Petróleo …. ¿gratis?
Muchos venezolanos están convencidos que Chávez está regalando nuestro patrimonio petrolero. Y no sólo son los analistas económicos o políticos sino la gente común que lucha por obtener reivindicaciones como viviendas, mejores salarios, aumento de pensiones o que solicitan que el gobierno asuma responsabilidades en la reparación de calles y carreteras o en la seguridad de los ciudadanos, entre otras cosas.
Lo increíble es que dentro de otra de sus largas diatribas contra Colombia, en esta ocasión en rueda de prensa por la información de los computadores de la FARC, el comandante-presidente soltó la siguiente perla: Venezuela vende 500 mil b/d a través de convenios y no recibe un centavo por eso. Ningún corresponsal internacional, que son los únicos que pueden atender a estos eventos, profundizó en el tema.
Según Chávez los miembros de los acuerdos energéticos Petrocaribe, Acuerdo Energético de Caracas y convenios integrales de cooperación reciben 500 mil b/d, aunque según analistas son 800 mil, en crudo y derivados. Y sin inmutarse agrega que Venezuela no recibe un centavo, pues la contraprestación se «trueca» o se deposita en el Banco del Alba y en el Fondo Alba Caribe. El resto es deuda, pues se financia cerca de la mitad de lo entregado, con 2 años de gracia a ser pagado a 25 años al 1%.
Sin ser matemáticos, se puede decir que si son 500.000 b/d, pongamos a un precio promedio de US$ 100 el barril de petróleo, estamos dejando de recibir $ 50 millones diarios, es decir $ 18.250 millones al año. De ellos estaríamos financiando unos $ 25 millones, en condiciones muy favorables para los beneficiarios. Tan desfavorable para Venezuela que si el dólar se deprecia a sólo 4% interanual, lo que es muchísimo menor que ahora, estaríamos recibiendo al final del período sólo 1/4 del valor de lo «financiado» a valor presente, es decir, 25 centavos por dólar.
La pregunta es muy simple ¿ puede un presidente venezolano regalar nuestra riqueza de esta manera?. La respuesta más tajante es: ! si puede y lo está haciendo !. Y en esto están involucrados todos los poderes públicos que en vez de detenerlo lo alientan. Lo patético es la actuación timorata de nuestros partidos políticos que deberían aguerridamente denunciar este regalo patrimonial, anunciando a «donadores» y receptores que esto es inaceptable, que se está entregando soberanía y el futuro de nuestros hijos, que esto debe ser y será corregido y los costes recolectados. Pero, ¿Quién le pone el cascabel al gato?