de México y Chile. Incidieron en este desempeño factores tales como el efecto recesivo de las crisis económico-financieras de Asia (1997), Rusia (1998), Brasil (1999) y Argentina (2000), la desaceleración del crecimiento económico tanto en Europa como en América Latina, las catástrofes naturales ocurridas en Centroamérica, El Caribe, los países suramericanos de la Costa del Pacífico y Venezuela, la disminución considerable de los precios de los productos agrícolas y demás materias primas, la persistencia de restricciones de acceso a mercados para las exportaciones regionales y la notable contracción de las importaciones suramericanas provenientes de Europa.

Entre 1998 y 2003, la tasa anual de crecimiento económico de la UE y de ALC promedió un 2% y un 1,3%, respectivamente, frente a un 2,5% y un 3,6% durante el quinquenio anterior. (5) La participación de ALC en el comercio mundial, que alcanzó a un 5,6% en 1998, bajó a un 4,8% en 2003 (Cuadro 1). Durante ese mismo lapso la participación de Asia (particularmente China y la India)(6) en el comercio mundial aumentó considerablemente, en detrimento de Estados Unidos, la UE y ALC. Sólo los 10 nuevos países miembros de la UE, que ingresaron el 1 de mayo de 2004, incrementaron su participación en el comercio mundial (de 2,4% en 1998, a 3% en 2003). Por su parte, la participación de ALC en el comercio total de la Unión Europea también ha bajado de 5,9% en 1998, a 4,6% en 2003.

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El valor de las exportaciones totales de ALC a la UE registró un modesto crecimiento entre 1998 y 2002, y una recuperación apreciable en 2003 (Cuadro 2). Las importaciones latinoamericanas y caribeñas procedentes de la UE cayeron abruptamente durante el mismo lapso, pero repuntaron en 2003. Fue la caída de las importaciones latinoamericanas y caribeñas la principal razón por la cual el persistente déficit comercial de la región con respecto a Europa disminuyó durante el mismo período, al pasar de $ 16,9 millardos en 1998, a $ 3,2 millardos en 2003. Sin embargo, no puede afirmarse que se trata de una tendencia estructural sino de factores circunstanciales que no modifican el cuadro de dificultades de acceso a mercados que enfrentan los países latinoamericanos en el mercado único europeo.

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Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo destaca cuatro factores determinantes en el desempeño de los intercambios comerciales entre ALC y la UE, particularmente durante el período analizado (1998-2003), a saber:

• Comportamiento de los tipos de cambio.
• Estructura de las exportaciones de ALC a la UE.
• Crecimiento económico y competitividad, y
• Acceso a mercados e integración.

La apreciación de las principales monedas latinoamericanas en la década de los noventa contribuyó a desalentar las exportaciones regionales a la UE. La depreciación del real brasileño a partir de 2000 y la devaluación del peso argentino a partir de 2001, probablemente han reestimulado las exportaciones de esos países y desalentado las importaciones provenientes de Europa. La apreciación del euro con respecto al dólar estadounidense desde principios de 2002 podría contribuir a alentar aún más las exportaciones latinoamericanas, así como también a desalentar las importaciones provenientes de la UE, con lo cual el déficit comercial, en ausencia de otros factores como la conclusión de las negociaciones del acuerdo de asociación y libre comercio con el MERCOSUR, tendería a disminuir o mantenerse en niveles similares al 2003.

La mayoría de las exportaciones de ALC a la UE está constituida por productos agrícolas, metales, minerales y combustibles, pese a que la región aumentó en términos absolutos y relativos las ventas internacionales de productos manufacturados a lo largo de la década pasada. En efecto, los bienes manufacturados representaron cerca el 58,5% de las exportaciones latinoamericanas y caribeñas al mundo (Cuadro 3), mientras que dichos bienes alcanzaron menos el 28,2% del total exportado al mercado europeo (23% si se excluye a México).(7)

La condición de exportadores de productos agropecuarios y materias primas introduce una mayor vulnerabilidad al valor de dichas exportaciones por la volatilidad intrínseca de los precios en los mercados internacionales. Entre 1986 y 1995, los precios de los productos básicos no petroleros mostraron un aumento interanual de 3%, mientras que los mismos sufrieron reducciones notables desde entonces hasta 2001. Dicha condición también hace menos diversificada la oferta exportadora latinoamericana y caribeña a Europa, a diferencia de la correspondiente a Norteamérica.

