Más exportaciones
La mejor manera para liberar el control de cambio del país es produciendo más bienes y servicios exportables. No es controlando nada más sino produciendo que superaremos la pobreza. En los últimos 30 años las empresas exportadoras privadas cayeron de más de 2.300 a apenas unas 150 empresas. Es crítico aumentar el número de industrias exportadoras en el país para poder revertir la crisis cambiaria aun cuando suben los precios del petróleo. Para revertir esta situación el Gobierno venezolano debiera repensar todas sus políticas industriales.
Lo primero que debe hacer el Gobierno es pensar qué políticas haría para desarrollar la industria si no tuviese ingresos petroleros. Esto es, debería de buscar las repuestas a la política industrial haciendo el ejercicio intelectual y práctico de cómo estimular y administrar el desarrollo de nuevas y más prósperas industrias en el país si no tuviéramos petróleo. Muchas veces el ingreso petrolero no permite ver los errores de política industrial. Una vez diseñada la política industrial de una Venezuela sin petróleo, entonces sería más fácil manejar apropiadamente los ingresos petroleros de manera de concentrar los recursos petroleros no para estatizar empresas ya puestas en marcha por el sector privado, ni para pagar burocracia, sino para generar una infraestructura que apuntale políticas que estimulen más empresas a exportar, como lo hace China.
Merma
Desde 1976, los gobiernos en Venezuela se han indisciplinado de usar los recursos provenientes del petróleo y terminan comprando empresas en marcha e inflando la burocracia. Una de las razones por las que la industria exportadora no tradicional ha mermado en casi 93% en el país es que los gobiernos venezolanos se han concentrado en diseñar estrategias para retener la renta petrolera en lugar de hacer crecer la renta de la nación por encima de la petrolera.
Para reducir el impacto sobre la población de menores recursos, el Ejecutivo deberá hacer los siguientes cambios en la política industrial: en primer lugar permitir que los exportadores venezolanos mantengan sus divisas.
En segundo lugar, el Gobierno tendrá que ejecutar más obras de infraestructura con sus recursos, y para ello debe implantar un sistema de remuneración por resultados para los funcionarios públicos.
En tercer lugar, el Gobierno deberá apoyar la formación de nuevas comunidades empresariales venezolanas, pero en forma más pragmática. Como las comunidades empresariales socialistas (vía cooperativas, comunas y empresas de producción social, ni la compra de grandes empresas tradicionales por parte del Estado) no han podido aumentar la producción al ritmo del consumo, para mantener el consumo en el 2012 aun con caídas en las importaciones que previmos, el Ejecutivo debiera apoyarse más en los sectores de la pequeña y mediana industria y diseñar políticas que garanticen su florecimiento en las próximas décadas.
Si el Gobierno venezolano desea que el capital social de las empresas se democratice para poder distribuir los beneficios de un auge de las empresas privadas, el Ejecutivo deberá implantar mejoras en el mercado de valores también.
