Sr. Vierma: La soberanía nacional no existe,Venezuela depende de empresas transnacionales
He leído un artículo informativo que SE titula con una frase, al parecer, mencionada por ud. ante la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional Venezolana.
La mencionada frase a mi entender es rotundamente cierta y acertada y dice textualmente: » TENEMOS UNA DEPENDENCIA DE LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES».
Permítame, respetado SR: VIERMA, que al respecto le comente o dé mi opinión:
Siempre he sido partidario de que los gobiernos de cada nación orienten sus políticas económicas a la investigación tecnológica y a ayudar a sus empresas a adentrarse en este campo sin, por ello, distinguir que sean pública o privadas, sólo que sean competitivas tecnológicamente hablando y sobrevivan en sus respectivos mercados, precisamente esgrimiendo como arma su propia tecnología y no el fácil argumento de minimizar plantillas de personal, de pagar sueldos de miseria o de implantar contratos que al menos en España denominamos «contratos basura». Por ahí, creemos que no se va al triunfo, se va más tarde o temprano a sumergirse en la mediocridad empresarial o en el cierre.
En definitiva, la llamada «guerra de precios» ha finalizado y no es más competitiva la empresa que mejores precios ofrece. Es más competitiva y es la que sobrevivirá la que ofrece tecnología punta propia que da gran alto nivel de satisfacer la necesidad al cliente y satisfacción plena al mismo. Son muy pocos empresarios los que aceptan este reto quizás porque ellos mismos no están preparados para afrontarlos personalmente.
Por consiguiente, toda nación que tecnológicamente depende de otras naciones que le venden tecnología, va a recibir más tarde o temprano el fruto de esta política equivocada. Creemos que PDVSA está recogiendo ahora los frutos de la política cicatera que ha tenido en los últimos tiempos de total falta de inversión en investigación y de formación y actualización tecnológica de su personal.
Es verdaderamente aparatoso que Venezuela que vive del mono cultivo del crudo y que tiene una dependencia total en su economía nacional de la economía de PDVSA, no tenga empresas venezolanas que fabriquen taladros de perforación petrolífera, no tiene actualmente personal con experiencia, no tiene, en definitiva tecnología propia que le permita supervivir en un mercado que ciertamente es cotizado pero que ofrece poco valor añadido, por sí mismo, en el producto que vende, especialmente si es crudo que hay que procesar posteriormente. La tecnología que tienen esas naciones, que saben de la necesidad que PDVSA tiene de ellos y de personal con experiencia, que sabe que tiene pozos parados sin producir, que sabe que su nivel productivo va día a día disminuyendo en vez de ir aumentando, le va a pasar factura, cara y al contado y en consecuencia la soberanía nacional venezolana está muy limitada. Limitada a las condiciones que les impongan esas empresas extranjeras.
China nada le va a regalar a Venezuela. Ninguna otra nación le va a regalar nada a Venezuela. Por el contrario, repito, pasarán factura al contado y bien cara y PDVSA,, el gobierno venezolano tendrá que humillar la cabeza y acatar sus imposiciones o detener totalmente la producción de PDVSA.¿Que ocurrirá entonces?. Quizás sea ud. a quien me dirijo la persona que deba responderlo.
No se trata, pues, SR. VIERMA de que sea ud. o no lo sea el responsable de la actual situación de subproductividad con sus consiguientes costos . Se trata de que Venezuela tiene que producir crudo por supervivencia propia y se encuentra ante la situación de que no puede hacerlo y que sus limitaciones cada vez son mayores.
Por ello, le repito, respetado SR. VIERMA, que la falta de tecnología propia y actualizada (tecnología punta) provoca irremediablemente que la nación, en este caso Venezuela, que sufre esta lamentable situación, no tenga soberanía propia. Están uds. dependiendo de la voluntad e intereses de otras naciones.
Repetimos, SR. VIERMA. No se compite hoy día en los mercados a través de la «guerra de precios», se compite y sobrevive a través de ofrecer en el mismo tecnología propia punta, personal experto y saber adelantarse a las necesidades de los clientes (excelencia de la calidad). Cualquier otro camino que se escoja lleva al fracaso, téngalo por seguro.
Desgraciadamente España tampoco tiene soberanía nacional porque sus gobernantes y sus empresarios no se ocupan lo más mínimo de invertir, generar nueva y propia tecnología y desarrollar el sector empresarial.
Desgraciadamente no hay tales empresarios, sólo personas que cobijándose en ese nombre viven a costa de pedir continuamente dádivas al gobierno y amenazándole con cerrar la empresa y generar más desempleo.
DIPLOMADO EN PLANIFICACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
(UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID)