Manipulación de la producción y precios del petróleo: comentarios inexplicables de un experto petrolero
Venezuela Analítica, en su edición del miércoles, 16 de agosto de 2000, entrevistó al ex-presidente de Maraven y experto petrolero, Alberto Quirós Corradi, con motivo de la reunión “cumbre” de la OPEP a celebrarse en Venezuela el mes entrante, titulando la entrevista con una frase-pregunta impactante de boca del entrevistado—a saber, “Si los mercados aceptan el precio actual ¿por qué entonces reducirlo?”.
Pero ahí quedó la cosa, con el lector en el limbo, sin recibir aclaración de un título impactante, porque la entrevista no trata este tema sino muy tangencialmente con otra pregunta de los entrevistadores: “Usted esboza que no tiene sentido que la OPEP siga manipulando la producción, ¿qué haremos si los precios del petróleo empiezan a bajar nuevamente, o siguen oscilando si la OPEP no controla la producción?”
Y es entonces, en la respuesta a este segundo planteamiento, que surgen comentarios inexplicables (¿inconcebibles?). Veamos.
El Dr. Quiros Corradi comienza su respuesta diciéndonos que los precios “no bajarían, porque el mercado le daría la salida al crudo de la OPEP, primero que al de los demás, por ser el menos costoso”.
¿Quién entiende esto? ¿Significa entonces que los precios están tan bajos que ya no pueden bajar más, pero tampoco han subido a niveles que harían rentable el petróleo de productores mas costosos, llegando a esos niveles por el libre juego de la demanda y oferta, y no como resultado de la OPEP “manipulando la producción”? Si es así, ¿por qué critica (en otros escritos) la política de defensa de los precios de la OPEP por “cortoplacista” que “no tiene futuro”, y que más bien debe “abandonar todo tipo de controles cartelizantes sobre la produccion”, dejando que esta aumente y que los precios bajen “libremente”, beneficiando con ello a los consumidores, no a los productores?
Lo cierto es que si no fuera por la “manipulacion” de la producción (descripción despectiva indebida y enganosa), los precios estarían mucho más bajos y no tendríamos a Bill Clinton reclamando. Los precios del crudo han subido a los niveles actuales por varias razones, pero la razon principal se debe a la OPEP, como lo reconocen analistas y expertos petroleros de todo el mundo, admitiendo que los precios estaban inexcusablemente bajos y el derecho de los productores a cuidar sus intereses precisamente mediante las acciones tomadas, no abriendo los chorros ante una demanda creciente y no inundando los mercados para mantener los precios bajos (como hubiese hecho la Venezuela de Rafael Caldera y la PDVSA de Luis Giusti con su disparatada apertura petrolera, y como insisten los comentaristas mencionados). El propio Presidente del mayor mercado del mundo y de los consumidores mas despilfarradores, Bill Clinton, reconoce que los precios tenían que subir y lo que ahora pide es que no suban demasiado [la programación de su viaje a Nigeria (miembro de la OPEP) en estas fechas no ha sido accidental, como comprueba la prensa informando sobre el condicionamiento de cualquier ayuda financiera estadounidense al éxito nigeriano en septiembre de lograr que la OPEP mantenga los precios entre 22 y 28 dolares, o al menos por debajo de los 30 dólares].
De inmediato, el Dr. Quiros Corradi explica: “Es decir, la teoría del libre mercado indica precisamente que este decide lo que más le conviene y tiene que convenirle más el petróleo menos costoso.” Un contrasentido.
Ningun mercado decide nada y a ningun mercado le conviene nada. No es un ente vivo y pensante. Es el escenario en que los actores que determinan la demanda y la oferta, si realmente es libre, resulten fijando el precio que los satisface; lo que no significa que quedan satisfechas las necesidades de todos los consumidores, como tampoco las de todos los dueños del petróleo [ya que no participan consumidores sin poder de compra ni dueños de petroleos más costosos]. Por otra parte, si bien es cierto que son los productos (petroleos) menos costosos los que participan en el mercado, esto es así porque pueden venderse a precios menores de los que podrían soportar productos más costosos, ya que los demandantes (consumidores) buscan minimizar los precios que pagan (a igual calidad). En cambio, los oferentes (productores) prefieren maximizar los precios que reciben (o fijan), porque intentan maximizar sus ganancias a largo plazo (lo cual no es facilmente discernible en el caso del petroleo, como lo hemos demostrado quienes críticamos la apertura petrolera y a quienes ahora proponen que la OPEP en vez de defender los precios debe aumentar la producción y dejar que los precios bajen). Recordemos que la estrategia de conquista y retención de mercados no es aplicable al petróleo, por razones que aprende todo economista en su primer año de estudios (como también aprende el concepto de capacidad de absorción y los límites al crecimiento).
Finalmente, termina contestando el Dr. Quirós Corradi: “De esta manera se eliminarían las trabas artificiales que se imponen de lado y lado, ni la OPEP tendría por que estar cartelizando sus volúmenes, ni los países tendrían por qué estar pechando innecesaria e injustamente esos productos para disminuir su consumo.”
