Planes vacacionales: más costos que beneficios
Es una situación cada vez más común: padres que llevan a sus hijos a sus lugares de trabajo ya que en estos días el tiempo libre de los niños aumenta, muchos ya terminaron el año escolar y ahora se preparan para planificar, a medias, el período vacacional. La situación económica obliga a quienes tienen hijos a repensar las posibilidades para aprovechar el tiempo disponible y los tradicionales planes vacacionales ya no son una opción ineludible, entre otras cosas, debido a los costos.
Las tarifas de los campamentos o planes vacacionales en la actualidad varían y desde este mes ya muchos programas, tanto públicos como privados, están en pleno proceso de inscripción. Sin embargo, organismos públicos como las alcaldías de diversos municipios, atrvés de sus direcciones de deporte o cultura, ofrecen opciones gratuitas y son una alternativa ante la situación económica que impacta los bolsillos de los padres.
“La intención es ofrecerle durante las semanas del plan vacacional mucha distracción y tranquilidad a los niños y a los representantes”, destacó Edward Becerra, director de Deportes de la alcaldía de Baruta. El ente municipal organiza un plan vacacional de dos semanas durante agosto, sin costo alguno, en el que esperan atender a 500 niños de edades entre los 6 y 11 años.
Programación disminuida
Aunque los organizadores de campamentos y planes vacacionales están consientes de la situación económica que afecta a los padres, los programas también se ajustan a un entorno, que de igual manera afecta el desarrollo pleno de actividades durante un día completo y los padres hacen cada vez más una evaluación entre costos y beneficios.
“Me he dado cuenta que ya los campamentos vacacionales no ofrecen una programación que cope todo el día y cuando lo hacen son costosísimos, eso es importante a la hora de decidir si inscribes a tu chamo o no, también depende de los costos y lo que puedan ofrecer”, explica Nathalie Peña, una de las madres con ingreso fijo que actualmente evalúa distintas opciones para inscribir a su hijo de 6 años.
Las tarifas más económicas de planes vacacionales en la capital, algunos sin costo alguno por la inscripción, oscilan entre 1.100 bolívares y 1.900 bolívares una semana, estos precios contemplan una programación que puede comenzar a las 8:30 de la mañana y que puede culminar a la 1 de la tarde. Es el caso de programas como los que ofrecen divisiones de clubes como el Caracas Fútbol Club, Cocodrilos de Caracas y escuelas deportivas independientes.
Otros planes que incluyen una programación de actividades para todo un día y que pueden prolongarse hasta por 5 semanas, en la modalidad camp day, tienen un costo semanal que puede variar de entre 12.500 bolívares y 17.000 bolívares. Se trata de actividades que abarcan entre tres y cinco semanas, como es el caso del Plan Vacacional TAI que organiza campamentos para niños desde los 3 años hasta los 14 años, y cuyo costo total varía entre 50.000 bolívares y 57.000 bolívares; incluye actividades temáticas y al aire libre, tales como teatro, pintura, cerámica, taller de origami, artes plásticas, bailoterapia, gimnasia, entre otras.
Recursos y escasez
Recientemente el presidente Nicolás Maduro aprobó más de mil millones de bolívares, 1.233 millones exactamente, para la activación del plan Reto Juvenil, una propuesta que incluye un plan vacacional comunal gratuito en el que esperan atender aproximadamente 2.500.000 niños y jóvenes de diferentes comunidades.
Según el mandatario, la aprobación del presupuesto que presentó a su despacho el área de Desarrollo Social, contempla costos de alimentación, transporte, sueldos para recreadores, uniformes y materiales para el desarrollo de la programación del plan vacacional comunitario.
“Lo que he podido averiguar hasta el memento es que los planes vacacionales que incluyen comidas y en el que los niños pueden estar todo el día, incluso con meriendas, son mucho más caros, algo que es lógico por esta situación. Pero no es como antes que la mayoría incluía todo”, indica Peña.
Algunos planes de recreación de iniciativa privada han tenido que disminuir la oferta en sus programas diarios, como uniformes y comida para los niños, servicios que actualmente representan un costo superior en comparación con años anteriores por la escasez reciente de alimentos y el incremento de costos para organizar la logística que requieren estos servicios.
“Aunque todavía puedo evaluar las opciones para inscribir a mi hijo en algún plan vacacional, que sería su segundo año en una actividad como esa, no es una decisión sencilla y por eso hay que sentarse y analizar todo”, explica Peña.
Finaliza julio y aún los padres tienen la oportunidad de evaluar entre la oferta variada de las instituciones públicas y lo que proponen las tradicionales organizaciones particulares encargadas de desarrollar programas de recreación, para preparar -con previsiones, cambios y ajustes económicos- unas vacaciones diferentes y necesarias.