Rumbo a la primera quince del nuevo salario mínimo
(*) Por Héctor Benavente – CEO de Kairos Consulting Group
Ha pasado el tiempo desde el anuncio de medidas económicas por parte del gobierno y ya nos acercamos a la primera quincena del mes de septiembre. Ya se han empezado a ver algunas consecuencias de estas medidas y otras de las secuelas esperables aún no han llegado, aunque pronto lo harán.
Entre los principales efectos de estas medidas hemos podido observar un aumento importante de la escasez, tanto en productos regulados y no regulados. Sobre los productos regulados es normal que desaparezcan al no cubrir los costos de reposición, se suele liquidar el inventario existente pero este luego no se repone.
En el caso de los productos no regulados la explicación es distinta. Las fechas posteriores a los anuncios muchas empresas mantuvieron operaciones cerradas para ver la evolución de acontecimientos, algunas volvieron a operar días después y otras aun no lo hacen, se encuentran en el punto de ser o no ser viables con estas nuevas medidas. Esta paralización de las empresas ha retrasado la reposición de inventarios de muchos productos haciendo aún más evidente la escasez.
Otro efecto que se ha podido observar estos días es un descenso en el valor del dólar paralelo, se debe dejar claro que es una bajada coyuntural y no estructural. Muchas empresas han estado paradas mientras se evalúa el panorama económico, y por lo tanto ha disminuido el flujo de bolívares. Mientras las empresas vayan retomando actividades y aumenten su necesidad de dólares, el precio de las divisas volverá a subir de formar importante, esto sin tomar en cuenta lo que pasará después de la primera quincena.
En cuanto a los precios que se encuentran en la calle se puede observar que muchas empresas no han actualizado su estructura de costes a los nuevos salarios, esto puede ocasionar graves problemas en el flujo de caja a la hora de afrontar los pagos.
También influye en el hecho que hay productos que se perciben “baratos” y algunas personas, sobre todo los que recibieron bonos el mes anterior, tienen una cantidad mayor de bolívares para la compra. Este efecto va a ir variando en el tiempo, mientras más empresas actualicen los precios, más irán aumentando, lo que hará que se empiece a sentir una disminución en el poder de compra, luego al momento de llegar esa primera quincena la gente sentirá que su poder de compra ha aumentado ya que muchos precios aun no tendrán en cuenta el aumento de salarios y estarán los remanentes de inventario de productos regulados.
La sensación de esa primera quincena será que el aumento tuvo impacto y permite comprar más. Ese efecto disminuirá drásticamente con el pasar de las semanas, al entrar esa cantidad de dinero en el mercado, sumado a la disminución de oferta de productos por controles y cierres (parciales o totales) de empresas, nos llevará a niveles de inflación muy superiores a los tenidos hasta ahora.
Ahora la gran pregunta, ¿Qué pueden hacer las empresas en las próximas semanas sobre su estructura salarial? Como ya hemos comentado antes será normal un aplanamiento de la estructura salarial al principio, personas que ganaban 5-6 salarios mínimos pueden pasar a ganar 1,5-2 salarios mínimos. Este fenómeno es normal ante aumentos de esta magnitud.
Una forma de diferencial al personal clave, o muy relevante, es mediante bonos en moneda dura, lo ideal en estos bonos es que sea una parte fija y una parte ligada a variables de productividad para garantizar la sostenibilidad financiera de la empresa.
La escala salarial retomará niveles normales con el paso del tiempo cuando la inflación consuma el valor de este nuevo aumento, lo que se espera que sea en unos dos meses. Se debe tomar en cuenta que siempre existe la probabilidad que el gobierno decrete nuevos aumentos complicando aún más la situación. Sobre la frecuencia de la remuneración se recomienda llevarla a semanal en caso de no comprometer el flujo de caja de la empresa, esto va a permitir a los empleados tener un mayor poder de comprar ante la aceleración de la inflación que experimentamos y va a tender a empeorar.
Vienen semanas retadoras, este es un escenario que no se ha visto a este nivel en la economía del país. Es muy importante planificar y prepararse, cualquier error en las estructuras de costos y precios pueden llevar a una descapitalización severa de la empresa en pocos días.
Entramos en una etapa de actualizaciones diarias de precios y costos, de cuidar esos empleados claves (vigilando siempre la viabilidad de la empresa) y de incertidumbre ante temas como los controles de precios, ¿se mantendrán en el tiempo o serán solo por un tiempo limitado?, la subvención de salarios que aún no tiene forma oficial, el aumento de la gasolina y demás medidas nuevas que pudiese tomar el gobierno. Es recomendable crear escenarios y adelantarse a los posibles movimientos del mercado y del gobierno. Planificar estratégicamente puede ser la diferencia entre seguir operando o no.
