Niveles de las reservas internacionales retrocedieron 73 años en revolución
No es una exageración afirmar que Venezuela se quedó sin reservas internacionales, eso según la perspectiva de analistas y economistas nacionales.
En medio del segundo mes de 2017, el país transita un calvario económico debido a los serios problemas de liquidez, que se agudizan con el pasar de los días por la caída de los ingresos en divisas provenientes de la industria petrolera.
Los niveles actuales de las mermadas reservas internacionales se ubicaban, al cierre del 6 de febrero, según la información publicada por el Banco Central de Venezuela (BCV), en 10 mil 544 millones de dólares.
Venezuela presentó una caída interanual de 32,95% al cierre de 2016, cuando las reservas internacionales de la nación cerraron en 10 mil 977 millones de dólares.
El oro y la administración de las reservas internacionales
El BCV define las reservas internacionales como los recursos financieros en divisas con los que cuenta el país para garantizar el cumplimiento de los pagos de bienes que importa y honrar el servicio de la deuda.
“Efectivamente la caída de las reservas internacionales fue de 5.392 millones de dólares en 2016. Hay que destacar que el Gobierno central liquidó toneladas de oro, y aunque no es proporcional, eso tuvo un impacto en la caída de las reservas. Venezuela se ubicaba en el puesto 16 en el mundo con 361 toneladas de oro; en octubre estábamos en 188,7 toneladas de oro; si revisamos la cifra hubo una disminución de 172,1 toneladas de oro”, explica el economista Jesús Casique.
Aunque en el pasado (años 2000-2004) el oro constituía 28% de las reservas internacionales no operativas, en la actualidad más de 60% de los 10 mil 544 millones dólares de las reservas internacionales lo constituye el oro monetario, que en la parte final del 2016 representaba 7.730 millones de dólares, lo que equivale la mitad del valor de los lingotes de oro en el 2014, según información del BCV.
El Gobierno ha tratado de paliar la crítica situación de liquidez desde inicios de año, cuando se conoció que el BCV habría hecho una emisión de bonos por 5.000 millones de dólares a 2036 en una operación privada que involucraba el Banco de Venezuela, mediante la coordinación del banco chino Haitong International Securities, como una medida para cumplir con el pago de deudas a proveedores de la industria petrolera, importación de alimentos y medicinas.
“Quemaron reservas internacionales para utilizar recursos en momentos adversos de la economía nacional y eso no es de extrañar, porque le Gobierno siempre ha recurrido a una serie de activos como en 2015, cuando las reservas también cayeron. En 21014 cerraron en $22.080 millones y en 2015 cerraron en $16.370 millones. El Gobierno central decidió efectuar ese año tres retiros de los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional, que es un componente de la reservas. Uno en abril, por $389 millones; otro en junio, por $1.504,8 millones y en octubre, por $477 millones. Desde el 2014 las reservas internacionales vienen desplomándose”, añade Casique.
Cifras del petróleo en rojo
El BCV precisa que las reservas internacionales que administra provienen principalmente de las exportaciones petroleras de la estatal de hidrocarburos Pdvsa. La caída de las reservas internacionales está asociada, por lo tanto, a una merma en el desempeño de la industria petrolera nacional, que se ha visto comprometida por la confluencia del desplome de los precios de crudo; la baja productividad en los campos petroleros nacionales; las deudas con proveedores del sector y procesos de comercialización en duda.
“El caso venezolano es un tema de estudio. La economía cayó 5% con precios del barril de petróleo cuando eran de más de 90 dólares. Hoy tenemos una economía lenta que le costará recuperarse, pues el sector petrolero disminuyó su capacidad de producción en 600 mil barriles diarios. Entre 2014 y 2016 la producción de crudo cayó 21%, eso quiere decir 618.000 barriles diarios de petróleo menos”, explica el economista y especialista en política y comercio petrolero, Luis Oliveros.
Recientemente se pudo conocer que el BCV evalúa una operación de pacto de retrocompra con el banco de inversión Nomura, en la que ofrecería bonos de Pdvsa para recibir más de 1.000 millones de dólares. Con ese virtual financiamiento el ente emisor podría darle un poco más de liquidez a las ya disminuidas reservas internacionales.
“Una cifra tan baja como la del cierre de 2016 es mucho peor si la compramos con la inflación. Cuando analizamos las reservas internacionales desde 1960 hasta 2016 encontramos que el nivel actual solo se puede comparar con el de 1972, antes del boom petrolero de esa década. En ese momento prácticamente no había deuda externa, la producción petrolera estaba en alza y la tasa de cambio era de 4,30 bolívares”, argumenta Oliveros.
Tanto Maduro como el ministro de Comercio e Inversión Extranjera, Jesús Faría, han señalado el impacto de la reducción de los ingresos en divisas en 2016. Y aunque el BCV no ha publicado información relativa a la inflación del año pasado, Oliveros precisa que la caída de las reservas internacionales en términos per cápita implica un retroceso de 73 años al comprara las cifras de forma macro.
“Las reservas internacionales son las mismas que teníamos en el año 1942 si las llevamos al valor del dólar real en el 2016, lo que quiere decir que en 2016 las reservas internacionales eran 344,60 dólares; en 1943 las reservas internacionales eran 353,99 dólares. La revolución nos ha llevado a un retroceso de 73 años en materia de reservas internacionales. Conclusión: no hay reservas internacionales”, puntualiza Oliveros.
La caída más pronunciada de los recursos financieros en divisas del país en 2014 coincide con las medidas del BCV de usar el oro para operaciones de canje con bancos de inversión a partir de ese año.
“Chávez estableció el nivel óptimo de reservas internacionales en 2006 de $26.800 millones y en 2011 de $30 mil millones. No hay una medida exacta para establecer el nivel óptimo de las reservas, pero si tomamos esas dos cifras, cerramos muy por debajo. El Gobierno debería informar si utilizó un monto significativo para garantizar las importaciones y debería explicarle al país si fue utilizado un monto importante para el servicio de la deuda externa”, añade Casique.
Venezuela debe afrontar compromisos de deuda este 2017 que superan los 9.000 millones de dólares
El déficit de divisas y una reducida lista de opciones de financiamiento en 2017, según Oliveros, auguran la continuación del desplome de las reservas internacionales. “Eso hará que la posición externa del país siga siendo sumamente comprometida”.