Pdvsa: de la meritocracia a la destrucción
Petróleos de Venezuela (Pdvsa), no deja de ser noticia. Lamentablemente no es por sus logros, sino por sus dificultades. Era inevitable el fracaso, ya que pasar de una empresa en donde la meritocracia era el sistema de manejo de los recursos humanos a una Pdvsa tomada por la marabunta revolucionaria no podía dar resultados positivos. Veamos algunas de las notables diferencias.
Pdvsa meritocrática (1976-2002): La empresa tenía una orientación de negocio. La administración de los recursos humanos permitía que los trabajadores pudiesen alcanzar su máximo potencial profesional, intelectual y espiritual. Es decir que, con las excepciones propias de todo sistema manejado por humanos, los ascensos se producían por méritos y de acuerdo al potencial de cada quien. A nadie se le investigaba su filiación política y jamás se obligó al personal a asistir a una concentración del partido de gobierno. La nómina, entre propios y contratados, era de 64.364 trabajadores en el 2002. Las ventas de crudo y productos se efectuaban de contado y pagaderos en dólares, salvo a países del Pacto de San José pero en montos muy limitados. Se producían 3.200.000 barriles por día y se exportaba gasolina. La seguridad en el trabajo era asunto de primordial importancia, por lo que sucedían pocos accidentes. En las refinerías, ocurrían menos de dos accidentes por millón de horas-hombre trabajadas y solo de 0,5 a 0,2 accidentes fatales en ese período trabajado. Se asociaba con empresas que aportaban tecnología, capital y gerencia.
Desarrolló la Orimulsión como combustible económico para la generación de electricidad. Realizaba programas de responsabilidad social en las áreas operacionales. Los contratos colectivos se firmaban puntualmente y se respetaban todas sus cláusulas. Los contratistas y proveedores, incluyendo clínicas, recibían sus pagos de acuerdo a lo estipulado. El presidente de Pdvsa sometía a consideración de su accionista, representado por el ministro de Energía, los planes, presupuestos y resultados y éste hacía las evaluaciones del caso antes de dar la aprobación. La empresa entregaba al Fisco el monto total del Impuesto Sobre la Renta, la regalía y los dividendos requeridos. El precio promedio del crudo venezolano en esos 27 años fue de 18,80 dólares el barril.
Pdvsa politizada (2003- ): La empresa tiene una orientación política y no de negocio. La administración de los recursos humanos se realiza sin profesionalismo. Las evaluaciones y ascensos están más relacionadas con la identificación con el régimen que con los méritos profesionales. Obligación de asistir a eventos oficialistas en horas de trabajo y fuera de ellas. La nómina actual monta a 90.394 trabajadores. Produce solo 2.100.000 barriles por día de crudo. Importa 100.000 barriles por día de gasolina. Parte de las ventas de crudo se realizan en plazos de hasta 25 años y al 1% de interés; aceptación de pagos en especies tales como carne, soya y hasta alojamiento en hoteles turísticos. Pretende sustituir el mercado norteamericano que está a siete días por el de China y Japón que está entre 35 y 46 días, corriendo Pdvsa con el costo del flete. Para solucionar las deficiencias de flujo de caja se ha endeudado y vende petróleo a futuro, comprometiendo el desarrollo de las próximas generaciones. Las refinerías están dando pérdidas. Desde el año 2003 han ocurrido 165 accidentes graves reseñados por la prensa, con saldo de 42 trabajadores fallecidos y 128 lesionados. Eliminó la Orimulsión. Se asocia con empresas tales como Cupet de Cuba y Enarsa de Argentina, que no tienen experiencia y no agregan valor. Incumple varias cláusulas del contrato colectivo. Tiene una elevada deuda con contratistas y proveedores. No reintegra al Banco Central todos los dólares producto de las exportaciones, existiendo serias denuncias de cambios en el mercado paralelo de divisas, además del famoso maletín lleno de dólares para la campaña de Cristina Kirchner. La empresa no entrega todos los montos de los impuestos, sino que se queda con una parte importante para financiar directamente algunas de las Misiones. Creó filiales no relacionadas con el negocio, tales como Pdvsa Alimentación, Pdvsa Naval y otras. La presidencia de la empresa y el ministerio de Energía están ocupados por la misma persona, la cual se paga y se da el vuelto. El precio promedio del crudo en estos seis años ha sido de 52,42 dólares por barril.
Como se aprecia, las diferencias entre la Pdvsa meritocrática y la asaltada por la marabunta revolucionaria son notables. El eslogan «Ahora Pdvsa sí es del pueblo» es un gran engaño y la empresa, al igual que el país, está muy deteriorada. El problema de insolvencia actual no es por los precios, sino por una gran ineficiencia gerencial. La recuperación de ambos solo se producirá con un cambio de gobierno.