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Durante el lapso analizado, el crecimiento de ambas regiones fue también inferior al de otras regiones del mundo, particularmente Asia. Factores estructurales limitan el crecimiento económico de Latinoamérica y Europa. El nivel del ingreso por habitante de la Unión Europea de los 25 (€ 20.420, 2001, Cuadro 4), es cerca de un tercio inferior al de Estados Unidos.(8) Factor importante para la dinamización futura de los intercambios de bienes y servicios entre ambas regiones será el mayor crecimiento económico que resulte del mejoramiento de las competitividades relativas de ambas regiones con respecto a Norteamérica y Asia.

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La Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea ha sido un obstáculo para el acceso a mercados de los productos latinoamericanos y caribeños, particularmente los del MERCOSUR. El presupuesto de subvenciones de la UE a sus sectores agrícolas ascendió a € 47.300 millones en 2002 (aproximadamente un 50% del presupuesto total de la Unión).

La perspectiva de incrementar dichas subvenciones con ocasión de la adhesión de los diez nuevos miembros de la Unión Europea y el descontento de sus socios comerciales y de la Organización Mundial de Comercio (OMC), llevó al Consejo Europeo a aprobar, octubre de 2002, una reforma de la PAC. Esta reforma prevé un incremento máximo nominal de 1% anual en los subsidios agrícolas, entre 2006 y 2013. En junio de 2003, el Consejo Europeo autorizó una enmienda mediante la cual se desvincularán las subvenciones agrícolas de la producción misma, con miras a aliviar la recurrente sobreproducción, la cual deprime los precios internacionales de los productos agrícolas.(9)

El 31 de julio de 2004, los 147 países miembros de la OMC alcanzaron en Ginebra un acuerdo que, en principio, desbloquea las negociaciones para un tratado global de liberalización comercial. La negociación de este tratado multilateral se inició en Doha, Qatar, a fines de 2001, y sufrió diversos reveses, el último de los cuales ocurrió en Cancún, México, en setiembre de 2003. El acuerdo de Ginebra estipula reducir en un 20% los subsidios agrícolas de Estados Unidos y la Unión Europea y la aplicación de una nueva fórmula de reducción de aranceles para productos agrícolas e industriales, favoreciendo a los países en vías de desarrollo.(10)

El denominado “Texto Oshima” establece los parámetros para una futura negociación definitiva en cinco áreas claves: agricultura, productos industriales, temas de desarrollo, facilitación de comercio y servicios, quedando por negociarse los aspectos relativos a comercio y ambiente, resolución de controversias y reglas anti-dumping y derechos compensatorios.(11) La siguiente reunión ministerial fue fijada para diciembre de 2005.

La relativa lentitud con que se han negociado los acuerdos de asociación y libre comercio de la UE con ALC, particularmente con el MERCOSUR, y la tendencia de la UE a liberalizar más rápidamente sus intercambios económicos con sus países vecinos de Europa Central y Oriental y el Mediterráneo, también han incidido sobre el dinamismo de los intercambios euro-latinoamericanos y caribeños. Prueba de ello lo constituye el hecho de que la entrada en vigor de los tratados de libre comercio de la UE con México (julio 2000) y Chile (febrero 2003) ha provocado una aceleración apreciable en el comercio de mercancías de estos países con Europa.

TENDENCIAS DEL COMERCIO UE – MEXICO

México fue el primer país latinoamericano con el cual la Unión Europea firmó un tratado de libre comercio, el cual entró en vigencia el 1 de julio de 2000 para los intercambios de mercancías y el 1 de febrero de 2001 para el comercio de servicios. El tratado forma parte integral del acuerdo de concertación política, asociación económica y cooperación suscrito en 1997.

