Maduro busca rentabilizar el reciclaje a través de un decreto
Expertos sostienen que el aprovechamiento de los desechos sólidos es una tarea que inexorablemente incluye al sector empresarial privado
Nicolás Maduro, con un solo decreto prevé rentabilizar el manejo de los desechos sólidos, una tarea en la que el país está completamente atrasado y que ahora, en medio de la severa crisis económica, aspira a solventar monopolizando el sector para convertir «la chatarra en divisas».
Así lo ha dicho el mandatario venezolano tras firmar el decreto que, aseguró, busca generar recursos para la «economía de guerra» que tiene el país, en alusión a las sanciones internacionales que en el último quinquenio han coartado la capacidad financiera de su administración.
La medida, ya oficializada, establece que todo material que pueda ser reciclado será considerado estratégico y fija un plazo de 60 días para que todos estos desechos provenientes de los organismos públicos se pongan a disposición de la «Corporación Socialista Ezequiel Zamora», que centralizará el negocio.
Responsabilidad de todos
Bajo este nuevo esquema, Venezuela impulsará como nunca antes el procesamiento de residuos y, aunque la idea suena ambiciosa desde el punto de vista ecológico, genera «suspicacia» que el Ejecutivo monopolice esta actividad.
Centralizar «todo esto es dificultar más que se pueda dar el reciclaje en Venezuela», dice a Efe la ingeniera Luisa Villalba. Insiste en que el aprovechamiento de los desechos sólidos es una tarea de «responsabilidades compartidas» que inexorablemente incluye al sector empresarial privado.
Entonces, explica, es preocupante que justo ahora, cuando Venezuela acumula siete años de recesión económica y miles de empresas han cerrado o están arruinadas, el Gobierno obligue a trasladar toda esa chatarra a una sola corporación, que rendirá cuentas solo a la Vicepresidencia Ejecutiva.
«Yo pongo en duda la transparencia de esa gestión», dice la experta, respaldada por el hecho de que Venezuela es el país que se percibe como el más corrupto de América, según estimaciones de la organización Transparencia Internacional.