Nada más tortuoso y equivoco que esta explicación. En primer lugar, las “trabas artificiales” no se eliminan automáticamente por la simple aplicacion de teorías o voluntades. Tampoco las elimina el mercado. Las eliminan decisiones politicas, mediante negociaciones entre iguales. La OPEP “carteliza sus volumenes” (otra descripcion que considero equivoca e inapropiada), porque el mercado del petroleo nunca ha sido “libre” y no lo es hoy tampoco. Y es que no puede ser libre, por razones obvias que conoce el Dr. Quirós Corradi y que no vienen al caso esbozar aqui por muchas razones (el mercado petrolero no es autonomo y singular; los mercados energéticos son complejos y están intervenidos y distorsionados por los gobiernos con regulaciones, impuestos y subsidios; no abundan los productores de petróleo pero si abundan los consumidores sin capacidad de pago; el petróleo es un producto de seguridad nacional para muchos países por diferentes razones; los problemas de contaminacion ambiental son cada vez más reales, atrayendo las intervenciones de los gobiernos; etc.).
Pero más importante es que los altos impuestos que pechan “injustamente” (como dice equivocadamente Quirós) el consumo de petroleo en los países consumidores no se deben a sus esfuerzos por reducir el consumo o por razones ambientales. Los primeros aumentos de impuestos no tuvieron como propósito primordial la reducción del consumo, aunque si tuvieron ese efecto. Se originaron para captar los amplisimos excedentes del consumidor permitidos por los bajos precios y mejorar las finanzas publicas, permitiendo también el financiamiento de los crecientes gastos dirigidos a elevar el bienestar de los consumidores y reducir las ineficiencias y los despilfarros energéticos causados por los precios bajos. Fue después, más recientemente, cuando comenzó la preocupación por el tema ambiental y de contaminación, con las correspondientes alzas de impuestos para financiar estos nuevos tipos de gastos, y ahora si, con el decidido proposito de reducir el consumo.
También es importante aclarar que los impuestos al consumo de productos del petróleo no tienen nada de injustos ni de innecesarios. Es un planteamiento emotivo que no tiene lugar en discusiones técnicas y más bien confunden desviando la atención. Los impuestos se analizan, critican y justifican en función de sus objetivos y los resultados obtenidos. En el caso de los países consumidores, sus poblaciones nunca antes habían objetado dichos impuestos (tampoco lo estan haciendo hoy en la mayoría de esos países, aunque en unos pocos [particularmente en Estados Unidos] lo están haciendo ahora porque algunos los consideran bruscamente elevados, mientras que otros los objetan por razones ideológicas). Más bien las poblaciones consumidoras han estado conformes por diversas razones. En Europa, porque han servido para facilitar los servicios publicos, incluyendo un transporte publico masivo y barato, entre otros resultados. En Estados Unidos, porque además de ser mucho más bajos que en Europa, también han servido para facilitar los servicios públicos y el transporte en general, a través de los gastos en construcciones de autopistas, también entre otros resultados.
Finalmente, aceptamos que cualquier experto presente elucubraciones fantasiosas de su propia cosecha, pero debería tener el cuidado de indicarlas como tal y no pasarlas como realidades de su supuesta experticia. Tal es el caso con el comentario del Dr. Quirós sobre Arabia Saudita, en cuanto a su posible ingreso a la Organizacion Mundial del Comercio, el desarrollo futuro de su industria petrolera y su conducta dentro de la OPEP. Los hechos indican otra cosa.
En primer lugar, cuando el Secretario de Energia de los Estados Unidos, el Sr. Richardson, los visito recientemente, le aclararon que solo estaban interesados en desarrollar sus reservas de gas con empresas “multinacionales y transnacionales” (siguiendo la terminología de AQC), no así el petróleo.
En segundo lugar, la membrecia de un país en la OMC no le impide decidir autónomamente que hacer con su petróleo, tal como sucedió con México y Noruega, que son miembros de la OMC y participaron con sus amigos de la OPEP en reducciones (¿manipulación?) de sus respectivas producciones. Debe quedar muy claro, para todo lector, que cualquier país miembro de la OPEP puede hacerse miembro de la OMC, quien no tiene jurisdiccion ni potestad alguna para objetar las decisiones de un país miembro sobre temas de seguridad nacional o de soberanía nacional (tampoco sobre las decisiones de una empresa cualquiera sobre sus niveles de producción). Los actuales pleitos y temas inconclusos entre sus miembros son clara demostración de esto.
Y en tercer lugar, Arabia Saudita no ha alterado su conducta tradicional dentro de la OPEP con sus actuales actuaciones. Tiene sus propios intereses que defender, como los tienen los demás miembros, que son respetados por todos. Tiene sus propios problemas que resolver, como los tienen los demás miembros, que son reconocidos por todos. La reunión a celebrarse en Venezuela en septiembre se justifica para que “los pueblos” y “expertos petroleros” de los países miembros, de los países consumidores y del mundo en general, entiendan esto y mucho más.
