Soberana Necedad
Los revolucionarios necios se la pasan hablando de soberanía. La compra de armas a Rusia se proclama neciamente, que es una decisión soberana para defenderse del imperio, pero ese gasto militar es excesivo y una bofetada ante tantas necesidades insatisfechas del pueblo en materia de educación, salud y seguridad.
Según estos necios, la importación de alimentos, que ayuda realmente a los productores extranjeros, permite alcanzar la soberanía alimentaria y frena el alza de los precios. Ignoran así que estos objetivos se podrían resolver de manera soberana activando la producción nacional, la que atacaría la brecha insalvable entre la mayor demanda y la estancada oferta de bienes y servicios que genera inflación.
El plan siembra petrolera destinado a producir 5.8 millones de barriles diarios para el 2012, es obstaculizado por los necios, cuando se asocian a empresas estatales de países que no tienen ni recursos ni capacidad tecnológica, en vez de fortalecer alianzas con las trasnacionales de países desarrollados. De ahí que Pdvsa cada vez produce y exporta menos, lo cual originará presupuestos deficitarios y acabará con los superávit en la balanza externa.
El gobierno necio, afirma estar reduciendo el desempleo y la informalidad, mientras ataca con saña la iniciativa privada, la única capaz de generar anualmente miles de empleo productivo para satisfacer la creciente joven fuerza laboral en busca de trabajo.
El desarrollo endógeno, se transforma en exógeno cuando vemos como las políticas necias producen una emigración hacia el extranjero de jóvenes altamente calificados lo que augura una pérdida irreparable de capital humano a futuro.
No menos necio el autoritarismo que pretende imponer cambios fundamentales a la constitución, para construir un socialismo igualitario que el pueblo rechaza, una presidencia vitalicia repudiada por abrumadora mayoría o una obediencia ciega contraria a las convicciones democráticas.
