No hay gas
Tampoco hay electricidad, azúcar, sardinas, aceite, carne, no hay medicinas, etc. El no hay, es la respuesta más revolucionaria de toda la Revolución del Socialismo del Siglo XXI en Venezuela. Pero si hay, basura en todas las calles pues, los gobiernos locales, regionales y el mismo Ejecutivo, han sido incapaces de coordinar una política para la limpieza y salubridad de las ciudades. Lo que si hay son hampones que registran, en todo el país, un promedio de 44 muertes (asesinatos) diarios, lo que nos lleva a 16 mil asesinatos anuales, 2 mil más que en Irak y no estamos en guerra
¿Qué hacer?
La oposición, cegada por el continuo fracaso de dirigentes que aún no le quieren dar paso a una nueva generación, como por ejemplo a los estudiantes y jóvenes periodistas que tienen la situación más clara, porque saben perfectamente que se está instaurando un fascismo a la cubana, no quiere entender que hay que luchar por los derechos en forma activa y sin violencia. La no-violencia, finalmente, termina con el gobierno más fuerte pues al poder de las armas siempre se impone el poder de la razón.
La cuestión es que en el país los servicios no funcionan porque las empresas, ahora estatizadas, que deben distribuir el gas y la electricidad, no tienen al personal competente ni han hecho, por años, las necesarias inversiones para producir algo tan simple como energía. Y, esto no solamente sucede aquí. Bastó con que el señor Néstor Kirchner haya llegado al poder en Argentina para que ese pueblo sureño carezca de gas, precisamente, en la época más fría del año, lo cual ha causado la muerte de decenas de ancianos argentinos cuyas muertes son disfrazadas de muertes naturales. Bolivia, país que se jacta de tener las más importantes reservas de gas del cono sur (o del altiplano) ahora descubre que no tiene gas para exportar va Brasil , dejando al Mato Grosso sin energía eléctrica por casi un día, teniendo los brasileños que conectarse a la red interconectada para poder seguir viviendo; de carambola, la falta de gas en Bolivia dejó sin gas a Chile, que afortunadamente tenía algunas reservas y ahora construye su propio puerto gasífero para no depender más del gas boliviano o argentino.
La escasez de gas en Venezuela, ha significado que haya ciudades que desde hace dos meses no reciben el suministro obligando a las amas de casa a recurrir a la leña, en algunos casos extremos y a la electricidad en otros. Esto último produce una sobre carga en la distribución eléctrica lo que crea apagones de hasta 3 horas diarias o más en importantes ciudades industriales del país.
Los dirigentes opositores por cual estúpida razón nunca han colocado este asunto en la agenda y obligan al gobierno a solucionar este problema? ¿También le dejarán este asunto a la OEA, o a los estudiantes, o a la Iglesia? ¿Acaso no pueden despertar? El país sí que tiene problemas: no hay oposición ni hay gobierno; ¡que vaina!
Problemas del Gas
El total de reservas probadas venezolanas es de 143 billones de pies cúbicos de gas, de los cuales 132 billones son “gas asociado”; es decir, disuelto en petróleo crudo que se produce en forma simultánea y depende de la producción del crudo. Esto significa que sólo 11 millones de pies cúbicos de gas estarían disponibles para su exportación y comercialización interior. Si se aumenta la producción de petróleo, como ha dicho PDVSA, digamos a 2,7 millones de barriles diarios, tendremos un incremento superior al 10% del gas asociado, lo cual dificultará aún más la situación de los usuario.
Pero, para complicar aún más el panorama, en el Lago Maracaibo hay 450 fugas de gas, lo que significa que deberá usarse otro sistema líquido para el Complejo Refinador de Paraguaná, situación que afectará, también, el proceso exportador del Complejo. Todo esto ha hecho, también, que la producción petrolera haya caído, en estos días en 40 mil barriles diarios.
Por otro lado, las importaciones de gas licuado desde Colombia, al parecer se han paralizado pues subieron los precios y los distribuidores dicen que no están en capacidad de vender a los precios regulados, los cuales, sinceramente, están muy por debajo de ser precios razonables.
Yo por mi parte, no entiende como se produciría el aumento de la producción actual en más del 33% para obtener el gas de exportación para que funcione el supuesto Gaseoducto del Sur, el cual, a mi modesto parecer, murió de muerte súbita al igual que el Banco del Sur, ya que este se produce conjuntamente con el crudo, y PDVSA según sus planes de inversión a futuro (hasta el año 2010) no contempla el incremento de la producción gasífera. Una de las razones por las cuales se abastecía, hasta hace poco, el país desde Colombia es porque no hay suficiente gas ni siquiera para el uso doméstico.
Electricidad
La Cámara Venezolana de la Industria Eléctrica – CAVEINEL – manifestaba ya en 2003 que había un fuerte rezago en la inversión de $1.200 millones anuales que es necesaria hacer en Venezuela. Esta inversión nunca superó los 500 millones de dólares anuales, lo cual hizo caer en repetidas ocasiones la generación de electricidad a pesar del aumento de habitantes del país de 222 millones de personas en 1999 a 26 millones en 2007.
En el siguiente cuadro, podemos ver los altibajos del consumo eléctrico en el país, los cuales, en realidad no pueden ser totalmente asistidos por las plantas productoras de Energía Eléctrica, pues, como pueden apreciar, en un año con otro, no hay relación significativa de aumento del consumo.
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Lo extraño de este asunto, es que según Caveinel, la generación eléctrica mensual y anual es de un 100% del consumo. Esas estadísticas, obviamente, y burdamente, están ocultando algo, pues en ningún lugar del mundo se consume el 100% de lo producido o se produce el 100% de lo que se consume. Aquí, obviamente no consideran las fugas del fluido eléctrico, las tomas clandestinas, las pérdidas por mala transmisión debido al cableado defectuoso, etc.
No es posible, aunque un poeta me comentó que en este país todo era posible, hasta tratar de tarado, inmoral, poco ético, al Juez más apreciado por los defensores de los derechos humanos en el mundo, me refiero a Baltasar Garzón. Ustedes pensarán que no viene al caso, pero si pues aquí, cuando hablamos de producción tenemos que hablar de la ética de los funcionarios que, además, mienten mal. Y debemos hablar de la mora pues considero inmoral que en estos momentos miles y miles de personas, por ejemplo de la tercera edad, niños, etc. no puedan alimentarse bien porque o no hay gas o no hay electricidad en uno de los países que se supone produce más petróleo en el mundo.
Finalmente, debemos preguntarnos ¿quiénes pagan las pérdidas por electrodomésticos perdidos por los apagones eléctricos, por las muertes que se producen en los quirófanos, por las computadoras dañadas, por las molestias causadas, por las industrias y comercios parados, por los impuestos que no se perciben al paralizarse la producción, etc. ¿Quién responde? O será que esto es otra política revolucionaria que busca emular a los pobres cubanos que no tienen ni agua potable?