Mi conclusión sobre la OPEP y la Cumbre
La OPEP necesita volver a su razón de ser, segun los propósitos de sus fundadores, particularmente su Padre, Juan Pablo Pérez Alfonzo, y según la situacion actual de la economía mundial.
Fue creada para defender los intereses de sus miembros en materia petrolera, como es obvio; pero también para servir de ejemplo y colaborar en la defensa de los intereses de los países subdesarrollados dependientes de la explotación de sus recursos naturales y de sus exportaciones de materias primas. Presentó la defensa de los precios como punto central de su politica, frente a los bajisimos precios del petróleo y demás materias primas transadas en los mercados internacionales, cuyos términos de intercambio les eran negativos, como continúan siendoles hoy. Al poco tiempo de su nacimiento, los países miembros crearon al FONDO OPEP Para el Desarrollo (instrumento financiero de la organizacion para apoyar el desarrollo de los países subdesarrollados más pobres).
Los cambios ocurridos en el mundo durante los 40 años que lleva de vida la OPEP y los problemas que continúan enfrentando los países subdesarrollados en el 2000, conjuntamente con los acontecimientos de los últimos años y los que se encuentran en pleno desarrollo, justifican (yo diria, reclaman) la reunión cumbre de septiembre (habría que hacer una similar para el FONDO OPEP).
La OPEP necesita el reencuentro de septiembre para aclararse y definirse ante el mundo, sus líderes y sus pueblos (incluyendo los de sus propios miembros), fortaleciendose mediante la afirmación de sus principios y objetivos, y la fijación de políticas y estrategias de acción conjunta. Necesita constituirse en un instrumento activo y dinámico más eficiente, más eficaz, y por tanto, más efectivo.
Los países industrializados (los consumidores) saben y respetan esto. Reconocen que de no haberse creado la OPEP ellos hubiesen tenido que crearla. Reconocen que ninguna organizaci´ón multinacional es perfecta ni puede funcionar perfectamente (en el sentido de satisfacer todas y cada una de las necesidades, los objetivos y los caprichos de sus paises miembros). Reconocen que el éxito radica en el buen manejo de la información (no de la desinformación) y en el permanente proceso de cabildeo y negociación. Reconocen que el debilitamiento de la OPEP (que podría darse si la reunion de septiembre es un fracaso) sería desastroso para la humanidad, porque tiene un importantisimo rol que cumplir en las próximas décadas.
Los venezolanos debemos reconocer lo mismo, y más. Debemos hacer lo posible para que la reunion de Jefes de Estado sea exitosa, no porque su fundador haya sido un venezolano, o porque el anfitrión sea otro venezolano, sino porque el futuro del país y su pueblo depende del petróleo hoy mas que nunca.
La reunión sería un mayor éxito si también produce un acuerdo para convocar una reunión entre los países productores y consumidores más importantes con el propósito de acordar estrategias de acciones conjuntas tendientes a resolver dos problemas básicos que afectan igualmente a productores y consumidores – volatilidad de precios y seguridad de abastecimiento. Se tratarian temas como oferta y demanda, precios y mercados, impuestos y regulaciones, medidas de ahorro y eficiencia, investigaciones conjuntas en materia energética y conservacionista, como también de contaminación ambiental, apoyo a los países pobres subdesarrollados sin petróleo o sin fuentes de energía, información y desinformación energética, etc., etc.
Es mas, hasta se podría pensar en una reunión bajo el auspicio de las Naciones Unidas para universalizar el petróleo como bien de la humanidad y abordar el desarrollo energético integral, incluyendo además del petróleo, el carbón, la energía nuclear y los recursos renovables.
La idea podria no agradarle a los neo-liberales fanaticos del mercado que abogan por eliminar la OPEP y privatizar PDVSA, (¿se le podría ocurrir a alguien privatizar los asuntos de defensa nacional e internacional para que los mercados correspondientes reemplacen las decisiones de los militares y políticos?), pero no se trata de sustituir el mercado con una burocracia, sino de aprovechar lo mejor del mercado poniendolo a funcionar satisfactoriamente. Con diálogo y estudios, meditacion y buenas intenciones, estoy seguro que coincidirian conmigo que amerita intentarse, porque resulta favorable la relacion costo/beneficio. No habria nada que perder, pero si mucho que ganar, lo que solo se podría saber y medir materializando la intencion.
En el campo de los productos agricolas (commodities), organizaciones como lasNaciones Unidas, el Banco Mundial, el Fondo Monetario y la Comision Economica Europea estan buscando formas de estabilizar los precios, eliminando (o al menos, controlando y ordenando) la volatilidad en los mercados de “commodities” que afectan a tantos productores pobres en el mundo, que van desde resucitar la vieja idea de Keynes de una Organizacion Mundial de Commodities, hasta la última iniciativa del Banco Mundial para administrar y controlar el riesgo de la volatilidad de los precios con instrumentos financieros y sin crear otra costosa burocracia internacional (International Task Force on Commodity Risk Managemente in Developing Countries. Mientras tanto, en algunos países han instalado fondos de estabilizaci´´on de “commodities” – ver The Economist del 19/08/00).