Economía

Pobreza y desigualdad

(%=Image(9511075,»r»)%)Es común entre políticos e intelectuales simplistas, así como también en algunos análisis institucionales (por ejemplo, el reporte de las Naciones Unidas de 1999 sobre Desarrollo Humano), suponer que en los últimos tiempos la pobreza y la desigualdad mundial han aumentado en forma dramática. Y que ello sería la consecuencia del proceso de globalización capitalista y la implantación en los países pobres del “neoliberalismo salvaje”. Como dice el inefable Ramonet, “El avance dramático de la globalización y el neoliberalismo ha estado acompañado por un crecimiento explosivo en la desigualdad y el retorno a la pobreza masiva y al desempleo. Lo completamente opuesto a lo que deberían buscar los estados y la ciudadanía moderna” (Le Monde Diplomatique, Mayo 1998). Pero, ¿es cierta la idea del aumento “explosivo” de la pobreza y la desigualdad? ¿Se corresponde con la evidencia empírica?

Según dos trabajos relativamente recientes de Sala-i-Martin, la evidencia mundial no corresponde a esta visión, aunque tampoco a una visión “rosa” del desarrollo mundial. En The Disturbing “Rise” of Global Income Inequality (Abril, 2002) y The World Distribution of Income (Mayo, 2002) se intenta analizar con seriedad la evolución de la pobreza y de la desigualdad mundial. Son trabajos de carácter empírico, que no intentan evaluar las razones del comportamiento de la pobreza y la desigualdad, sino medirla adecuadamente. Algo “banal” para quienes ya “saben” que la globalización es “maligna”.

Aspectos metodológicos

Sala-i-Martin ironiza sobre el reporte de las Naciones Unidas anteriormente citado, tanto por el manejo sesgado de información como por serios errores de método.

El objetivo de su trabajo es establecer la distribución mundial del ingreso “individual”, y con ella, medir la evolución de la pobreza y de la desigualdad mundial. Obviamente no existe data acerca del ingreso mundial “individual”. El procedimiento utilizado consiste en combinar la data acerca del ingreso de los distintos países (ajustado por la paridad del poder de compra) de Heston, Summers y Aten (2001), con la data acerca de la distribución interna del ingreso (por países) de Deininger y Squire, extendida por el Banco Mundial. La información cubre, con problemas, el lapso 1970-98. Con esta información, construye una función de densidad de la distribución del ingreso mundial (kernel density function) y de su evolución temporal.

En el tiempo, la función se desplaza a la derecha: el ingreso “individual” a través del tiempo aumenta. La distribución de 1970 tenía una moda grande (de los pobres) cercana a $900, y una más pequeña (de los ricos) alrededor de $9.000. Estas modas se desplazan, en la distribución 1998, a $1.900 y $16.200 respectivamente, y al mismo tiempo la cola de la moda de los pobres se hace más pequeña. Es decir, las dos modas se desplazan a la derecha y una fracción de los pobres se ha desplazado a las capas medias.

Pobreza

(%=Image(9143171,»L»)%)La pobreza se estima por la fracción de la población mundial que está por debajo de una línea absoluta de pobreza, utilizando la definición convencional (Ravillon, 1991, posteriormente adoptada por el Banco Mundial) de pobreza absoluta de 1 dólar por día, lo que equivaldría a 31 dólares por mes. También se utiliza la línea de pobreza absoluta de 2 dólares por día. Obviamente, se compatibiliza esta medida con la data de Summers y Heston. La tasa de pobreza de 1 dólar o de 2 dólares por día se estima dividiendo la integral de la función de densidad por debajo de la línea de pobreza absoluta entre la integral de toda la función de densidad.

En 1970 el área por debajo de la línea de 2 dólares por día era aproximadamente el 50% del área total, la mitad de la población mundial estaba en la pobreza. El área bajo la línea de 1 dólar por día era por supuesto menor, pero bastante grande. En la función de densidad de 1998, las áreas por debajo de 2 dólares por día y de 1 dólar por día se reducen en forma sorprendente.

Tomando como unidad de medida de la pobreza (ingreso) 1 dólar por día, la tasa de la pobreza habría caído de 20% a 5%, y sí se toman 2 dólares por día, la tasa de la pobreza habría caído de 44% a 18,7%; una reducción de 60% en el lapso analizado. Habrían salido de la pobreza entre 300 a 500 millones de personas.

Desigualdad

(%=Image(5613891,»L»)%)Para evaluar la desigualdad utiliza un número alto de índices (en el primer trabajo siete y nueve en el segundo) y todos muestran que ha desminuido para el período analizado. Los índices del primer trabajo son: el coeficiente de Gini, la varianza del logaritmo del ingreso, dos índices de Atkinson, el promedio logarítmico de la desviación, el índice de Thiel y el coeficiente de variación. En palabras de Sala-i-Martin,

    “En vez de encontrar una ‘explosión’ o un ‘incremento preocupante’ de la desigualdad, encontramos que la desigualdad mundial ha declinado en más de 5% durante las dos últimas décadas. La reducción de las disparidades en el ingreso mundial se explica en alta medida por la declinación de las diferencias entre los países.”

Más adelante agrega,

    “Así, el progreso económico de China desde 1978 y de la India después de 1991 ha tenido como resultado una mejoría sustancial en los ingresos de más de un tercio de los ciudadanos más pobres del mundo, y esto ha implicado una reducción sustancial en la desigualdad global del ingreso.

    Es verdad que las desigualdades dentro de China y la India se han incrementado en este proceso. Sin embargo, la declinación del índice global de Gini en las dos últimas décadas indica que el crecimiento de la desigualdad interna no ha sido lo suficientemente para evitar una declinación sustancial de las diferencias entre los países.”

La evolución de la desigualdad evaluada por los otros índices confirma, en líneas generales, esta apreciación.

Contrastes regionales

(%=Image(8754745,»L»)%)Al analizar el comportamiento regional, Sala-i- Martin encuentra contrastes profundos. En términos generales Asia representaría un éxito, especialmente después de 1980, cuando se aceleró el empujón capitalista en China. América Latina redujo la pobreza en forma importante en los setenta, pero este proceso se estancó en los ochenta y los noventa. El peor comportamiento fue el de África, donde las tasas de pobreza aumentaron en forma sustancial durante las últimos dos décadas.

En síntesis, no existiría el panorama mundial catastrófico con relación a la evolución mundial de la pobreza y la desigualdad que pinta la anti-globalización, al contrario, estas habrían desminuido. Pero tampoco estaríamos en una Arcadia, especialmente en algunos países y regiones. Sí buena parte de los países asiáticos pudieron reducir la pobreza en forma tan significativa, la pregunta es, ¿Qué necesita Venezuela para hacerlo?

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