¿Porque la gente está preparada para sacrificar las navidades?
1. La sociedad civil y el paro cívico: una acción colectiva
El paro cívico que incluye entre otros la suspensión de actividades económicas, comerciales, de producción, agrícola, y finalmente petrolero constituye una novedosa acción colectiva expresada políticamente por individuos, gremios, asociaciones civiles, sindicatos, organizaciones sociales, que actuando como gran grupo -sociedad civil- ejercen una acción colectiva absolutamente racional.
Sobre esta dimensión de una acción colectiva, podemos establecer un punto de partida mínimo para el análisis y la comprensión de este fenómeno social y del enorme impacto y costo económico y social que la gente, empresas, trabajadores, consumidores, inversionistas estan dispuestos a pagar, y que ha llevado al país a rebelarse, a desobedecer civilmente en búsqueda de objetivos políticos que conforman el entorno de convivencia normal en una sociedad, de la cual, la gente de ese “gran grupo” – sociedad civil- le espera beneficios reales.
2. La racionalidad del paro y un cálculo de costo – beneficio
Este elemento de juicio sobre la racionalidad de la gente en cuanto al paro cívico, es lo que el gobierno no puede comprender; conclusión a la cual arribamos, al observar a este, actuando en una mesa de juegos estratégicos militares y con los cuales no es posible solucionar cuellos de botella de esta gran economía de redes que constituye un paro cívico, laboral y productivo.
Se entiende entonces que el beneficio que la gente busca al pagar el costo económico y social producido por el paro cívico, esta expresado en la renuncia del Presidente o en la convocatoria a elecciones anticipadas, lo que al parecer, para la gente es lo mismo.
La contundencia del paro en los sectores formales de la economía se expresa en la suspensión de las economías a nivel de los mercados al mayor, y el cual eventualmente ya esta afectando los mercados al detal. en virtud del agotamiento de inventarios y stocks de bienes y servicios esenciales que la gente demanda.
Por ello es de cardinal importancia que el gobierno comprenda el fenómeno político y las motivaciones económicas expresadas en el tenor de la acción colectiva descrita arriba, de manera de evitar llegar a la parálisis total de la economía, con impacto negativo que podría desembocar en una crisis fiscal de magnitudes nunca conocidas, de una crisis financiera por disminución de la liquidez bancaria, y de un eventual control de cambio por agotamiento de reservas internacionales, independiente de que su demanda se haya contraído en los días del paro cívico.
3. El fracaso inherente al fenómeno de la militarización
En tal sentido es importante que el gobierno no vea la solución de esta crisis política con enormes implicaciones e impacto económico por medio de una mesa de juegos militares, porque la acción colectiva expresada en el paro es mas contundente en términos económicos que la militarización de algunas actividades económicas dado que es evidente que los militares no estan entrenados para mover la economía de un país, sino para garantizar la paz.
Una economía es un conjunto de elementos conectados en redes y funciona bajo una sinergia muy particular que esta determinada por incentivos. La militarización no es compatible con esta organización sistémica de la economía, porque lo militar opera por obediencia sin tomar en cuenta el costo de oportunidad; por lo que la transmisión de señales y mandatos de estos en la economía se trunca por la acción de la estructura de incentivos que mueve el orden económico. En la medida que los militares entiendan esto, menos costosa será su intervención en los asuntos de la economía; es decir, la recuperación del orden económica seria menos onerosa sin la presencia de ellos.
4. El clímax de la crisis política: el paro cívico del sector petrolero
Una crisis política alcanza su clímax cuando la economía se detiene por efecto de la acción política. Esa es la situación por la cual atravesamos en las actuales circunstancias.
El paro de estas dos semanas, cuyo desenlace político desconocemos, se intensificara rápidamente en los días que vienen, al irse materializando el paro de las actividades petroleras, se extiende en la economía por el costo causado por el cierre de empresas, por perdida de empleos, contracción de las ventas particularmente en este periodo navideño, disminución de la intermediación financiera, contracción del gasto privado, además de otras deseconomías aun no visibles u ocultas.
5. El costo del paro: ¿quién lo paga?
El impacto sobre la economía privada, incluyendo adicionalmente la parálisis del gasto publico por caída del ingreso fiscal –petrolero y no petrolero como viene en los hechos ocurriendo- que impactaría negativamente por disminución del efecto económico que tiene en el gasto público en la economía privada, dado que el gasto publico fluye hacia la economía para la adquisición de bienes y servicios producidos por la economía privada.
Siendo esto correcto, muchos se preguntan el porqué un paro de esas magnitudes que afecta el petróleo, si la economía sufre desde hace un tiempo un intenso proceso de contracción económica y descapitalización.
