Otra nueva Ley de Ferrocarriles
En su momento, por el 2002, presentamos nuestra crítica a una nueva Ley de Ferrocarriles de la RB de Venezuela. Disentíamos especialmente en los aspectos económicos, como planificación y políticas de precios, que aparecían de modo muy descuidado y etéreo.
Ahora recibimos esta nueva ley habilitante, en paracaídas, donde ni siquiera aparecen los aspectos citados de economía y planificación. Aparentemente, dice la Exposición de Motivos, siendo inspiradas por las legislaciones de España y Cuba, los cubanos asesores parecen haber copiado mas la parte caribeña que la ibérica, a menos que el trabajo lo haya realizado la inteligencia militar — yo en eso no me meto.
Hay que plantear diversos cuestionamientos.
<b<1.- LOS FERROCARRILES EN SI. La introducción, a estas alturas, del modo ferroviario en un país subdesarrollado con amplio sistema de carreteras en funcionamiento, solo podría justificarse en situaciones de transporte de carga y pasajeros muy específicas, con altos volúmenes y largas distancias, como no es el caso aquí.
Para los pasajeros, lo menos costosos es ir pasando según el volumen en pasajeros por hora, del carrito por puesto a la buseta, luego autobuses grandes, y finalmente metros o vagones de pasajeros.
Pero para algunos dirigentes — el ferrocarril, como en el siglo XIX, es señal de modernidad y de progreso, son los que han visto mucha televisión. Y después resulta, como el FC a los Valles del Tuy, la solución más anti-económica posible.
Esto tiene que ver con la ausencia de un Plan Nacional de TRANSPORTE, que es un sentida deuda de la planificación nacional, que ponga orden en las prioridades de los distintos proyectos, que la triste alianza de banqueros-fabricantes-contratistas-funcionarios militares (o gubernamentales) puja por lograr su merecido premio.
2.- POLITICAS DE PRECIOS. Si a cada modo de transporte se le fija una tarifa de acuerdo a su costo, se usarán menos los más costosos, y más los más baratos. Así el probable que el transporte por autobuses y gandolas derrote al ferrocarril excepto en distancias muy largas.
Pero tiene que haber una planificación que seleccione los proyectos mas idóneos, en competencia. No por alcanzar la grandeza frente al populacho, o por la cultura de TV, tan difundida.
3.- EL ABUSO DE PROYECTOS DE FC. A cuenta de acabar con la “explotación desenfrenada” ejercida por las empresas privadas de ingeniería de consulta y construcción venezolanas, se otorgan los grandes contratos a empresas de ingeniería extranjeras (preferiblemente cubanas, brasileras, argentinas y uruguayas, cuando no de Irán o China) – donde la explotación y plusvalía sí son aceptables y preferidas, un marxismo tropical.
Algunos de estos contratos son ”llave en mano” – lo que no deja .mayor transferencia de tecnología y tampoco se conocen licitaciones transparentes.
Igualito que con los ferrocarriles de Guzmán Blanco (c. 1875), pura rapiña, a cuenta de rescatar a los pobres de las zonas aisladas, que seguían sin producir nada antes y después de los rieles. Los únicos que se enriquecieron fueron los contratistas-prestamistas, con garantía del 7% anual por una concesión de 99 años, que endeudó al país con cobro posterior bajo cañoneras… Bueno, al menos en esos tiempos todo el mundo estaba muerto de hambre, especialmente lo generales.
Ni siquiera vale la pena perder el tiempo analizando esta nueva ley, no dice nada serio, es anodina, un saludo a la bandera. La anterior como que era preferible, qué barbaridad.
Sin perjuicio que en su debido tiempo todas estas leyes habilitantes sean anuladas.