Manuel R. Egaña, constructor de instituciones
(%=Image(2761762,»L»)%) Al cumplirse 107 años del natalicio del Dr. Manuel R. Egaña (1.900-1.985), la Biblioteca Biográfica Venezolana que dirige el historiador y académico Simón Alberto Consalvi, bajo el patrocinio de El Nacional y el Banco del Caribe, publicará en los próximos días la primera biografía del eminente abogado nacido en Zaraza, Estado Guárico. Tuve el honor de recibir este encargo. Tres veces ministro de Fomento (en 1938, 1949 y 1964), senador y presidente del Congreso Nacional (1941-1945), embajador de Venezuela en Canadá (1959-1964), el por sobrados méritos economista llanero, por encargo del gran presidente Eleazar López Contreras, fue fundador del Banco Central de Venezuela.
Hombre de doctrina y acción, este honesto servidor público fue precursor de la economía social de mercado a través del Programa de Febrero de 1936, el más coherente plan de modernización económica y financiera que Venezuela había conocido hasta la fecha, instituido por el presidente López para colocar a Venezuela en la senda clara e inequívoca de la democracia y la equidad social. Fue Director de Gabinete de otro distinguido hombre público, el economista merideño Alberto Adriani, a quien sucedió como Ministro Interino cuando éste falleció repentinamente el 10 de agosto de 1936. Ambos habían sido co-redactores del Programa de Febrero.
Laborioso investigador y analista de los grandes problemas socio-económicos del país, el Dr. Egaña fue autor de los primeros Diez Principios para un política petrolera venezolana (1941), considerada por Soublette y Crazut como la primera sistematización de una política petrolera orgánica del país. Fue co-fundador de la Revista de Hacienda, junto con Alberto Adriani y Arturo Úslar Pietri, y más tarde de la Revista de Fomento. Fue creador del primer Anuario Petrolero Venezolano, el primer compendio estadístico organizado de estadísticas confiables de nuestra industria de los hidrocarburos.
El Jefe del Estado, Eleazar López Contreras lo designó presidente de una alta comisión que se encargó de evaluar, redactar la primera Ley del BCV en 1939, organizar, estructurar y poner en ejecución el Instituto Emisor venezolano, el cual abrió sus puertas al público en octubre de 1940, cuando el fundador contaba con 40 años de edad. Dijo una vez que había dedicado al Banco Central lo más florido de sus años, la frase que utilizó José Antonio Páez cuando, refiriéndose a Simón Bolívar, narró a Eduardo Blanco, autor de Venezuela heroica, el desarrollo de la Batalla de Carabobo.
Egaña fue co-redactor de la primera Ley de Impuesto sobre la Renta (1942), de la histórica Ley de Hidrocarburos de 1943 y de la Ley de Minas de 1945. Pionero de la industrialización de Venezuela, el joven ministro comisionó en 1938 la primera expedición científica para explorar el potencial minero e industrial de la Guayana venezolana. Prolífico escritor, su libro Tres décadas de producción petrolera (1917-1947) fue la primera historia integral del petróleo en nuestro país. Visionario, organizó en 1949 la primera misión diplomática para establecer lazos permanentes con los países productores de petróleo del Medio Oriente y propuso en 1974 la construcción de un canal fluvial que uniera el Orinoco con el Mar Caribe a través de la Cuenca de Unare.
Manuel R. Egaña fue un estadista en todo el sentido de la palabra. Este distinguido tataranieto de inmigrantes vascos sirvió a Venezuela con prístina rectitud y nunca se sirvió de ella. Constructor de instituciones, fue asesor permanente del Banco Central de Venezuela y su primer bibliotecario. Defendió su autonomía hasta su muerte pero señalando la colaboración que deben prestarse los entes del Estado en beneficio de la Nación. En gesto quijotesco, cuando el presidente Carlos Andrés Pérez, en 1974, nacionalizó el Banco Central y propuso una reforma de su Ley, reivindicó el derecho de los pequeños accionistas (varios miles) y declaró que sólo mediante sentencia firme de la Suprema Corte vendería al Estado las 10 acciones que poseía desde su fundación y que había adquirido por Bs. 500.