Mercados reaccionan con cautela ante anuncios de Maduro
La deuda venezolana cotizaba el jueves a la baja y el mercado se mantuvo cauto ante la perspectiva de una devaluación y un aumento en el precio de la gasolina más barata del mundo, luego de anuncios hechos la noche previa por el presidente Nicolás Maduro.
El mandatario bajo presión por la recesión, la escasez y los altos precios, se decantó por mantener -al menos provisionalmente- un sistema de cambio controlado operado con tres mecanismos, que incluye una tasa fuertemente subsidiada para la compra de alimentos y medicinas.
No obstante, el Gobierno introducirá modificaciones que derivarían en una subida del tipo de cambio para el resto de las importaciones, algo que analistas han catalogado como una devaluación.
Además, Maduro dijo que es necesario subir el precio de los combustibles, una medida que tradicionalmente ha sido un detonante de protestas en el país, y convocó a un diálogo nacional entre autoridades y transportistas.
El inminente aumento de la gasolina podría colocar presión extra a unos precios cercanos a la hiperinflación, al aumentar los fletes de los alimentos y productos básicos, en Venezuela donde el 95 por ciento de la mercancía se transporta en camiones.
Economistas han agregado que un aumento en los tipos de cambio también generaría una presión inflacionaria.
Los expertos habían recomendado una receta similar para aplacar la sed de divisas en el país, agravada por el desplome de los ingresos petroleros que son fuente del 95 por ciento de los dólares que entran al país sudamericano.
Pero la falta de detalles sobre el funcionamiento y las tasas de cambio que tendrán los dos nuevos mecanismos cambiarios anunciados limitaban los comentarios y reacciones del mercado. Maduro dijo que sus ministros del área ahondarán en el asunto, pero no mencionó cuándo.
El bono Global 2026 encabezaba la lista de las pérdidas, con una caída de 1 punto hasta los 35,250-36,400, según datos de Thomson Reuters.
Mientras, el papel con vencimiento al 2027, considerado el referente del mercado, perdía 0,65 puntos para tocar valores mínimos desde 2009.
Por su parte, el precio del bono PDVSA 2022 , seguido de cerca por su elevado cupón, también retrocedía el jueves 0,8 puntos para cotizar entre 38,750 y 40,750 a las 1530 GMT.
«No está claro si estas medidas contendrán la crisis económica y reducirán suficientemente la balanza de pagos y la presión sobre los cumplimientos de deuda», dijo Siobhan Morden, analista de Jefferies.
Muy poco, muy tarde
En 2015 y durante los próximos dos años, entre la República y la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) deben desembolsar unos 10.000 millones de dólares anuales por vencimientos de bonos e intereses.
La pesada carga y las maltrechas finanzas influyeron para que el mercado temiera una cesación de pagos tras lo cual el riesgo país, medido por el índice EMBI+ de JP Morgan, se ha disparado hasta los 3.294 puntos, mayor que países en guerra civil como Ucrania.
A pesar de los malos augurios para la economía de Venezuela, que según el Fondo Monetario Internacional (FMI) cerraría el 2015 con una contracción del 7 por ciento, analistas vieron con optimismo la creación de un tercer mercado operado por corredurías públicas y privadas que, según lo dicho por Maduro, emularía un mecanismo de flotación libre que existió hasta 2010.
Según operadores, este tercer mercado podría reemplazar al paralelo que, a pesar de no ser usado por el grueso de la economía, ha servido de referencia en los últimos años. El jueves, el dólar cotizaba en esa plaza en casi 179 bolívares por unidad, 2 bolívares por encima del cierre del miércoles.
«Esto puede introducir cierto dinamismo en el mercado, activar levemente el sector de servicios que circulaba alrededor de las casas de bolsa y sociedades de corretaje y frenar el paralelo, aunque levemente», dijo Diego Moya-Ocampos, analista de IHS.
A pesar de que analistas reconocieron los anuncios de Maduro, aseguraron que aún se necesitan mayores ajustes como una mentada unificación de los tres tipos de cambio oficiales, el aumento de los precios controlados y la agilización en la entrega de divisas a los importadores.
«Si esas medidas se hubieran aprobado hace un año, la reacción del mercado habría sido eufórica», concluyó Morden.