Un paro de esa colosal dimensión con efecto extendido a la industria petrolera, componente fundamental de la economía en términos de balanza de pagos e ingresos fiscales, constituye como lo hemos mencionado arriba, en los hechos, en una acción colectiva conciente, sumatoria de intereses e incentivos de grupos organizados, gremios, asociaciones de producción, consumidores, trabajadores, empresarios pequeños medianos y grandes.
El conjunto de esos grupos, aglomerados en ese ente abstracto de “sociedad civil”, comprende y asimila al paro como una acción colectiva que emerge de una ecuacion de costos y beneficios.
Los costos, en general, enumerados en el párrafo en anterior se incurren sobre la base de expectativas de beneficios que en el futuro emergerían en razón de las grandes correcciones políticas que parecen incluir también el termino del mandato presidencial bien sea por renuncia o por enmienda constitucional, esta ultima, una acción colectiva concatenada económicamente al paro.
Sin embargo es importante destacar que los enormes costos en lo económico y social producidos por el paro cívico, constituyen un calculo de costos beneficios que la gente elabora conciente y racionalmente porque percibe que la obtención del objetivo que busca le compensaría el costo incurrido.
6. Un gobierno sujeto a juegos de guerra en un tablero militar
Es de suprema importancia que el gobierno comprenda rápidamente esto, con lo cual evitaría mayores sacrificios, además que políticamente no beneficia las acciones del gobierno que hoy canaliza por la ruta de la militarización, que sabemos por definición que el proceso de violencia inherente a la acción militar complicara y agravara mas las cosas de la economía, cuyo eventual costo político por parte del gobierno seria aumentado.
Es importante destacar y acotar que la acción colectiva del paro cívico y de la suspensión de actividades económicas incluidas las petroleras, trae un subyacente material, dado que en los últimos anos el país sufre de un intenso proceso de descapitalización, cierre de empresas, salidas de capitales, deterioro del capital humano y mayores niveles de desempleo, informalización del trabajo lo cual trae como consecuencia la perdida de importantes reivindicaciones laborales, y perdida de capital social, en virtud de que la carencia de gobernabilidad es una expresión de la descapitalización institucional, que trae entre otros la perdida del marco jurídico para hacer negocios y el debilitamiento de los derechos de propiedad, estos últimos agravados por la interferencia que la militarización ha introducido en la economía nacional.
7. Costos y beneficios del paro cívico
Aunque son mas visibles los aspectos políticos creados por la violencia y apartheid de la “revolución bolivariana” que ha exacerbado la voluntad política del venezolano, subyace el visible rechazo a un gobierno cuya ejecutoria en los económico deja mucho que desear no solo por la magnitud y volumen de errores en materia de políticas económicas acumulados por ese intenso proceso de descapitalización institucional, económica, social que se recoge en desempleo, desinversión, deterioro del ingreso real de la gente, y perdida de expectativas, en fin de disminución de los índices de felicidad económica de la familia.
En se sentido, se asume el inmenso costo de un paro cívico con fuertes repercusiones económicas con el objetivo de remover las razones y causas del marasmo económico que el venezolano vive en estos anos de revolución bolivariana. En resumen, el impacto económico de la crisis política, de la cual, el paro cívico constituye la acción colectiva -de la gente- crecerá en la medida que el gobierno retarde la toma de importantes decisiones políticas que devuelvan la maquinaria económica a sus labores y actividad normal.
8. Impacto en el corto plazo
En perspectiva estimamos que el impacto contractivo en este ultimo trimestre hará caer la economía en una magnitud cerca al 8% (negativo) y con perdida de la intermediación financiera por contracción del efectivo en una primera instancia y por contracción de la liquidez en una segunda instancia lo que debilitaría el sistema financiero, cuyo desenlace final sabemos afectaría gravemente la factura fiscal del Estado. Una crisis financiera no es algo que un estado o gobierno pueda desear, su costo fiscal y político es incalculable.
Los mercados han reaccionado anticipadamente con el cierre de las líneas de crédito, el incremento de la percepción de riesgo que hace inviable en términos de mercados externos financiamiento para gastos corriente de la Republica. El paro petrolero contrae en cerca de 52 millones de dólares/día las exportaciones y los ingresos de reservas internacionales.
El paro en los puertos reduce drásticamente las importaciones, con lo cual disminuye la provisión de bienes y servicios cuya escasez ya visible en algunos rublos provocaría la aparición de mercados negros, inflación y corrupción generalizada, con impacto fiscal negativo por caída de ingresos fiscales. Ya se vieron los graves problemas de tesorería y las finanzas públicas al servirse la deuda con dinero impreso; es decir, financiamiento inflacionario del gasto corriente y amortización de esa deuda. La reacción de los mercados no se dejo esperar, los bonos públicos redujeron sus precios drásticamente por exacerbación del riesgo país.