No desvenezolanicemos a PDVSA
Es un gravísimo error sin sentido (y yo añadiría contraproducente y hasta mal intencionado) pretender resolver el problema planteado por los empleados de PDVSA, empresa de TODOS los venezolanos, con respecto al nuevo directorio, privatizándola para evitar su manipulacion política y partidista por el gobierno de turno, ya que solo lograría someterla a la manipulación interesada y prejuiciada de cualquier directiva de turno, que no tiene ni puede tener como meta los intereses de los venezolanos. La UNICA forma de resolver el problema y mantener la empresa en manos de los venezolanos es cambiando al gobierno de turno, poniendo uno que sepa manejar la empresa que es y debe continuar siendo de todos los venezolanos. No se mata al doctor para curar un enfermo, ni se mata la gallina de los huevos de oro para apropiarse de sus cualidades especiales. Privatizar es igual a desvenezolanizar.
La privatización de PDVSA, como toda privatización, significa someterla a las directrices de quienes logren obtener el control minoritario de los accionistas, que tienen sus propias orientaciones oportunistas, personales y politicas (como lo comprueban Enron, Global Crossing y Hewlett Packard, entre miles de otras). Es por esto que extraña y sorprende que conocidos profesores e investigadores de centros universitarios y estudios superiores estén haciendole propaganda y proselitismo a la privatización de la empresa de todos los venezolanos que representa la sangre vital de la economía del país y su cordón umbilical con el bienestar de sus dueños. No dan ejemplos para sustentar sus reclamos porque no existen. No existe una empresa pública de la importancia de PDVSA que haya sido privatizada exitosamente. En cambio, el mejor ejemplo contrario es la propia PDVSA, antes de Chávez. Por lo tanto, una solución cambiar gobierno saliendo de Chávez.
Fue así como pudimos acabar con la nefasta apertura petrolera de Giusti y la vergonzosa política petrolera de Caldera, cambiando gobierno. Es así como podemos acabar con la manipulación de PDVSA, cambiando gobierno (lo que tambien podriá significar cambiar algunos directivos de la empresa, para el bien de todos). Es la forma de hacer las cosas de manera democrática, desinteresada y beneficiosa para todos los venezolanos.
Pero existe otra, quizás más expedita y apropiada en el contexto técnico administrativo. Se trata de la eliminación del Directorio, no el cambio de algunos directores. La integración vertical de la industria conocida como la reorganización Giusti, hizo contraproducente al Directorio, tal y como está concebido en la actualidad. Este Directorio fue diseñado para la vieja holding PDVSA. La integración Giusti eliminó su condición de holding, haciendo necesario una nueva forma de dirección. Aunque se podría concebir un Directorio con funciones apropiadas para la actual industria integrada, pienso que lo más sano y eficiente sería volver a la organización anterior, con tres operadoras. Una de las operadoras se mantendría pública, las otras dos podrían privatizarse de cualquiera de las múltiples maneras disponibles, a ser determinada por la Asamblea Nacional en consulta directa con los dueños, el soberano.
Igual desvenezolanización produciría regresar a la política petrolera del gobierno anterior, sacrificando los precios bajo la pretendida vigorización de la economía, que produciría un pretendido alto multiplicador petrolero, a través de la masiva inversión que se requeriría para lograr una masiva producción de crudo, con el objeto de venderlo en el exterior a cualquier precio, incluso por debajo del costo de producción. Un multiplicador petrolero que nadie ha demostrado ser alto, mientras que la experiencia histórica nos demuestra siempre ha sido bajo y continúa siendo bajo. Un mercado petrolero que no indica ser capaz de absorber la pretendida masiva producción de crudo a un precio rentable, ni siquiera razonable. Una industria petrolera mundial que no permanecería pasiva e inmovil ante una Venezuela activa y agresiva.
Mejor que utilizar el petróleo como insumo para vigorizar la economía no petrolera, o sembrar el petróleo como prefieren decir algunos, es utilizar la educación del venezolano como insumo multiplicador, preparándolo para trabajar con mayor productividad en cualquier actividad de su preferencia y capacidad. Es como se han desarrollado todos los países considerados desarrollados o industrializados, especialmente los que no tienen recursos naturales como Suiza y Japón, para solo mencionar dos.
Volcar los esfuerzos de quienes critican la actual política petrolera en la educación y el aprendizaje sería mucho más efectivo y productivo. Y se justificarían sus esfuerzos por cambiar el actual gobierno si mantienen la actual política petrolera y proponen utilizar las divisas petroleras para mejorar la educación de los venezolanos en vez de mejorar la capacidad de choque de sus propios grupos bolivarianos o llenar los bolsillos de los supuestos accionistas. Por muchas razones, expuestas en muchas ocasiones anteriores aquí y en otros lugares, he demostrado que la defensa de los precios del petróleo es la única política petrolera eficiente y además consistente con el desarrollo del pais.
Finalmente, el desarrollo de Venezuela lo logrará la educación, en un sentido integral de la palabra, no las divisas petroleras, no importa cómo se produzcan ni quiénes las reciban. Y en realidad, tampoco importa cuánto se producen, siempre que no excedan la capacidad de absorción de la economía. Sin embargo, continuar viendo el desarrollo del país a través del petróleo y lo que hagamos con él, es continuar complicando nuestro subdesarrollo y dilatando el desarrollo del pais.