¿Subsidio o no subsidio? He ahí el dilema de los empresarios
(*) Por Héctor Benavente
El viernes 17 de agosto el presidente Maduro anunció varias medidas con el fin, según el gobierno, de salir de la crisis económica que sufre el país. Las consecuencias de estas medidas, lejos de mejorar crisis, serán una aceleración de la inflación, mayor escasez, cierre de empresas, pérdida del poder adquisitivo; resumiendo, una profundización total de la crisis y una nueva etapa donde se vivirá lo peor de la hiperinflación.
De las medidas anunciadas la que generó mayor impacto y preocupación fue el anuncio del aumento de salario mínimo a 1.800,00 BsS. Esto vino acompañado de la propuesta por parte del gobierno de hacerse cargo, mediante un subsidio a las empresas privadas, del diferencial entre el sueldo actual y el establecido de los empleados, públicos y privados (el alcance no es aún claro y no hay anuncios oficinal al respecto).
La reacción inicial a este anuncio fue de mucho nerviosismo y pesimismo. Muchas empresas hablaban de cerrar o tener que recurrir al subsidio como única forma de sobrevivir. Al pasar los días, y haber pasado esa ansiedad inicial, ya se empieza a hacer un análisis más cuantitativo y menos visceral de los efectos de esta medida y las opciones que tiene la empresa ante la situación actual.
Para poder dar elementos racionales a esta decisiones podemos hacer algunos cálculos del impacto que este aumento tendrá y cuál será su efecto en el tiempo. Uno de los economistas más importantes del país comentaba la semana anterior que esperaba en las próximas semanas, siendo optimistas, una inflación de 40% semanal. Esto significa una inflación de casi 500%, o lo que es igual un aumento de precio de casi 4 veces. Si este valor se mantuviese los siguientes 3 meses, esos donde el gobierno ofrece el subsidio, significa que para diciembre los precios habrían aumentado casi 57 veces. Este aumento de los precios ira acompañado de un aumento, en medida muy similar del valor del dólar paralelo. El dólar siempre termina alcanzando a la inflación, y puede llegar a superarla según sean las expectativas del mercado. Con estos valores, una inflación en 3 meses que podría ser del 5.800% o más, se puede observar que el aumento de salario perderá su valor de forma rápida, siempre queda la posibilidad que el gobierne decrete más aumentos de salario o los ligue a una variable como pueda ser el valor del Petro u otro valor, y así seguir aumentándolo.
Aspecto legal del subsidio
Habiendo analizado el impacto del aumento en la parte financiera y cómo su efecto se diluirá de forma rápida queda estudiar la parte legal del subsidio. Como bien han acotado diversos expertos en el área legal usar el subsidio de salarios por parte del gobierno puede tener fuertes consecuencias para la empresa. La primera es que podrían reclamar alguna parte de la producción de la empresa como compensación por ese subsidio entregado, este punto se da por seguro.
Otro aspecto comentado es que por la Ley Contra la Corrupción aquellas empresas que reciban dinero público pueden ser auditadas por el gobierno pudiendo tener este poder sobre las empresas, llegando a obtener control parcial o total de estas.
Entonces, al tener que discernir entre el dilema de optar o no por el subsidio es importante también hacer un análisis a fondo del impacto del aumento de salario en las finanzas, en especial el flujo de caja de la empresa. Se debe tomar en cuenta la evolución en el tiempo y no solo el primer mes.
En el aspecto legal es importante estudiar la estructura y sector donde se opera para poder tener una idea clara del riesgo que representa el uso del subsidio. Y finalmente luego de ponderar esto se debe tomar una decisión.
Particularmente, recomiendo es que en caso de no ser necesario el uso del subsidio (para la viabilidad de la empresa) no se recurra a éste, ya que los riesgos en el mediano-largo plazo son mayores que los beneficios que se obtienen en el corto plazo.
