Siembra petrolera
Venezuela ha sufrido un proceso de descapitalización en los últimos 25 años. En la década de los 50 y 60, el país dedicó el 25% de su producto nacional a la formación de capital fijo, nivel similar al de países hoy industrializados, como Corea del Sur y Singapur. La inversión en Venezuela cayó a menos de 15% del PIB en los últimos 15 años, promediando sólo 8,5% en 2003. Una leve recuperación se registra en 2004 y 2005, insuficiente para generar nuevos empleos sustentables.
Tiene razón el Dr. Maza Zavala cuando afirma que Venezuela no puede supeditar la actual expansión económica sólo al gasto público. El Prof. Maza alerta sobre la imperiosa necesidad de que, como en aquellas décadas, 2/3 de la inversión provenga del sector privado nacional e internacional, el cual genera cerca el 75% del empleo. La industria petrolera venezolana puede contribuir de manera significativa a reactivar la inversión bajo criterios de desarrollo sustentable: eficiencia económica, responsabilidad social y conservación ambiental.
2006 será el primer año de ejecución del Plan Siembra Petrolera de PDVSA, el cual prevé elevar a 5,8 millones de barriles diarios la producción de petróleo y a 11,5 millardos de pies cúbicos diarios de gas natural para el 2012. La inversión necesaria será de $8 millardos por año. El Plan generará 250 mil nuevos empleos. Estas metas son ambiciosas pero realizables. Venezuela requerirá del decidido concurso de sus calificados recursos humanos, del compromiso creativo y favorable de sus instituciones públicas y de la ininterrumpida contribución de capitales, gerencia, tecnologías y mercados que el empresariado privado nacional e internacional puede aportar a través de una fluida, sistemática y constructiva interlocución y cooperación con el Ministerio de Energía y Petróleo y PDVSA.
Venezuela tendrá que empinarse y con todo vigor y determinación inequívoca realizar una tarea comparable con las grandes gestas de realización nacional.