El tratado de libre comercio contempla la eliminación total de aranceles entre ambas partes a partir del año 2007. La UE eliminó los aranceles al 82% de las exportaciones de productos industriales mexicanos con la entrada en vigencia del mismo, quedando dichas exportaciones totalmente exoneradas de aranceles a partir del 1 de enero de 2003.

México inició su desgravación asimétrica liberalizando, el 1 de julio de 2000, el 47% de sus importaciones de productos industriales procedentes de Europa, agregó un 5% adicional el 1 de enero de 2003, y concluirá su desgravación total a partir de 2007. La liberalización del comercio agrícola prevé la supresión de aranceles europeos al 80% de las exportaciones mexicanas, y al 47% de las importaciones mexicanas a partir del 1 de julio de 2000, con un lapso de desgravación mayor para México, de 10 años. De manera que a partir del 2010, los intercambios agrícolas quedarán totalmente libres de arancel.

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El comercio total de México con Estados Unidos y Canadá aumentó notablemente desde la entrada en vigencia del tratado de libre comercio en 1994 (más de dos veces y media entre 1994 y 1998). Con la desaceleración económica de Estados Unidos, los intercambios comerciales disminuyeron a partir de 2000 y se comenzaron a recuperar en 2003, en línea con la reactivación económica de ambos países (Cuadro 5).

El comercio total entre México y la UE mantuvo una tasa de crecimiento vigorosa (6,9% interanual) entre 1998 y 2003, en comparación con el resto del mundo (4,8%) y Estados Unidos y Canadá (3,0%). Este desempeño es atribuible a la entrada en vigor del tratado de libre comercio. Las exportaciones mexicanas, sin embargo, han registrado un incremento modesto (1,8% interanual), mientras que las importaciones procedentes de Europa crecieron considerablemente durante el mismo período (8,8%).

TENDENCIAS DEL COMERCIO UE – CHILE

El tratado de libre comercio entre la UE y Chile entró en vigencia el 1 de febrero de 2003. A partir de esta fecha, la UE suprimió los aranceles al 99,8% de las exportaciones industriales chilenas. El resto quedará completamente libre de aranceles y sin contingentes el 1 de enero de 2006. Chile liberalizó en la primera fecha el 91,7% de las exportaciones industriales europeas, un 4,5% será desgravado el 1 de enero de 2008 y el resto (3,8%), el 1 de enero de 2010.

Los productos agrícolas serán liberalizados por la UE a Chile en un cronograma que incluye un 33% el 1 de febrero de 2003, un 55% a partir del 2007, un 12% a partir del 2010, y el resto (0,2%), a partir del 2012. Chile suprimió sus aranceles al 61,5% de sus importaciones agrícolas provenientes de la UE con la entrada en vigencia del tratado, continuará con un 16,6% a partir de 2008 y un 3,8% a partir de 2012.

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Chile es el único país latinoamericano que mantuvo después de 1998 una tasa de crecimiento de su comercio total, inclusive, ligeramente por encima de la registrada entre 1994 y 1999 (Cuadro 6). El comercio con la UE, después de bajar un 8,8% anual entre 1998 y 2000, subir en 2001, y volver a reducirse en 2002, parece iniciar una recuperación importante en 2003 (13,9%), primer año de vigencia del tratado de libre comercio.

TENDENCIAS DEL COMERCIO UE – MERCOSUR

La Unión Europea es el primer socio comercial del MERCOSUR, aunque su participación en el comercio total de la unión aduanera del Cono Sur se ha reducido de un 27,2% en 1994, a un 23,2% en 2003, siguiendo la misma tendencia exhibida por la América Latina y el Caribe durante el mismo período.

El acuerdo marco de concertación política, asociación económica y libre comercio entre la UE y el MERCOSUR fue suscrito en diciembre de 1995, durante la presidencia española de la Unión Europea. El lanzamiento de las negociaciones dirigidas a suscribir el tratado de libre comercio tuvo lugar en el marco de la I Cumbre de Jefes de Estado y de gobierno celebrada en Río de Janeiro, en junio de 1999. Las negociaciones se formalizaron en noviembre de ese año y la primera reunión del Comité Birregional de Negociaciones tuvo lugar en abril de 2000. Han transcurrido cinco años desde la Cumbre de Madrid y nueve años desde la suscripción del acuerdo marco de 1995. Se han celebrado trece rondas de negociación hasta mayo de 2004(12) y, de acuerdo con el Programa de Bruselas, suscrito a nivel ministerial en noviembre de 2003, la conclusión del tratado debe tener lugar en octubre de 2004.

Los intercambios comerciales entre la UE y el MERCOSUR crecieron a razón de 5% interanual entre 1994 y 1999, alcanzando un máximo de US$ 47,6 millardos en 1998 (Cuadro 7). Sin embargo, las exportaciones del MERCOSUR a la UE aumentaron sólo un 2,8% interanual durante el mismo lapso, mientras que sus importaciones subieron un 7% interanual. Para 1998, el MERCOSUR acusó un déficit comercial de US$ 7,4 millardos.

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El comercio total del MERCOSUR sufrió una contracción importante después de la devaluación del real brasileño en 1999, agravada por la crisis económica de Argentina. La drástica caída de las importaciones del MERCOSUR procedentes de Europa hizo revertir el tradicional déficit comercial. No se produjo entre 1998 y 2002 una recuperación de las exportaciones del bloque suramericano, y como se señaló anteriormente, el considerable repunte registrado en 2003 es probablemente producto del efecto combinado de la apreciación del euro con respecto al dólar y la devaluación acumulada de los signos monetarios de Argentina y Brasil.

El comportamiento futuro de los intercambios comerciales entre la UE y el MERCOSUR estará condicionado principalmente por los detalles que quedan por negociar a propósito del acuerdo multilateral alcanzado en el seno de la OMC en Ginebra, el 31 de julio de 2004, y por la conclusión del tratado de libre comercio birregional en octubre de 2004.

TENDENCIAS DEL COMERCIO UE – COMUNIDAD ANDINA

La Comunidad Europea llegó a representar el 30% del comercio total de la Comunidad Andina (CAN) en la década de los años 60 y 70. Desde entonces la participación ha venido disminuyendo sostenidamente. En 1994, la UE representó el 19% del comercio total de la CAN. En 2003, dicha participación cayó a un 13%. En términos absolutos, el comercio total de mercancías bajó de US$ 14,5 millardos en 1998, a US$ 11,9 millardos en 2003, un 18% menos (Cuadro 8).

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Desde antes de la Cumbre de Río de Janeiro (junio 1999), la Comunidad Andina ha desplegado consistentes esfuerzos diplomáticos para equiparar su relación a la que ya tienen Chile, México y el MERCOSUR. Durante la presidencia italiana de la UE, se firmó, en diciembre de 2003, el nuevo acuerdo sobre diálogo político y cooperación, pero sin incluir el compromiso europeo de avanzar hacia un acuerdo de asociación y libre comercio (asimétrico) o de IV Generación.

El esquema droga del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), otorgado por la UE a los países andinos y centroamericanos en reconocimiento al principio de la responsabilidad compartida en el combate al narcotráfico, ha sido erosionado desde 1990 por las concesiones arancelarias y franquicia total concedidas en el seno de la OMC, la extensión de los beneficios de nación más favorecida (NMF) a muchos otros países y la desgravación total o gradual asimétrica conferida por la UE a través de adhesión de los países de Europa central y oriental y los acuerdos de asociación y libre comercio con los países del Mediterráneo, África del Sur, Israel, México y Chile.

El esquema droga o SGP Andino ha sido útil para desarrollar nuevos mercados en determinados rubros agrícolas, pecuarios y pesqueros (espárragos, aceite de palma, flores, cueros y pieles, jugos, harina de pescado, camarones y langostinos, atún, conservas de pescado, etc.), así como industriales (petroquímicos); pero su condición unilateral y finita, con renovaciones continuas, no brinda a los inversionistas de ambas regiones las seguridades que si otorga un tratado bilateral recíproco de carácter permanente con cronogramas de desgravación asimétrica.(13) Por otra parte, el escaso dinamismo de los intercambios comerciales entre la UE y la CAN en comparación con Chile, México y el MERCOSUR, es indicativo del menor interés relativo que los agentes económicos de ambas regiones tienen en el fomento de relaciones comerciales duraderas.

