Solución de la crisis alimentaria: la clave está en la biblia y lo indígena
La “crisis en el abastecimiento alimentario” ha tenido a nuestro pais de cabeza recientemente. No es para menos, a pesar de tanto otro problema, lo que comemos es vital para el bienestar. Somos lo que comemos. Se ha centrado el asunto en el tema de la escasez de rubros como la carne, el queso, la leche y otros productos animales. La confrontacion de culpabilidades ha estallado en toda clase de “dimes y diretes” entre los principales actores. El Presidente airado ha dicho recientemente lo siguiente, con característico contundente estilo: “Estoy haciendo un esfuerzo de paciencia todavía. Le he mandado mensajes a los productores, a los intermediarios de los mataderos, frigoríficos y abastos. Pero si ellos siguen empeñados en violar los intereses del pueblo, la Constitución, las leyes, yo les voy a quitar los frigoríficos, los abastos, supermercados y los voy a nacionalizar. Así que prepárense”. Seguramente al lider máximo de la revolución, en virtud de su condición de llanero criado en la cultura cárnica-ganadera, se le haga díficil no mostrar un particular interés en el tema, asi como, por su condición de militar, no verlo como una nueva “gran importante batalla” de honor. Mas, de nuestra parte, le sugeriríamos al Comandante y al Gobierno que, antes de caer en una nueva bravata, mas amenazas estatizadoras, mas control y subsidios, considere la posibilidad de que pueda haber otra forma radicalmente distinta de ver la Crisis y sus soluciones, que no requiera lanzar una nueva guerrera y costosa “misión carne adentro”!
La clave primera está en una de las fuentes básicas de las cuales la actual Revolución alega nutrirse: La Biblia cristiana. Su relato del Génesis narra lo que una vez todos los seres vivos fuimos en el Paraiso Terrenal y lo que habremos de ser de nuevo, de acuerdo a la condición ideal divina. ¿ Qué dice en materia de alimentación: pues que la alimentación ideal prescrita por Dios es la vegetariana. El libro del Génesis (Gén I, 20-2,4) señala:“Y dijo Dios: He aquí que les entrego todas las plantas de semilla que hay sobre la faz de la tierra, y todos los árboles que producen frutos y semillas, para que les sirvan de alimento. Y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todos los seres que respiran, también les doy por alimentos las verdes plantas”.Lo anterior, también validado en los textos proféticos sobre la nueva era mesiánica o de restauración de las cosas que habrá de imponerse al final. Como el siguiente de Isaias (Is, 11,6-9):“Serán vecinos el lobo y el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito, el novillo y el cachorro pacerán juntos…la vaca y la osa pacerán juntas, juntas acostarán sus crías, el león como los bueyes comerá paja…Nadie hará daño, nadie hará mal en todo mi santo Monte, porque la tierra estará llena de conocimiento de Yahveh”. Todo lo anterior reforzado con la prohibicíon de derramar sangre, “el líquido de la vida alentada por Dios” (Gn 9, 1-7). Finalmente, por supuesto que no cabe duda que Jesus era vegetariano; como lo han sido o lo han recomendado todos los grandes maestros espirituales que ha tenido el mundo.
Siendo todo ésto así, un gobierno revolucionario que se dice seguidor del cristianismo podría haber sido mucho mas creativo para encararar la reciente gran “crisis del abastecimiento de la carne” en nuestro país, a fin de predicarle y facilitarle a la poblacion la alimentación vegetariana como alternativa. No sólo por ser la mas acorde desde el punto de vista espiritual, sino también la mas sana, económica y ecológicamente conveniente -en otras palabras, la “causante de menos daño”, como dice la Biblia, tanto a los seres humanos, como a otros seres vivos y la Naturaleza. Cabe añadir que el carnivorismo ha sido asociado siempre a culturas guerreras y el vegetarianismo al pacifismo.
Eso de creer que “si no comemos carne o productos animales nos morimos”, es en verdad un mito de Hoy propulsado por fuertes intereses económicos. A nadie le interesa decir “coma mango” en la televisión, tanto como a los que le interesa decir “coma huevo” –por cierto, esto último en una abrumadora actual campaña, centrada incluso en los inocentes niños, donde asombra ver como el Estado no ha hecho ningun contrapeso a este intento por fomentar de nuevo el consumo masivo de tan gran fuente de colesterol -entre otros bemoles.
El dogma del complejo agro-industrial de la carne, la leche, el queso y el huevo sobre la “indispensabilidad de la proteína animal”, que nos ha abrumado con tanta propaganda y seudo-ciencia interesada, ha sido principalmente propagado a todo el mundo, por cierto, desde los Estados Unidos de Ameríca; vale decir -oigalo bien Comandante !- “desde el Imperio mismo” ! –tal como lo han mostrado clásicos como el libro “Diet for a New America” de John Robins.
