Obreros, Temblad

Sí hay un grupo socioeconómico, que tiene, todas las de perder con el proceso de estatizaciones que adelanta la revolución, es el conformado por la clase obrera.

Mientras los capitalistas han venido recibiendo su idemnización monetaria por la expropiación de activos, los obreros quedan totalmente indefensos. Recordemos que con el traspaso al estado de su fábrica o centro de trabajo, en la oportunidad de hacer un reclamo por incumplimiento de la contratación colectiva, ¿ a quién acuden, sí el estado, el nuevo patrono, es además la instancia para mediar en los conflictos laborales ?

Esta situación debe ser analizada racionalmente por los sindicatos. Para nada servirán las promesas de crear consejos laborales o mecanismos de cogestión y autogestión obrera, que supuestamente les permitiría asumir la administración y dirección de las empresas.

Es necesario, traer a colación el caso yugoslavo, único país comunista que intentó la autogestión obrera, la cual resultó en una gran estafa. En la práctica la dirección de las empresas, se conformó con miembros del partido designados a dedo por el comité central, y los planes de producción e inversión se decidían a nivel ministerial, con lo cual la participación obrera quedaba relegada, a un plano intrascendente, por la cúpula partidista controlada desde el gobierno.

Se hacen falsas ilusiones los obreros de las empresas estatizadas (EDC y CANTV) y aquellas por estatizar entre las que se mencionan (medios de comunicación, frigoríficos, mataderos, supermercados, transportistas, colegios y clínicas, puesto que las nuevas empresas en manos del estado, no van a responder a sus intereses, sino a los del partido de gobierno.

El objetivo de estatizar, no es el bienestar de los trabajadores, sino la acumulación de poder por la clase política. Es oportuno recomendar a nuestros compatriotas obreros, que no se dejen engatusar con los cantos solidarios de la revolución socialista.