Se va Isea, ¿Quién vendrá?
Pareciera ser un hecho consumado la salida del ministro de Finanzas, Rafael Isea. Duró apenas cuatro meses en el cargo, pero su antecedente inmediato había sido la presidencia del Banco de Desarrollo Económico y Social (Bandes). Ha sido una práctica nefasta la del presidente Hugo Chávez la rotación y el reciclaje permanente de funcionarios grises en posiciones fundamentales de la Administración Pública y el caso de Rafael Isea así lo prueba. Solamente cuatro meses de una gestión caracterizada por muy serios cuestionamientos en la manera y forma de conducir las finazas publicas de Venezuela. Es una tragedia para un país carecer de la necesaria continuidad administrativa porque cada vez que sale un alto funcionario, su sucesor realiza cambios y suele remover a buena parte del equipo del ministro saliente, con lo cual los empleados entrantes deben ahora familiarizarse con las tareas cotidianas del ente respectivo.
Han pasado por el despacho de las finanzas públicas entre febrero de 1999 y mayo de 2008, Maritza Izaguirre, José Rojas, Francisco Usón, Jesús Bermúdez (como encargado),Tobías Nóbrega,. Nelson Merentes (en dos ocasiones), Rodrigo Cabeza y Rafael Isea. Algunos de ellos salieron del Ministerio con fundados señalamientos por casos de corrupción y manejos ilícitos de colocaciones y asignaciones de deuda pública a ciertas instituciones financieras.
Rafael Isea sustituyó a Rodrigo Cabeza en enero de 2008, tras el rebrote inflacionario y la escasez de alimentos de 2007, que entre otras razones llevó a que el presidente Chávez perdiera el referendo sobre la reforma constitucional en diciembre de ese año. Cabeza manejó muy torpemente el ministerio al subestimar el peligro de la inflación y el amplio diferencial que se formó entre el dólar oficial y el del mercado paralelo, al cual le restó importancia. El debut de Isea no pudo ser más desafortunado al anunciar y defender públicamente una meta de inflación de 11% para este año cuando todo apuntaba desde comienzo del año que la tendencia inflacionaria de la economía se acercaría más bien a 30%, como efecto se está observando. Posteriormente, se propuso Isea una misión: bajar el dólar paralelo para lo cual recurrió a prácticas sumamente rechazables que se venían realizando desde que Nelson Merentes estaba a cargo del ministerio: la colocación de notas estructuradas. De está forma, Isea de concertó con bancos y casas de bolsa para asignarle a dedo lotes de estas notas con el objeto de suplir al mercado paralelo y de esta manera bajar su cotización. Efectivamente, el tipo de cambio comenzó a disminuir hasta situarse a mediados de marzo en la vecindad de US$/Bs 3.200, lo que sin duda fue un logro. Esta colocación de las notas estructuradas ha sido uno de los casos de corrupción y tráfico de influencia más protuberante de la historia de Venezuela donde están involucrados los tres últimos ministros de Finanzas de Venezuela. Una vez pasado el efecto de la asignación de las notas y de las transacciones del bono soberano por US$ 4.000 millones, el dólar paralelo retornó a su tendencia alcista.
Pero no quedó allí, la ejecutoria de Isea. Como presidente del Fondo de Desarrollo Nacional continuó con la ejecución de un presupuesto paralelo, mediante supuestos pagos en divisas a contratistas y proveedores por obras contratadas en moneda nacional, todo el ello con la excusa de no aumentar la liquidez monetaria y de esa manera evitar las presiones inflacionarias. También, algún día, deberá comparecer Rafael Isea ante los tribunales de justicia para que explique el manejo de los recursos del Bandes. Está institución, según sus balances auditados correspondientes a 2006 y el primer semestre de 2007 revelan la concesión de créditos inclusive a entidades gremiales de Venezuela como es el caso de Empresarios por Venezuela (Empreven, básicamente una asociación a la búsqueda de contratos y créditos con el gobierno), el financiamiento a empresas extranjeras como fue el caso de la cooperativa láctea Sancor de Argentina, el otorgamiento de créditos a Cuba sin garantías y la condonación de la deuda con Nicaragua. Además debe contabilizarse en la pasantía de Isea por Bandes una gestión caracterizada por pérdidas cuantiosas, entre las que destaca las de la sucursal de Uruguay, siendo ese banco conjuntamente con el Banco Industrial de Venezuela, las instituciones financieras que operaron con pérdidas en ese lapso.
Con estos antecedentes y sin que la justicia haya actuado ante casos públicos y notorios, probablemente se marche Isea a la conquista de la Gobernación del estado Aragua, como premio por la labor cumplida. Ido Isea, el presidente Chávez tiene la oportunidad de nombrar un ministro de Finanzas que en la Venezuela de hoy se proponga una tarea difícil pero no imposible: higienizar la gestión y manejo de los recursos públicos.
