Cavecol está dispuesta a ayudar en la reapertura de la frontera
Recientemente, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística Colombiano (DANE) informó que el intercambio comercial entre Venezuela y Colombia -desde el mes de enero al mes de noviembre de 2015- arrojó una contracción de 45% en el comercio binacional, es decir, 1.264 millones de dólares frente a los 2.281 millones de dólares correspondientes al mismo período del año 2014.
Por ello, y en exclusiva para Analítica.com, el presidente de la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana (Cavecol), Rogelio Queijeiro, aseguró que lo que la data arroja «es el resultado del cierre de la frontera occidental venezolana. Al restringir el paso del comercio formal, el poco comercio se redirige por vía marítima. Ya el 2015 había sido difícil para el comercio binacional por las circunstancias del 2014. Lo que se percibe es la gran contracción como consecuencia del cierre de la frontera».
Entre las causas que el Gobierno esgrime para el cierre de la frontera comercial con Colombia es el contrabando de productos. «El contrabando es un delito que debe ser perseguido con todo el peso de la ley. Entendemos que afecta nocivamente a la economía colombiana, venezolana y al comercio formal. El gran afectado con el cierre de las fronteras es el comercio formal porque la inteligencia -detrás de la medida que es policial- afecta directamente al comercio formal porque impide el libre tránsito de mercancías que tienen todos sus permisos en regla».
Explica Queijeiro, con respecto al desabastecimiento en los estados fronterizos, que Cavecol aboga por el restablecimiento del comercio formal «porque éste es realizado por empresas que cumplen con todas sus obligaciones de ley: pago de impuestos, contribuciones al proceso legal del trabajo, los aportes al Ince, IVSS, Banavih. Cuando se aboga por el comercio formal lo hace por el proceso social del trabajo en contra de la informalidad, porque lo que ha ocurrido con el cierre de empresas, de la frontera y la merma del volumen de negocios, lo que ha ocurrido es que se ha perdido el empleo formal, pues las personas que estaban en el empleo formal se han dedicado al mercado informal. Lo que hay que rescatar es el valor del comercio y del empleo formal para generar prosperidad entre todos los involucrados».
Desempleo en la frontera
Pero una cosa lleva a la otra. Con el cierre de la frontera, merma el comercio binacional y, con ella, llega el desempleo. «No tenemos esas cifras a la mano, pero sí hay un número significativo de empresas que han cerrado operaciones. Por ejemplo: en el sector de agentes aduanales, ya tenemos casi 6 meses con la frontera cerrada, no hay tráfico de mercancía, por lo cual estas empresas no tienen volumen de trabajo ni nada que procesar en frontera. Es un tema que afecta directamente al empleo formal», recalca Queijeiro.
Es por eso que Cavecol ha realizado propuestas al Ejecutivo Nacional para levantar el cierre fronterizo: «Hemos solicitado varias audiencias con el Ministerio de Industria y Comercio y otros organismos, y actualmente nos encontramos a la espera de una respuesta. Venimos haciendo propuestas desde el 2014 -cuando el encuentro Santos y Maduro en la ciudad de Cartagena, Colombia- para colaborar y servir de facilitadores en el proceso de negociación».
Cifras, cifras y más cifras
Explica el presidente de Cavecol que la caída de 51% del comercio entre Colombia y Venezuela se produce «porque hay condiciones que han generado una contracción en el comercio binacional y el volumen se debe al cierre de la frontera. Es una consecuencia directa del cierre de frontera».
«Si estas en Colombia y necesitas comprar materiales, materia prima o productos terminados que frecuentemente comprabas en Venezuela y ahora tienes dificultad para hacerlo, pues lo compras a otro mercado para buscar la solución a tu necesidad. Colombia y Venezuela son mercados naturales, la binacionalidad no es un fenómeno que nació ayer, es un fenómeno histórico. Simplemente, si se te hace difícil obtener algún recurso de los que necesitas, te vas a otro mercado y lo localizas. Es decir, pierdes una venta, por decirlo así», afirmó.
«¿Por qué es tan difícil la exportación de productos entre Colombia y Venezuela? Es muy difícil explicarlo. La materia prima para la transformación y elaboración de productos está escasa y el tema es, precisamente, que te falta la materia prima a nivel interno, tienes que importarla, por lo que el proceso de exportación está cargado de requisitos formales que te dificultan el acto de comercialización definitivo. Tienes tantos requisitos y documentación que cuando tienes el último se te está venciendo el primero. El entramado burocrático te dificulta la actividad económica», reiteró.
La esperanza es lo último que se pierde
Aunque se esperaba que el presidente Nicolás Maduro autorizara -en la presentación ante la Asamblea Nacional de su Memoria y Cuenta 2015- la reapertura de la frontera, eso no fue así. Al consultarle a Queijeiro sobre este tema, asegura que existe la esperanza de que, más pronto que tarde, se reactiven los canales del comercio formal regular, «porque para eso el comercio formal se distingue del delito de contrabando en su apego a la legalidad. Es decir, el comercio formal se rige y está apegado a todo el bloque de legalidad que regula la actuación comercial de los agentes comerciales en Venezuela».
Insistió en que Cavecol aboga «para que la solución al conflicto sea por medio de la negociación y el diálogo. Estamos dispuestos a colaborar en ese proceso como siempre lo hemos dicho: La Cámara reitera su disposición para colaborar en la pronta solución de este impasse, porque entendemos que los decretos que dieron lugar al cierre de fronteras ya no están vigentes».