Y puesto que esta Revolución se define también como“anticolonialista”, “endógena”, y “cultora de la sabiduría indígena”, cabe recordarle –y aqui va la segunda clave- que ni el consumo de carne de vaca, ni la leche, ni los huevos de gallina, ni la leche, ni el queso, eran parte de la sana dieta aborigen, por la sencilla razón que ni las vacas, ni los cerdos, ni las gallinas, ni los chivos, y por tanto ni la cultura de la leche y el queso, existían en la América precolombina: Fueron traidos por el Colón ! Oigalo bien Comandante: el colonialista Colón ! Nuestros indigenas, por el contrario, tenían una alimentación mayormente vegetariana: en un 80% en el caso de los aztecas y mayas, en un 90% en el caso de los incas, en su gran mayoría también en el caso de los aborígenes de lo que era antes Venezuela –como lo han atestiguado fehacientemente las crónicas de Humboldt e investigaciones especializadas modernas como “La Alimentación de los Pueblos Precolombinos” de Manuel Cartay. Nuestro indígenas en su vegetarianismo fueron pues mas “cristianos” que los “cristianos” que vinieron a conquistarlos !
El igualar, pues, la carne y derivados en forma hegemónica con “comida” es una burda simplificación-distorsión de lo que nos ha dado Dios y el Orden Natural. Ello además es una gran negación de la bio-diversidad: hay nada menos y nada mas que unas 80.000 especies vegetales comestibles –la mayoría de ellos en el Trópico, vale decir en un medio como el venezolano; mientras que habrá apenas unos 5 tipos de carnes en los que a los que la gente mayormente recurre para comer ! Además, no sólo requerimos de proteínas para vivir –al fin y al cabo en muchisima menos cuantía de lo que nos ha dicho la industria interesada, y todas ellas en definitiva obtenibles de los aminoácidos procedentes del Reino Vegetal- sino también de carbohidratos, ácidos grasos, minerales, vitaminas, etc –sobre los cuales se nos dice mucho menos.
Como han corroborado hoy los nutricionistas y profesionales de la salud mas serios e independientes, la alimentación basada en las plantas no sólo es capaz de suministrar todos los nutrientes que requieren los seres humanos sino también es la mas conveniente para la salud. Si hubiese una política alimentaria bien informada y sabia en Venezuela, nadie debería estar pasando hambre, por haber sido bendecidos nosotros con ser parte del exuberante mundo verde tropical !
Asi que centrarse sólo en una “batalla de honor por la carne, el queso y la leche” parece ser una absurda e inconveniente reducción de lo que debería ser una mas sensata e inteligente politica de Estado
Quizás lo planteado sea mucho esperar de un gobierno que ha tenido desde el punto de vista cualitativo una tan pobre y errática política nutricional, construida además de los inconexos retazos de distintos organismos públicos haciendo y opinando; todo ello a pesar de las alternativas que muchos hemos estado señalando en nuestro país desde hace años.
Ello ha generado absurdos como que el “éxito distribuidor” del Mercal se empañe en sus estanterías llenas de enlatados, harinas refinadas, charcutería, pollos, etc –un “mas de lo mismo” distante de la alimentacion mas sana, natural e integral; un “mas de lo mismo” que –ironicamente- aumenta “los clientes” de los médicos de los módulos de Barrio Adentro -aquejados de pacientes hipertensos, mal nutridos o estreñidos…O que el Seniat, para responder a la Crisis, venga a la carrera a favorecer con desgravámenes impositivos a las carnes, la leche, y hasta la mayonesa ( ! ), por ser “productos de vital necesidad”. Quién decidió todo éso?–cabe sospechar de la inveterada presión-inducción de los respectivos intereses económicos y de los burócratas, “técnicos” o políticos que les han hecho el juego Hoy -como ayer en la IV República- a la alimentación hegemónica-enfermante !.. O que las Alcaldías den subsidios o facilidades para que “comerciantes de la economía informal” se hayan ocupado de disparar el consumo de perros calientes en la población –una “comida chatarra” de reconocidos efectos adversos sobre la salud; todo ello en nombre de la revolución. ! O que para apoyar a “paises hermanos”, se comprometa a nuestro pais en la masiva importación de productos como la soya (una reconocida desquiciante hormonal), la coca (una planta narcótica), vaquillas (mas del paradigma cárnico), etc, etc, sin articulación con la salud nacional. Todo lo anterior, tan solo para dar algunos ejemplos.
En todo lo expuesto, lo inmediatista o mas burdo (el “abaratamiento”, el clientelismo político, el populismo, la lucha por el poder) parecen haberle siempre ganado la partida a lo mas pausado, sutil y vital: la causa de la salud y el verdadero bienestar humano !
Cabe recordar, como también esta implícito en la sabiduría bíblica y la experiencia histórica: “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista” !
*Autor del libro “Del Materalismo al Bienestar Integral: El Imperativo de Una Nueva Civilización”, Ediciones Vivir Mejor/Editorial Texto, Caracas, 1995; y coautor de “La Guía del Buen Comer: Orientación Alimentaria para una Vida Sana”, Ediciones Vivir Mejor/Editorial Texto, Caracas, 1984.