La III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno UE – América Latina y Caribe (Guadalajara, mayo 2004), tomó la decisión, sobre la base de una resolución similar adoptada en la II Cumbre de Madrid, de iniciar el examen de los procesos de integración de ambas regiones con miras a la eventual negociación de un acuerdo de asociación y libre comercio una vez concluida la Ronda Doha de la OMC.

El 7 de julio de 2004 la Comisión Europea adoptó una Comunicación que establece los principios que regirán el SGP para el decenio 2006-2015. Esta propuesta confirma el proceso de erosión que viene sufriendo el SGP Andino desde su instauración. El nuevo SGP propuesto reducirá de cinco a tres los tipos de esquemas especiales, a saber: 1.- un esquema general; 2.- un esquema “Todo menos Armas” para los 50 países más pobres del planeta, y 3.- un esquema “nuevo + preferencias arancelarias a los países con necesidades especiales de desarrollo.”(14) De acuerdo con la Comisión Europea, se propone:

“un nuevo incentivo para fomentar el desarrollo sustentable y medio-ambiental: se crearía una nueva categoría SGP+, que ofrecería incentivos especiales para los países que acepten las principales convenciones internacionales sobre derechos sociales, protección del medio ambiente y gobernanza, incluida la lucha contra la producción y tráfico de drogas.”(15)

El nuevo sistema propone de facto eliminar el SGP Andino. Los condicionamientos laborales y medio-ambientales fueron ya incorporados en la última revisión del SGP Andino (2002-2004), pero no de manera taxativa. Es menester esperar las especificaciones del nuevo esquema para realizar un análisis completo. Los gobiernos andinos (y centroamericanos) han expresado su desacuerdo con dichos condicionamientos con argumentos políticos, jurídicos y socio-económicos. El nuevo esquema propuesto implicaría el que la Comisión Europea emitiera de hecho certificaciones unilaterales para juzgar si un país beneficiario cumple o no con disposiciones de otros órganos multilaterales competentes, aparte de que los países objeto de tales medidas ya son signatarios de los tratados laborales y medio-ambientales pertinentes.

Los países andinos y centroamericanos quedan en una situación de desventaja frente a otras economías emergentes al serles eliminado el SGP Andino en su condición actual sin contar siquiera con un cronograma claro para la eventual suscripción de un acuerdo de asociación y libre comercio, contribuyendo a generar mayor incertidumbre e inseguridad comercial entre los agentes económicos de ambas regiones.

TENDENCIAS DEL COMERCIO UE – MERCADO COMUN CENTROAMERICANO + PANAMA

Si bien los países de la América Central acusaron, al igual que el resto de la región, una notable contracción de sus intercambios comerciales entre los períodos 1994-99 y 1999-2003, los países del Istmo, tanto como los andinos, mostraron un derrumbe más agudo en sus intercambios con Europa. La UE representó en 1994 el 15,8% del comercio total centroamericano; en 2002 dicha participación bajó a 10,4%. El desplome de las exportaciones fue más pronunciado: de 24,8% a 13,4%. Centroamérica, por su parte, representó el 0,3% del comercio total de la UE en 1994, porcentaje que se redujo a 0,2% en 2002.

El comercio total entre la UE y Centroamérica alcanzó su punto máximo en 1999 (US$ 4,0 millardos), y bajó a US$ 3,8 millardos en 2002. Las exportaciones centroamericanas al mercado europeo sufrieron una aguda reducción, de US$ 2,2 millardos en 1999, a US$ 1,5 millardos en 2002, registrando una contracción de un 12,2% interanual para el lapso 1999-2002 (Cuadro 9).

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Centroamérica, al igual que la CAN, suscribió en diciembre de 2003 un nuevo acuerdo de diálogo político y cooperación con la UE. En la Cumbre de Guadalajara los 58 Jefes de Estado y de gobierno de ambas regiones impartieron su aprobación para los análisis dirigidos a evaluar si en el futuro se negociará un acuerdo de asociación de IV Generación, sobre la base de los resultados de la Agenda Doha de la OMC.

La virtual eliminación del esquema droga del SGP a partir del 2006 y la evidente dificultad, si no imposibilidad práctica y política, de obtener del Consejo Europeo un mandato de negociación, realizar las negociaciones y suscribir un tratado de asociación y libre comercio birregional antes del 31 de diciembre de 2005, introduce un nuevo elemento de incertidumbre en las relaciones económicas de ambas regiones.

Este trabajo plantea no solamente la necesidad de homologar en tiempo y contenido, en función de las asimetrías económicas, los acuerdos de asociación de Chile, México y eventualmente el MERCOSUR, con tratados de similar tenor con la CAN y Centroamérica, sino recomienda aplicar para estas sub-regiones la Iniciativa de Facilitación de Negocios acordada en Madrid para el MERCOSUR, a riesgo de que la participación de ambas regiones en sus respectivos intercambios comerciales mundiales continúe deteriorándose, más aún cuando, en julio de 2004, se firmó el tratado de libre comercio entre Estados Unidos y los países del Istmo Centroamericano, quedando diferida sólo la firma del correspondiente tratado con Costa Rica.

TENDENCIAS DEL COMERCIO UE – CARICOM

La Comunidad del Caribe (CARICOM) registró un vertiginoso incremento del 25% interanual en su comercio con el mundo entre 1994 y 1999, pero acusó una contracción del 2% interanual entre esta última fecha y 2002. La Unión Europea perdió participación en los intercambios totales de la CARICOM a lo largo de toda la pasada década, pasando de un 18,3% en 1994, a un 12,6% en 2001. En 2002 se registró una leve recuperación (a 15,3%). La CARICOM, por su parte, representa el 0,3% de los intercambios de mercancías de la UE con el mundo y este porcentaje no ha cambiado desde 1994.

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La CARICOM se beneficia del acceso preferencial al mercado europeo en el marco del Acuerdo de Cotonú (junio 2000), conforme al cual la UE otorga franquicia total a alrededor del 99% de las exportaciones de los 77 países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP), aún cuando existen algunos productos, como el plátano, sujetos a cuotas.

El Acuerdo de Cotonú contempla el otorgamiento de dicho acceso preferencial hasta 2008, año a partir del cual entrarán en vigencia acuerdos sub-regionales de asociación y libre comercio con la UE, cuya negociación se inició el 16 de abril de 2004 en el caso de la región caribeña. El Acuerdo también prevé un período preparatorio y de transición de 20 años, a partir de 2008. En principio, se establecerá una zona euro-caribeña de libre comercio en 2020.

Diversos factores obstaculizan un desempeño más dinámico de las exportaciones caribeñas en el mercado único europeo. La CARICOM mostró un crecimiento del 16,2% y 17,6% de sus exportaciones a Estados Unidos y Canadá y la UE, respectivamente, entre 1994 y 1999. Pese al escuálido comportamiento de las exportaciones latinoamericanas al mundo, y particularmente hacia la Unión Europea, en el período 1999-2002, las exportaciones caribeñas a Norteamérica crecieron a razón de 3,6% interanual, mientras que las correspondientes a Europa decayeron a razón de un 3,8% interanual.

En conclusión, los intercambios económicos y comerciales del Caribe con la Unión Europea, al igual que los del resto de América Latina, sólo podrán reactivarse en la medida en que se reduzcan las trabas arancelarias y para-arancelarias que dificultan el acceso al mercado único europeo y se avance en la consecución de tratados de asociación de IV Generación, conjuntamente con la aplicación de mecanismos de facilitación de comercio.

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Notas

(1) Especial para Venezuela Analítica. Este trabajo será publicado en la segunda edición del libro El Nuevo Interregionalismo Trasatlántico: La Asociación Estratégica Unión Europea – América Latina, del mismo autor, publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo, marzo 2004 (www.iadb.org/intal).

