Reino Unido 7M: cuando la economía hace ganar elecciones
Encuestas, economía y elecciones forman los tres vértices de un triángulo que, una vez unidos por las líneas del acontecer, pueden hacer desaparecer las más posibles y racionales estimaciones el día de los comicios.
Sin llegar a ser un símil del llamado Triángulo de las Bermudas, el triángulo de la Tripe E suele engullir a los más experimentados encuestadores y, como consecuencia, a los analistas políticos.
Las encuestas
Las elecciones del Reino Unido del pasado 7 de mayo pueden ser un ejemplo de ello. A horas de las elecciones, los resultados de las encuestas apuntaban que el conservador primer ministro David Cameron podía perder frente al candidato del partido laborista.
Un empate, tal cual planteaban las principales encuestadoras, no podía significar otra cosa (dada la historia electoral británica) que una derrota para el gobierno conservador.
Esas mismas interpretaciones agregaban que lo más probable era que, dado el empate, luego de las elecciones el Reino Unido se enfrentaría a un gobierno de coalición con los partidos más pequeños. En este caso, los nacionalistas escoceses jugarían un rol importante.
Hasta la esposa del primer ministro, Samantha Cameron, confesó luego del triunfo, que el día anterior a los comicios, había comenzado a recoger sus cosas del número 10 de Downing Street, la residencia oficial. “Espérate hasta mañana”, habría comentado su esposo el primer ministro.
Fernando Mires, en su columna ¿Por qué no creo en las encuestas, vengan de donde vengan?, publicadas este 11 de mayo en analítica.com, contestó a la pregunta al señalar que “por la misma razón por la cual no creo en horóscopos. Pero quizás miento. La verdad es que creo más en horóscopos que en encuestas. Al menos no están sometidos a presiones e intereses que inevitablemente influyen a las empresas encuestadoras”.
Los resultados
No solo Cameron ganó las elecciones, sino que se produjo una avalancha que le otorgó la mayoría absoluta.
Su partido, el Conservador, ganó 331 de los 650 escaños de la Cámara de los Comunes.
Esta victoria constituye una derrota para los laboristas, que perdieron 26 escaños y un desastre para los liberales que perdieron 49.
Por su parte el Partido Nacionalista de Escocia, aumentó en número de 50 sus parlamentarios. Éxito logrado con la ayuda del referéndum independentista (que perdieron) el año pasado. Lo que supone que los escoceses no solo quieren ser parte del Reino Unido, sino que quieren a su partido nacionalista en el parlamento británico.
La cifra de 56 parlamentarios, no podrá ser ignorada en este segundo mandato de Cameron.
Sin embargo, y a parte de los liberales, es innegable que la mayor derrota se la propinaron a las empresas encuestadoras.
La gran pregunta que surge luego de escrutados los votos en el Reino Unido, es cómo logró ganar David Cameron y el partido Conservador tan contundentemente.
La economía
Andrew Sachais, es un joven economista de Georgetown University, quien este pasado fin de semana dio respuesta a la anterior pregunta.
Advirtió Sachais que el triunfo se debió a que la economía británica “mejoró sustancialmente” bajo el gobierno de Cameron.
Esta mejora económica incluiría el sostenido aumentó del empleo que ha llevado a una estabilización, mayor gasto de los hogares y una recuperación, lo que ha encaminado a fortalecer la Libra Esterlina.
Recordó el joven economista, que desde el 2010, cuando el empleo tuvo una contracción anual del 1,22%, y con el mandato conservador, empezó el empleo a recuperarse a un ritmo anual del 2,3%.
Esta recuperación del empelo, ha tenido como consecuencia el aumento positivo de la percepción de la “satisfacción” de los consumidores británicos.
En el año 2012, esta medición tocó fondo, al ubicarse en 30% “negativo” (-30%). En cambio, en abril (previo al momento de las elecciones) el indicador tenía un sólido 4% positivo (+4%).
En cuanto a los gastos por hogar, la medición de marzo del 2015 indicó un ritmo de crecimiento del +4,6%, cuando en el 2012 se ubicaba en -0,5%.
Como conclusión, el economista Andrew Sachais señaló que: “David Cameron ganó en una victoria por avalancha, por su liderazgo en el partido conservador que se tradujo en una actividad económica en aumento en los últimos años. Políticas que facilitan y elevan el empleo, conducen a un aumento de la percepción (sentimiento) de los consumidores. Elevados índices del sentimiento de los consumidores, contribuye a los gastos de los hogares, empujando la actividad económica. Con la estabilidad de Cameron en el gobierno, la actividad económica en el Reino Unido tendría mayores mejoras, fortaleciendo su moneda en los meses por venir”.
En Venezuela
Lo ocurrido en el Reino Unido habría que tomarlo para analizar las próximas elecciones parlamentarias en Venezuela, que según la rectora Tibisay Lucena se celebrarán “en algún momento del último trimestre de este año”.
En este caso, aplicarían ciertas restricciones estadísticas y metodológicas. Lo que plantearía varías incógnitas, que surgen de un juego completo e ilimitado de preguntas.
En primer lugar no existe en el país un índice similar al del “sentimiento” o satisfacción de los consumidores. Lo más cercano sería el “Indicador de escasez” elaborado por el Banco Central de Venezuela (BCV). El cuál, ya no es publicado desde hace meses.
En cuanto al índice de desempleo, la inclusión del ítem “empleo informal”, que engloba o enmascara formas de desocupación laboral, no permite tener una percepción correcta del sector trabajo de la economía.
En una lectura a la inversa, tenemos los índices de la ONG Cendas, que elabora cada mes cuántos salarios mínimos cuestan la Canasta Básica Familiar y la Canasta Alimentaria Familiar. A mayor número, debería interpretarse como una “insatisfacción”.
Es así que el Triángulo Triple E en Venezuela, parecería adquirir otros vértices al convertirse probablemente en un polígono de lados desconocidos.
Pudiéndose convertir en un sistema de ecuaciones de difícil resolución. De tal manera que el único recurso que se obtendría serían los resultados que proporciona el CNE, a la madrugada siguiente del día de las elecciones.