(2) América Latina y el Caribe: Antigua y Barbuda, Argentina, Las Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Haití, Honduras, Jamaica, Granada, Guatemala, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, República Dominicana, San Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y Granadinas, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela. Unión Europea: Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Dinamarca, Francia, Finlandia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Grecia, Holanda, Hungría, Italia, Irlanda, Inglaterra, Luxemburgo, Lituania, Letonia, Malta, Portugal, Polonia, República Checa y Suecia.

(3) Comercio total = exportaciones + importaciones de mercancías.

(4) Parte de esta disminución se explica por la expansión notable del comercio total de México luego de la entrada en vigencia del TLCAN (NAFTA), el 1ro. enero de 1994. El comercio total de México aumentó de US 140,2 millardos en 1994, a 340,6 millardos en 2000 (+342%).

(5) Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Departamento de Integración y Programas Regionales – Oficina Especial en Europa, Integración y Comercio en América – III Cumbre América Latina y el Caribe – Unión Europea: Edición especial sobre las relaciones económicas ALC – UE, Nota Periódica, Mayo 2004, Washington, D. C., p. 5.

(6) China pasó a representar el 5,9% del comercio mundial en 2003 (el doble que en 1994), superando con creces el porcentaje (4,8%) de toda América Latina y el Caribe.

(7) BID, Integración y Comercio en América, antes citado, p. 18-19.

(8) Internacional Institute for Management Development, Anuario de Competitividad Mundial, (www.02.imd.ch/wcy/), Suiza. Citado por el BID, Integración y Comercio en América, mayo 2004. Dicho Instituto clasificó a Estados Unidos como la economía más competitiva en los últimos 5 años. Algunos países europeos también aparecen entre los 35 primeros. Sin embargo, Chile supera a Francia y a España y Singapur y Hong Kong a Alemania y Reino Unido.

(9) BID, Integración y Comercio en América, mayo 2004, antes citado, p. 22.

(10) The Wall Street Journal Americas, Acuerdo comercial tiene algo para todos, El Nacional, Caracas, 2 de agosto de 2004, p. A-14 (www.wsj.com/americas).

(11) World Trade Organization. Text of the General Council´s decisión on the Doha Development Agenda (the “July package”), agreed on 1 August 2004 (www.wto.org). En material de agricultura, el acuerdo de Ginebra contempla rebajas considerables en los subsidios agrícolas, la eliminación de modalidades de compensación o subvenciones a las exportaciones y una importante reducción de aranceles. En productos industriales (que representan el 90% del comercio mundial de mercancías y 70% del comercio total de los países en vías de desarrollo), se contempla una fórmula de reducciones no lineales, haciendo más agudos los recortes en las tarifas más altas y desgravaciones más graduales para los países en vías de desarrollo y nuevos lineamientos para el manejo de las barreras no arancelarias al comercio. En materia de servicios, el texto prevé la apertura de servicios de telecomunicaciones, financieros, turísticos, etc. En materia de desarrollo, el acuerdo establece nuevas prácticas para fortalecer el Trato Especial y Diferenciado (SDT) a los países en vías de desarrollo y la asistencia en materia de facilitación de comercio (“trade-related assistanse” – TRA). European Commission, External Trade, EU & WTO, The Doha Development Agenda: WTO mid-point agreement paves the way for future conclusion of trade round – a stronger multilateral trading system, Geneva, 31 July 2004.

(12) Bi-regional Negotiations Committee, European Union – MERCOSUR, XXX Meeting of the MERCOSUR – EU BNC, Brussels, Belgium, 3-7 May 2004. (www.europa.eu.int, external relations, regions, Latin America, Mercosur).

(13) La vigencia del actual SGP se extendía desde el 1 de enero de 1995 al 31 de diciembre de 2004, con revisiones bianuales y trianuales durante este período. En diciembre de 2005, la Comisión Europea prorrogó el vigente SGP hasta el 31 de diciembre de 2005.

(14) European Commssion, External Trade, Trade Issues, Generalizad System of Preferences, Países en Desarrollo: La Comisión desvela el sistema de preferencias comerciales para los próximos diez años – simple, transparente y objetivo, Bruselas, 7 de julio de 2004 (www.europa.eu.int).

(15) Idem.

(16) Comunidad del Caribe (CARICOM): Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago.

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